Artículos sobre la comunicación y relaciones en el aula

Comunicación en las aulas En esta entrada deberán aparecer los artículos de los alumnos del curso de Teorías de la Comunicación del III cuatrimestre de la Maestría en Psicopedagogía de la UNED, Costa Rica. Puede hacer un comentario y subir su artículo, luego comentar por lo menos 2 ocasiones los artículos de sus compañeros.

El formato del artículo sigue los lineamientos de un ensayo crítico: introducción, desarrollo y conclusión enfocado en el tema seleccionado. Fecha de cierre de este foro el 24 de octubre de 2011

Adelante!!

Acerca de dorisblog2007

Mis estudios: Licenciatura en Psicología de la Universidad de Costa Rica, con experiencia en Psicología Educativa. Master en Psicopedagogía de la UNED de Costa Rica. Posgrado en Docencia Superior de la Universidad Latina de Panamá. Master en Docencia Superior de la Universidad de Cartago, Panamá. Diplomado en Terapia Cognitiva- Conductual, Albert Ellis`Institute, USA. Trabajo en el CEI (Centro Especializado Integral) en la Clínica Hospital Cattán, Universidad Latina de Panamá, y la UNED- Costa Rica.
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85 respuestas a Artículos sobre la comunicación y relaciones en el aula

  1. dorisblog2007 dijo:

    Inicia la publicación de sus comentarios en los que pueden pegar sus artículos realizados y comentar los de sus compañeros de clase…

    Feliz semana!!

    • felipeco dijo:

      Comunicación en el aula de clase

      ¿Por qué nos comunicamos?

      Comunicarse es una exigencia que está en la base de nuestra subsistencia.
      La necesidad de dar y recibir caracteriza a la especie humana, ya que estamos obligados a relacionarnos en el medio en que vivimos.
      Todos necesitamos en alguna medida los unos de los otros y se manifiesta de distintas maneras y una de ellas es en el aula.
      La capacidad ilimitada que posee el ser humano no sería posible si no existiese quien desempeñara el rol social de enseñar a las siguientes generaciones : el docente.
      Recibimos estímulos que van determinando nuestra forma de ser a lo largo de nuestra vida y se va desarrollando la habilidad para comunicarnos a través de las diferentes vías o elementos de comunicación:
      1- El lenguaje. A través de la palabra hablada o escrita.
      2- Comunicación no verbal. Gestos, miradas y expresiones.
      La comunicación ha de ser enriquecedora, debe servir para fines de desarrollo personal y facilitar aprendizaje de calidad.
      Sin la comunicación puede entorpecerse las posibilidades de un desarrollo equilibrado y armónico debido a mal entendidos, dificultad de relación, aislamiento, incomprensión y dificultades para aprender.
      La comunicación entre profesores y alumnos debe
      ser muy provechosa y necesaria para sacar el mejor provecho para los estudiantes ya que mejorar la comunicación entre ellos es mejorar todo lo educativo.
      Referencias
      Orientamur.murciadiversidad.org
      http://www.monografías.com,educación

      • dorisblog2007 dijo:

        Parece sencillo, sin embargo hablamos de transmisión de actitudes, virtudes y valores. Hablamos de visión de vida y de valoración de las propias habilidades y por qué no del nivel de protagonismo que tenemos en el rumbo que tomen las cosas en el futuro…

    • Nelly Rojas Castro dijo:

      Comunicación en el aula de clase

      ¿Por qué nos comunicamos?

      Comunicarse es una exigencia que está en la base de nuestra subsistencia.
      La necesidad de dar y recibir caracteriza a la especie humana, ya que estamos obligados a relacionarnos en el medio en que vivimos.
      Todos necesitamos en alguna medida los unos de los otros y se manifiesta de distintas maneras y una de ellas es en el aula.
      La capacidad ilimitada que posee el ser humano no sería posible si no existiese quien desempeñara el rol social de enseñar a las siguientes generaciones : el docente.
      Recibimos estímulos que van determinando nuestra forma de ser a lo largo de nuestra vida y se va desarrollando la habilidad para comunicarnos a través de las diferentes vías o elementos de comunicación:
      1-El lenguaje. A través de la palabra hablada o escrita.
      2-Comunicación no verbal. Gestos, miradas y expresiones.
      La comunicación ha de ser enriquecedora, debe servir para fines de desarrollo personal y facilitar aprendizaje de calidad.
      Sin la comunicación puede entorpecerse las posibilidades de un desarrollo equilibrado y armónico debido a mal entendidos, dificultad de relación, aislamiento, incomprensión y dificultades para aprender.
      La comunicación entre profesores y alumnos debe
      ser muy provechosa y necesaria para sacar el mejor provecho para los estudiantes ya que mejorar la comunicación entre ellos es mejorar todo lo educativo.

      Referencias:

      Orientamur.murciadiversidad.org
      http://www.monografías.com,educación

      • dorisblog2007 dijo:

        Quizás lo más importante es la reflexión acerca de las implicaciones que tiene nuestra comunicación sobre las actitudes de los demás, y tratar de comprender muchas veces que la forma, el estilo y la intensión, así como las emociones que acompañan el lenguaje determinan la pragmática de lo que se quiere comunicar… Es la metacomunicación consciente la que nos puede llevar a mantener mejores relaciones con los demás y a darnos a comprender.

      • Ileana Villalobos dijo:

        buenas noches, compañeras, compañero y profesora.
        Como lo ha dicho Nelly, es de vital importancia para cualquier ser vivo la comunicación con el medio y sus pares.
        Como se ha logrado descubrir con investigaciones anteriores si los perros se mantienen aislados y privados de relacionarse con otros animales o seres humanos en general se vuelven violentos.
        Al igual que los primeros aprendizajes en la vida se dan por imitación y al no existir relación con otros no existen los mismos. De aquí la importancia de la comunicación con los demás como seres sociales que somos.
        Para nuestros estudiantes no solo es importante los contenidos de la comunicación en sí, sino que también como se presenta esa comunicación, de aqui la necesidad de que este proceso sea el mejor posible, para sacarle el mejor provecho y que el proceso de enseñanza- aprendizaje sea lo más provechoso posible, no solo el contenidos educativos sino qque tabién para la adquisición de destrezas para la adapción al contexto en que cada uno se desenvuelve.

    • Karen dijo:

      La competencia comunicativa: un reto en la labor del psicopedagogo
      La educación, bajo un carácter integral, debe atender todos los ámbitos que conforman un estudiante, es por esto, que le compete desarrollar las competencias comunicativas, para que éstas, le permitan a la persona crecer y comprender la sociedad en que se desenvuelve, así como sus principios democráticos, pluralistas y multiculturales; logrando obtener de este proceso, personas capaces de resolver cualquier conflicto que surja de las interacciones propias de una sociedad (Fernández, 2010).
      En muchas ocasiones, se cree que los centros educativos, poseen como único fin, depositar conocimiento, para que en un futuro, éste se utilice como instrumento de defensa, ante el campo laboral; olvidando la verdadera razón de la enseñanza “educar no implica simplemente proporcionar una instrucción determinada en materias o técnicas… se trata asimismo de proporcionar…las herramientas personales y sociales precisas para vivir en sociedad” (Suárez, 2008, citado por Fernández, 2010, p.2). Dentro de esa preparación para la vida, está también el desarrollar las competencias comunicativas.
      Rodríguez, Álvarez, Lorenzo y Cremades (2010), exponen la situación de diferentes grupos étnicos que conviven juntos en ambientes educativos, mostrando otra necesidad que justifica la urgencia de desarrollar competencias comunicativas en los estudiantes y docentes. Ellos hablan de que se debe trabajar en la comprensión de ciertas conductas y actitudes no verbales que muestran los compañeros de clase y que provienen de toda su historia social y cultural, pero, si no se perciben y se respetan, puede llegar a lastimar profundamente los procesos de aprendizaje de las personas, “de este modo, la escuela debiera formar a sus estudiantes no sólo en adquisición de conceptos, si no también en hábitos de igualdad y responsabilidad” (p.16)

      Éste término “competencia” ha ingresando con fuerza en los ámbitos pedagógicos, Campos y Chichilla (2009) lo definen como “esas capacidades, que de forma integrada permiten a la persona desempeñarse de manera autónoma, consciente y responsable en su vida social, personal y profesional” (citados por Fernández, 2010, p.4). La competencia comunicativa entra dentro de la competencia social y ciudadana, busca que la persona conozca como interactuar en diversas situaciones (Fernández, 2010). Este concepto va más allá del estudio del idioma y sus estructuras, lleva a la persona a desarrollar su vocabulario, expresiones, capacidad de análisis, reflexión, crítica y comprensión (en su totalidad) del mensaje verbal y no verbal recibido; evitando así, conflictos interpersonales y las formas poco ortodoxas que se utilizan para resolverlos: agresiones, gritos, frustración, entre otros.
      Para Fernández (2010) “el dominio adecuado de esta competencia es, a nuestro modo de ver, la única posibilidad de convivencia en un mundo en el que las relaciones interpersonales son cada vez más complejas, diversas y variadas, y que exige una adaptación cada vez mayor a contextos diferentes” (p.11).
      Para esta misma autora, una adecuada competencia comunicativa posibilitará el desarrollo integral de la persona, en su doble faceta, individual y social. Individualmente porque le permitirá expresar sentimientos, valores y juicios, además de definir su identidad y socialmente, porque haría posible la reflexión y discusión de valores, que rigen las dinámicas de los grupos sociales, facilitando las relaciones con los demás y la comprensión de completa del mensaje.
      Dos herramientas, que como psicopedagogos podemos fomentar en las aulas, son la discusión y el diálogo, por su facultad de desarrollar en la persona su razonamiento moral, la empatía y la tolerancia. Estas herramientas desarrollan, además otras habilidades prácticas de comunicación (Fernández, 2010), como lo son:
      a. El saber distribuir los tiempos de intervención de todos los participantes de la conversación o diálogo y respetar sus turnos de palabra.
      b. Conciencia al derecho, de que todas las personas, pueden dar su opinión y que deben ser escuchadas.
      c. Prestar atención a lo que dicen y expresan, logrando lanzar preguntas, para cerciorarme que he comprendido el mensaje que me han dado.
      d. Empatía, tolerancia, capacidad de ponerme en la situación y valores de la otra persona.
      e. El auto concepto y la autoestima, al sentirse valorado por su grupo social, cuando escuchan con atención su parecer, sentimientos o experiencias.
      A continuación se presentan algunas actividades para desarrollar las competencias comunicativas que Fernández (2010), presenta:
      1. La discusión de dilemas, que fortalecerán el área moral de la persona, lo lleva a definir una postura y opinión ante una situación de conflicto y luego someterla a juicio de los compañeros de curso, escuchando sus argumentos. Esta técnica conjuga la “reflexión individual con la interacción dialogada” (p.18)
      2. El diagnóstico de situaciones, parte de buscar razones que habrán ocasionado un conflicto. Se presenta el caso y la decisión que se ha tomado para solucionarlo, el estudiante debe analizar que pudo haber llevado al protagonista a tomar esa decisión.
      3. Los debates a partir de textos, dibujos o canciones, que estén elaborados a partir de un conflicto social o moral.
      El psicopedagogo debe hacer conciencia en los docentes de aula, de la importancia de desarrollar la competencia comunicativa en sus estudiantes, con el fin de preparar a la persona para resolver cualquier conflicto que surja en muchas de sus interacciones sociales. Este aprendizaje se fundamenta en una interacción docente –estudiante, muy dinámica y activa que favorezca una excelente comunicación en el ambiente de aula, “la actitud, compatibilidad, la motivación, la práctica de habilidades, los estímulos y la capacidad para manejar la información son fundamentales durante el proceso de enseñanza y aprendizaje. El educador debe asumir un rol esencial en crear un ambiente socio afectivo, en que cada estudiante se sienta aceptado y motivado a expresarse con autonomía” (Arias, 2009, p.22).
      Referencias Bibliográficas
      Rodríguez, C., Álvarez, J., Lorenzo, O., Cremades, R. (2010). La comunicación no verbal-expresivo corporal en un contexto escolar intercultural en el norte de áfrica: estudio comparativo entre niños europeos vs amazigh. [en línea]. Recuperado el 20 de octubre del 2011 de http:// http://www.redalyc.uaemex.mx/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=44713068006

      Arias, L. (2009). Las Interacciones Sociales que se Desarrollan en los Salones de Clase y su Relación con la Práctica Pedagógica que realiza el Docente en el Aula. Revista Posgrado y Sociedad, 9 (2). Recuperado el 20 de octubre del 2011 de http://www.uned.ac.cr/possoc/revista/documents/Interaccionessocialesquesedesarrollanenlossalonesdeclase-LeonelAriasSandoval.pdf

      Fernández, B. (2010). La competencia comunicativa como base del desarrollo de la competencia social y ciudadana en el aula. [en línea]. Recuperado el 20 de octubre del 2011 de http://revista.inie.ucr.ac.cr/articulos/2-2010/archivos/competencia.pdf

      • Nelly Rojas Castro dijo:

        Karen, muy interesante tu artículo sobre la competencia comunicativa y el papel del psicopedagogo en este proceso al interactuar el maestro y sus estudiantes en el aula, tomando en cuenta lo que mencionas sobre las dos herramientas:discusión y diálogo,ya que desarrollan habilidades prácticas para un desarrollo integral, tomando en cuenta los valores así como la autoestima de los niños.El psicopedagogo debe hacer conciencia en los docentes para promover la buena participación de los alumnos creando un ambiente propicio para que cada estudiante se sienta aceptado dentro del grupo.

      • dorisblog2007 dijo:

        Karen me gustó mucho la profundidad de tu artículo, creo que brinda luces de cómo enfrentar las dificultades que enfrenta nuestra sociedad actual,
        Nuestra labor dentro de ese sistema como lo mencionas «podemos fomentar en las aulas, son la discusión y el diálogo, por su facultad de desarrollar en la persona su razonamiento moral, la empatía y la tolerancia» es un foco de atención urgente en las aulas, desde donde se puede operar cambios sustanciales en los ambientes donde se desarrollan los niños y ´jóvenes. El poder de transformación de una sociedad se encuentra en la base, en la gente, en lo que piense y logre expresar…

      • Melania González Chinchilla dijo:

        Hola Karen! Me gusta tu artículo porque aborda a profundidad el papel de los procesos comunicativos en el ámbito educativo. Es necesario que los psicopedagogos conozcan sobre el tema para que sepan a sesorar a los docentes, ya que ellos son los que comparten día a día con los estudiantes.
        Tal como lo mencionas, los docentes no son solamente responsables de depositar conocimiento en sus estudiantes, sino que deben realizar un abordaje integral que incluya el desarrollo de las competencias comunicativas, esto es algo muy necesario y que nuchos docentes dejan de lado. Los niños o adolescentes necesitan tener las herramientas comunicativas para desenvolverse adecuadamente en la sociedad y emplear en el momentos oportuno las estrategias comunicativas adecuadas para darse a entender y entender a los demás, de esta manera se evitarán confusiones, disgustos, malos tratos y otros que no le permiten a la persona llevar a cabo su objetivo comunicativo.

      • Ileana Villalobos dijo:

        Excelentemente elaborado el artículo de Karen y deseo resaltar una frase que ultimamente e leído en varios lugares y como lo describe nuestra compañera me gustaría rescatar. «Aprender a aprender».
        Nosotros como docentes y futuros psicopedagogos, no solo tenemos la responsabilidad de transmitir contenidos educativos sino que tenemos el deber moral de formar personas integras y con las herramientas necesarias para la adapción al contexto donde cada uno se desarrolla. Desarrollar en nuestros estudiantes un sentido autonomo no solo en la vida escolar, sino que para la vida en general, seres que puedan ser competitivos y correctos en su trabajo, con sus familias, con sus vecinos, etc.
        La comunicación es la mejor forma de aprender a aprender, dandole la prioridad necesaria a las necesidades e intereses de cada uno de nuestros alumnos, y tomando en cuenta que no es solo lo que se enseña sino como se enseña.
        Darle a los estudiantes la oportunidad de aprender lo que realmente es necesario en la vida y a los docentes la oportunidad de hacerlo de la mejor manera.

    • Hellen dijo:

      El papel del psicopedagogo en las instituciones educativas con respecto al proceso de comunicación interpersonal

      “En el ámbito de la educación, acecha siempre la posibilidad de la distancia y del aislamiento. Cuando se produce una relación de lejanía, vivimos en riesgo de una situación de extrañamiento, es decir, de convertirnos en un contexto de extraños. El aislamiento y el extrañamiento constituyen un terrible contrasentido en el acto educativo, el más terrible de todos.”
      Daniel Prieto Castillo

      El papel del psicopedagogo, según Coll (1996), se desprende de un grupo de funciones relacionadas con la atención a los educandos con ne¬cesidades educativas especiales y con la atención educativa a la diversidad de intereses, capacidades y motivaciones del alumnado. Lo anterior comprende actividades di-versas que conciernen tanto a la evaluación o diagnóstico de las necesidades.
      Labores fundamentales del psicopedagogo, así mismo, incluyen tareas y actividades de coordinación, dinamización e intercambio entre centros educativos Además, la realización de actividades de asesoramiento y apoyo al profesorado y a las instancias de coordinación pedagógica de los centros educativos.
      De la anterior explicación del papel del psicopedagogo se desprende la importancia de los procesos de comunicación interpersonal para cada una de las tareas mencionadas, debido a que ambos (procesos y tareas) están relacionados, como lo asegura Sainz (1998) cuando menciona que la filosofía marxista distinguió 2 procesos básicos que influyen de manera significativa en el desarrollo del hombre: la comunicación y la actividad. Lo anterior, asimismo, es respaldado por Hennessey (2003) quien dice que en una organización, el ser humano tiene dos grandes dimensiones: su relación social, que le da una condición humano-social; y su relación de tarea-producción, que le da su condición laboral-productivo.
      Tomando en consideración esta relación entre el proceso comunicativo y las tareas del psicopedagogo dentro de la institución, el papel que adquiere, entonces, este profesional es el de facilitar una mejor interacción comunicativa, para que este proceso se lleve a cabo con eficacia; de esta manera, Sainz (1998) sugiere una democratización entre los participantes del proceso, a través de estilos de dirección y comunicación más abiertos, flexibles y participativos, que permitan mayor autonomía y responsabilidad personal de los sujetos que intervienen.
      Con respecto al proceso de la comunicación interpersonal, Sainz (1998) señala algunas características que afectan su influencia adecuada en las instituciones educativas, entre estas: el estilo de dirección autoritario y verticalizado, la comunicación pedagógica autoritaria, centrada en la información; y la escasa facilitación de la interacción y comunicación grupal. En el momento en que estos aspectos intervienen en el proceso comunicativo, dejan de existir participantes para dar paso a una sola “voz”; cuando la tarea del psicopedagogo más bien debe ser la de interactuar con los participantes para poder comprender las distintas situaciones.
      El psicopedagogo puede evitar los aspectos negativos con respecto al proceso de comunicación interpersonal, al incorporar en la institución las prácticas recomendadas con anterioridad por Sainz (1998). Asimismo, Hennessey (2003) menciona algunas recomendaciones que pueden facilitar este proceso en el centro educativo, tales como: generar participación en los procesos de socialización, crear una cultura de comunicaciones, en donde sea compartido el valor de comunicar y se generen sentidos compartidos, establecer el diálogo y la discusión a nivel de grupos y toda la organización, compartir vivencias cotidianas que permitan la interacción social y el mutuo desarrollo, desplegar una cultura organizacional: principios, valores y filosofía, y políticas, enseñar mediante el ejemplo cotidiano, mantener de canales y formas de comunicación informales, oportunos, ágiles y flexibles; y capacitar en manejo de medios.
      Si el psicopedagogo otorga importancia en la comunicación interpersonal estará cumpliendo bien con la tarea de hacer avanzar a la institución, pues como lo menciona Daza (2010)“En la comprensión está la base de la convivencia social, por tanto, la educación ha de encaminarse a vencer los obstáculos a la comprensión, la cual es medio y fin de la Comunicación Humana.” (p.8). Así pues, este profesional tiene gran poder dentro de la institución educativa para, crear un ambiente de trabajo accesible, confortable y comprensivo entre los miembros de la comunidad estudiantil mediante el proceso de la comunicación.

      Bibliografía

      Daza, G. (2010). Desafíos de la educomunicación y alternativas pedagógicas en la construcción de la ciudadanía. Revista Científica en Educación y Comunicación, 7, 333-345.
      Hennessey, G. (2003). El proceso enseñanza-aprendizaje de la comunicación organizacional un proceso de formación de consultores basado en un modelo de una acción-reflexión empresa-aula y el aprendizaje autónomo, 32.
      Sainz, L. (1998). La comunicación en el proceso pedagógico: algunas reflexiones valorativas. Revista cubana de educación media superior, 12, 26-34.
      Coll, C. (1996). Psicopedagogía: confluencia disciplinar y espacio profesional. p. 33-52

      • Ileana Villalobos dijo:

        Una tema importante que toco Hellen y que quizás muchas veces dejamos de lado es la relación entre centros escolares y la importancia de las misma. Cuanta retroalimentación podría darse si se obtuviera lo mejor de diferentes lugares, de aquí la importancia de las diferencias y de la comunicación en sí. Que bonito sería ver a los centros educativos de un distrito o cantón trabajar en equipo para un fin común, y cuantos problemas de rivalidad nos ahorrariamos si instaramos a nuestros estudiantes a comunicarse con otros de diferentes centros educativos.
        Estos son temas que el psicopedagogo puede instruir a las instituciones en mejora del sistema de comunicación social en los sectores de provincias. Trabajos comunales, investigaciones a otros centros y alumnado, etc. podrían ser herramientas para incitar a nuestros estudiantes a mejorar en este campo.

    • Ana Lucía Guevara Rivas dijo:

      Los procesos de comunicación en el aula: la influencia del lenguaje no verbal.
      El ser humano es un ser vivo cuyo desarrollo integral está determinado por las interacciones que establece con sus semejantes a través de toda su vida. Dentro de estas interacciones, son los procesos de comunicación los que permiten al ser humano la habilidad de desarrollar y mantener una sociedad, y a la vez que dentro de ella, cada individuo se convierta en un ser único, con sus propios patrones de creencias y actitudes. También se desarrollan entendimientos compartidos sobre lo que es comprensible y aceptable dentro de un grupo social.
      “No obstante, en la sociedad contemporánea hay un tipo de destreza que se erige como el éxito más notable. Es la habilidad de comunicarse eficientemente, es decir, comunicarse clara y correctamente, de manera que los demás no tengan dificultades para entender lo que se está diciendo o escribiendo”. (De Fleur, 2006, p.3). El éxito de la comunicación depende del funcionamiento correcto y adecuado de todos los componentes del sistema de comunicación, es por esta razón que para hacerse entender, es necesario conocer y manejar una serie de estrategias tanto verbales como no verbales que garanticen un buen proceso de comunicación.
      Para establecer un proceso de comunicación eficiente, principalmente en el campo educativo, es de suma importancia utilizar correctamente los términos y recursos adecuados del lenguaje verbal (las palabras), sin embargo con eso no basta, se necesita también reforzar y complementar los mensajes verbales con estrategias eficaces de comunicación no verbal. “En la interacción comunicativa del proceso de enseñanza, se señalan básicamente dos tipos o maneras de comunicarse: el énfasis en lo verbal y el énfasis en lo no verbal (gestos). (Artavia, J. 2005, p. 11)
      Por otro lado, como indica indica Artavia (2005), “La comunicación es fundamental en el desarrollo de las relaciones interpersonales que se dan entre los seres humanos” (p. 10). Dentro del aula la comunicación es indispensable para lograr un desarrollo armonioso de las relaciones interpersonales y como consecuencia de éstas, un eficiente procesos de enseñanza – aprendizaje. Al respecto escribe Medina, 1989: “La comunicación se incorpora a la enseñanza, siendo más que una comunicación o influencia mutua, una fuerza cohesionadora que hace eficiente el proceso de enseñanza-aprendizaje, en cuanto sirve al alumno para adquirir una formación intelectual y actitudinal”. (citado por Artavia, 2005, p. 10)
      Dentro de la comunicación en el aula, el énfasis en la parte no verbal juega un papel de gran relevancia en estos procesos, ya que según escribe Rodríguez, J. (2008) “El lenguaje no verbal desempeña un papel importante en los procesos de enseñanza-aprendizaje del aula y en la transmisión de los componentes emocionales del mensaje”. (p. 5). Además, también es importante establecer un equilibrio entre ambos tipos de comunicación (verbal y no verbal), para que el mensaje que se emite con palabras sea claro y a la vez congruente con las expresiones no verbales.

      La comunicación no verbal se realiza a través de múltiples signos, imágenes, sonidos, gestos y movimientos corporales. “Las emociones están implícitas en lo que se conoce como comunicación no verbal, y se refiere a todo aquel significado que un mensaje puede contener. (Gonzales, F.2005, p. 13) Para Isabel Cuadrado (mencionado por Gonzales, F. 2005, p. 15, la comunicación no verbal presenta cinco áreas: facial, oculésica, kinésica, proxémica y táctil. Se describirán brevemente cada una de ellas:
      1. Área facial:
      El rostro humano es la principal fuente de mensajes emocionales interiores y es la más susceptible de ser controlada por las personas. A través de los comportamientos no verbales como las expresiones del rostro, el profesor puede modificar los contextos si se utiliza este recurso de manera adecuada. Al respecto indica Álvarez, H, (2008)”La sonrisa es una poderosa manifestación que transmite felicidad, amistad, calor, gusto y proximidad”. (p. 26). Este tipo de expresión facial se relaciona con la cercanía y la proximidad interpersonal ya que simboliza satisfacción y alegría.
      2. Área oculésica:
      Se refiere al contacto visual. “Este ayuda a regular el flujo de la comunicación, aumenta la credibilidad, interés, preocupación y calor del hablante”. (Álvarez, H. 2008, p.26). Para Gonzales, F (2005), el contacto visual proporciona información, regula la interacción, expresa intimidad, ejerce control social y facilita metas. Desde el punto de vista del aula, la mirada del profesor puede proporcionar un reforzamiento positivo ya que los alumnos la perciben como una disposición a escuchar y aprender. “De acuerdo con esto, existiría una conexión entre implicación, interés y disponibilidad del profesor hacia sus alumnos y la manifestación de estas actitudes a través del contacto visual.”. (Gonzales, F. 2000, p. 17)
      3. Área kinésica:
      Se refiere a la postura y los movimientos corporales. “Las posiciones corporales y los movimientos ejecutados en un proceso educativo tienen enormes repercusiones relativas al agrado o desagrado de los interactuantes en la medida que esta interacción posea algunos gestos o movimientos por sobre otros”. (Cuadrado, 1992. Citado por Gonzales, F. 2005). Por ejemplo, señala Álvarez, H (2008) “estar recto, pero no rígido, e inclinado suavemente hacia adelante, transmite a los alumnos que el profesor es receptivo y amistoso”. (p. 27)
      4. Área proxémica:
      Se refiere a la distancia o espacio personal; a la conducta territorial humana o sea el espacio físico propio de cada persona. Si hablamos del campo educativo, Gonzales, F. 2005 p. 21), indica: “La distancia física entre profesor y alumnos es un factor crítico en la comunicación del aula, ya que se asume que el espacio utilizado por el profesor en el aula tiende a limitarse a la parte delantera del aula, o a movimientos restringidos por las dimensiones de la mesa del profesor”. Al respecto es importante mencionar también lo que escribe Álvarez, H. (2008) “Se ha de establecer una distancia confortable entre los estudiantes y el profesor. Algunas señales de incomodidad causadas por la invasión en el espacio de los estudiantes son el balanceo corporal, el movimiento de las piernas, golpecitos y evasión de la mirada”. (p.21)
      5. Área táctil o comunicación háptica:
      Se relaciona con el apoyo afectivo que se da a través del tacto, este se asocia con sentimientos de ternura, apoyo y buena disposición. El tacto es una de las formas más flexibles y significativas de la comunicación no verbal y como nos indica Gonzales, F. (2005), “a pesar de tener esta connotación inicial de transmisión de afectos y demostración de cariño, algunas investigaciones señalan la importancia que tiene desde el punto de vista educativo, estas acciones frente a ciertas condiciones de los estudiantes como su edad, el nivel de enseñanza en que se manifiestan, así como las normas escolares y los patrones socioculturales de los estudiantes y su significación”. (p. 24)
      A modo de conclusión se mencionan algunos aspectos relacionados con la importancia del lenguaje no verbal en el campo educativo:
       En los procesos de comunicación que se desarrollan en el aula debe existir un equilibrio entre la comunicación verbal y no verbal de tal forma que se fomente un tipo de interacción asertiva entre el docente y el estudiante. Un docente asertivo es aquel que logra establecer procesos comunicativos en los cuales prevalece el dialogo, acompañado de elementos no verbales como el contacto visual, los gestos y posturas corporales que comunican respeto, interés y estima para los estudiantes.
       El control adecuado y armonioso de todos los elementos de la comunicación verbal y no verbal dentro del aula, facilita la contextualización del proceso de enseñanza-aprendizaje, de tal forma que se propicie la motivación necesaria para lograr un proceso de aprendizaje significativo.
       Por último, es importante que el docente conozca y maneje también el concepto de paralenguaje, éste se refiere a la forma de cómo se modula la voz, lo cual influye en gran medida en la forma aburrida o activa en que los estudiantes perciben el discurso del profesor. Se debe considerar este aspecto como un elemento más del lenguaje no verbal que contribuye a dar eficacia a los procesos de comunicación que se establecen en el aula.

      Bibliografía:
      Alvares, Helen. (2004 mayo-agosto). Influencias de la comunicación no verbal en los estilos de enseñanza y en los estilos de aprendizaje. Revista de Educación. pp. 21-31. Recuperado el 10/10/2011 de http://www.revista educación.mec.es/re334.htm.pp.
      Artavia, Jenny. (2005 julio-diciembre). Interacciones personales entre docentes y estudiantes en el proceso de enseñanza y aprendizaje. Revista Electrónica “Actualidades Investigativas en Educación”. vol.5 (2). Universidad de Costa Rica. Recuperado de revista@inie.ucr.ac.cr
      De Fleur, M. Kearny, P y De Fleur, M. (2006). Fundamentos de Comunicación Humana. México, Mc Graw Hill.
      Gonzales Francesca y otros. (2005) Comunicación no verbal: un mecanismo de control para el disciplinamiento de las alumnas de NB6 del Colegio Santa Cruz de Cunco. Tesis de Licenciatura. Universidad Católica de Temuco. Chile. Recuperado el 10/10/2011 de biblioteca. Uct.cl/tesis/marcia-gon-mirtha-martínez-carol-pailahueque-roxana-rojas…archivode PDF.
      Rodríguez, Juana. (2008) Los docentes ante las situaciones de violencia escolar. REIFOP. 27 vol.11 (3). Enlace web: http://www.autop.com/aufop/home/-consultado el 10/10/2011

      • Ileana Villalobos dijo:

        Tal y como lo dice Lucia, el lenguaje verbal viene a complementar de manera vital e indispensable cualquier tipo de comunicación. Y debe ser igual a lo que se expresa con las otras vías de comunicación; por ejemplo si digo que estoy feliz pero mi cara y postura física demuestra tristeza y depresión, voy a mandar un mensaje ambiguo.
        De la misma manera, es muy importante el lenguaje no verbal, principalmente si de alguna manera nos vemos con un impedimento de utilizar el verbal.
        Por ejemplo a distancia a través de cartas, emails, los mudos, etc.

    • Ileana Villalobos dijo:

      Ileana Villolobos Guillén
      El Papel de la comunicación en el proceso de enseñanza aprendizaje

      Durante los últimos años, se ha dado, un repunte en la importancia del tema de la comunicación dentro del aula, convirtiéndose en una herramienta fundamental en el proceso de enseñanza- aprendizaje.
      La comunicación se encuentra en los diversos contextos del sistema educativo, básicamente es la relación que se da entre el educando y el educador, a través de una serie de experiencias y procesos, que de realizarse en un buen contexto da como resultado una buena comunicación y ha de tener mejores logros.
      Este proceso de comunicación se da a lo largo de la vida y se presenta en cualquier comportamiento, transmitiendo ideas, información, opiniones, sentimientos, emociones, etc. A través de la palabras, tonos de voz, expresión corporal y postura física, entre otros.
      Por lo que el docente desarrolla su trabajo a través de dos paradigmas; el tecnológico y el comunicacional. El primero es la parte conductual, es decir la forma en que se conduce dicho proceso, y la segunda, son los procesos a desarrollar. Es decir, el logro de un aprendizaje significativo, dependerá de la importancia que se le dé, a ambos puntos.
      Para facilitar el aprendizaje y la comunicación en nuestros alumnos, se puede:
      • Desarrollar la clase en forma clara y entusiasta.
      • Conocer a los estudiantes y dirigirse a ellos con su nombre y apellido.
      • Mantener un contacto visual.
      • Fomentar la participación.
      • Sancionar a través de una conversación privada.
      • Demostrar interés en lo que hacen y dicen sus alumnos.
      • Establecer un contacto físico, como una palmada o chocar las manos.
      • Desarrollar estratégicas participativas.
      • Reconocer el lenguaje no verbal de nuestros alumnos.

      En la última década, hemos visto grandes transformaciones en el plano educativo, en los procesos de enseñanza- aprendizaje. Y todos tienen como base la buena comunicación para el desarrollo de contenidos, lecciones, relaciones, etc. Ya que se requiere una comprensión mutua, donde los sentidos, interpretaciones, valoraciones, etc., participen del proceso.
      Las relaciones sociales son la base de la construcción de las características culturales, al socializar al individuo se crea su estabilidad social, receptor de valores y con actitudes positivas, activas y productivas.
      La construcción y comprensión del conocimiento, son hechos sociales, por lo que tiene una carga cultural e ideológica. Lo que justifica una buena enseñanza- aprendizaje. No solo se aprende a través de hechos sociales, sino que a la ves se aprenden hechos sociales, cargados de valores.
      Como en su momento Vigotsky enfatizó, el proceso de aprendizaje, esta basado en una serie de hechos sociales que lo rodean y lo alimenta.
      Estos procesos ocupan una serie de estrategias, para actuar en ellos; en este punto se refiere al papel de la escuela, como facilitador de los contenidos educativos, sin saber mucho de la actitud y aptitud de los estudiantes. Dándose aquí la importancia de la comunicación entre profesor- alumno o entre compañeros, tanto de forma explícita como de forma implícita. Entre los factores más importantes encontramos; el papel del maestro como guía y facilitador, estilo oral y participaciones tanto del estudiantes como del profesor en los diferentes contextos y utilizando una correcta forma de comunicación, y el lenguaje escrito como otro medio de comunicación entre profesor- alumno y entre compañeros, en forma de trabajos, exámenes, presentaciones, redacciones, etc.
      Todos estos puntos se unen para formar un proceso de desarrollo- aprendizaje, acorde a las necesidades e intereses de los estudiantes, en cuanto al contexto del mismo.
      En cuanto al contexto de grupo, la responsabilidad educativa repercute en todos los miembros, Ya que se sienten forzados a realizarse de cierta forma; este fenómeno se llama “presión de conformidad”, se ha llegado a constatar su existencia gracias a investigaciones, y los factores que determinan la presión de conformidad son la necesidad de aprobación y la necesidad de certeza. Para satisfacer estas necesidades se van estableciendo normas como fuentes de ideas colectivas.
      Lo más relevante en este proceso es la aceptación social y la presión de grupo siempre está presente, y las normas son las que forman la estructura de la eficiencia y de poder en el grupo. Este forma a su vez una nueva identidad, con sus propios valores, ideologías, cultura, etc.
      En el grupo el poder suele centralizarse en algunas personas, y se da según la posición de las estructuras de comunicación, ya que la información pasa a través de todo el grupo, pero unos la tendrán más clara, la manejaran mejor y podrán controlarla.
      Dentro del grupo existe una estructura formal y otra informal; la primera es la que se da en forma general y la otra, es más subjetiva como empatía o antipatía entre los miembros. También encontramos los educadores formales e informales, los primeros son los impuestos al grupo desde afuera (como el profesor o un adulto), y los informales son difíciles de ubicar, ya que todos los miembros tienen un momento de educar a otros, sin embargo existirán momentos donde recargue sobre uno de los miembros especialmente. El líder se convierte en fuente de directivas, control de relaciones internas entre miembros del grupo, administrador de premios y castigos, símbolo y líder del grupo, pero también como “chivo expiatorio”.
      Ahora en cuanto al educador podemos decir que influye sobre las normas del grupo, pero a la vez se siente condicionado por las mismas.
      Generalmente estamos acostumbrados a fijarnos en el objeto y los contenidos de la comunicación, sin embargo no es lo más importante, sino la relación entre el emisor y el receptor, basándose en la correspondencia y el estilo empleado. Recordando siempre la simetría existente en el proceso de comunicación, sin ser muy diferente o muy igual, ya que pierde el objetivo de aprendizaje de unos a otros. El mensaje no es lo que se quiere transmitir, sino lo que el receptor logra descifrar del mensaje, entrando en crisis la dimensión del mensaje. Una comunicación pretende educar, estimulando mediante el proceso de comunicación superando lo adquirido e introducir de un modo responsable sobre la historia personal y colectiva. Generalmente el gobierno de la dinámica de grupos se dividen en: autocrática, democrática y permisivo, estos son los niveles de ejercer la autoridad. El punto de unión se da en la intención educativa; porque cada uno aspira a educar y educarse.
      Además el grupo constituye un lugar formativo dotado de heterogeneidad cultural, que brinda la ocasión de un dialogo interpersonal, sin anular la responsabilidad individual, en forma dinámica.
      Para que la función dinámica de un grupo sea la mejor, se debe procurar: una adecuada imagen de sí mismo, análisis de los fenómenos colectivos, dinámica inter- grupal y participación en toma de decisiones. Recordemos que para que se de, el cambio en los sistemas intelectuales, debe existir un proceso de comunicación. Se requiere las siguientes condiciones, de forma progresiva; comunicación, escucha en grupo y respeto por la diversidad.
      En cuanto al educador, se debe evitar ser autoritario, por el contrario debe tener autoridad por prestigio, si por el contrario se da el libertinaje cae el subjetivismo exagerado y también pierde el rumbo del proceso concreto.
      Para concluir, se desea enfatizar en la importancia de la comunicación a través de todo el proceso y el sistema, que se desarrollan en cada uno de los contextos del mismo. Así que para un mejor proceso de enseñanza aprendizaje- se debe enriquecer esta herramienta, como lo es la comunicación, no solo la verbal sino que cualquier otra de sus formas.

      Referencias
      Sarría, Jesús. (7 diciembre 2006). Aprendizaje y comunicación en la relación educativa. http://www.psicopedagogia.com/relacion-educativa

      Ruíz, Edgardo. Relación maestro- alumno en el contexto de aprendizaje. http://psicolatina.org/Seis/maestro.html

      Tonelli, Ricardo. La relación educativa en el grupo.
      http://www.gerza.com/articulos/aprendizaje/todos_articulos/17_rela_educativa.html

  2. Jesi Chinchilla Alvarado dijo:

    Interculturalidad: un reto educativo que no debe esperar

    La inmigración masiva de extranjeros en Costa Rica es un fenómeno relativamente reciente, los beneficios que el país ofrece han contribuido a este hecho, una legislación bastante loable con el inmigrante, las garantías sociales a las cuales puede tener acceso con facilidad, sobre todo en el ámbito de la educación y la salud, así como la imagen de un país solidario, pacífico y libre, son parte de las variables que posiblemente han de considerar los emigrantes en el momento de elegir un destino. Lo anterior ha incrementado notablemente la diversidad cultural del país y pese a las ventajas que esto significa, son múltiples también los cuestionamientos que surgen al respecto en el debate social.
    La conveniencia para los nacionales del aumento de la población inmigrante ha sido puesta en tela de duda por diferentes actores sociales; pero cabe también preguntarse la conveniencia resultante para los inmigrantes mismos, especialmente cuando se trata de menores de edad.
    Toda persona inmigrante deberá enfrentarse a una serie de cambios sociales y psicológicos al llegar a la comunidad receptora; prácticamente todos los ámbitos de la persona se encuentran afectados, desde sus relaciones interpersonales, la cultura o el estatus social, hasta otros tan personales como lo son la adaptación a la alimentación, al clima o la nueva vivienda.
    De tal manera, que si para un adulto que decide, por la razón que sea, cambiar de residencia, resulta un desafío el proceso de adaptación a la nueva cultura, más lo debe ser para las niñas y niños que llegan a los centros educativos provenientes de otra realidad cultural, para ser parte, en adelante, de una minoría, no siempre bien tratada, en el peor de los casos convirtiéndose en el blanco de actitudes discriminatorias y xenófobas de sus compañeros e inclusive de docentes; mientras deberán, además, lidiar con el ajuste académico, correspondiente a un nuevo currículo, del cual la mayoría de su contenido probablemente le resultará ajeno. La inserción en la escuela representa en ese caso para el niño, el primer contacto con el grupo social al que deberá pertenecer, grupo que lo hará consciente de su condición de diferente.
    Carbonell citado en Aula Intercultural (s.f) apunta: “El modo en que se lleven a cabo los primeros contactos afectivos y psicosociales con la diversidad determinarán el umbral crítico de aceptación de lo diferente”
    Una persona inmigrante enfrenta, por tanto, una situación de duelo referente a las personas queridas dejadas atrás, nostalgia por la lejanía de su propio país y su ambiente habitual. De igual forma, la nueva situación acarrea sentimientos encontrados, que pueden ir desde la esperanza hasta la angustia, preocupación o tristeza por la nueva vivencia y la adaptación a las nuevas circunstancias.
    El caso más evidente en Costa Rica es el de los estudiantes inmigrantes nicaragüenses, quienes encuentran determinados obstáculos iniciales de integración en la escuela, lo cual altera la dinámica de clases y constituye una de las problemáticas que enfrentan los docentes actualmente; entre ellas: dificultades con el idioma, problemas de desorientación y aceptación interpersonal, déficit de conocimientos, diferencia en los hábitos escolares, entre muchos otros; si a ello se le agregan las condiciones de marginalidad social en las que algunos de ellos se ven inmersos, puede concluirse que parte de estos niños y niñas están en una clara situación de riesgo social.
    Ante esta realidad que se vive en los salones de clase, cabe preguntarse: ¿Qué soluciones propone el sistema educativo al respecto? ¿Está el docente preparado para actuar de la mejor manera en estos casos? Se están poniendo en práctica estrategias que colaboren la minimizar la brecha existente entre nacionales y extranjeros? ¿Tiene la institución proyectos que promuevan la inserción del inmigrante a la misma? ¿Hay políticas nacionales que estipulen protocolos a seguir para acoger al estudiantado inmigrante? Diagnósticos, adaptaciones curriculares, adecuaciones a la evaluación…
    Los análisis sobre demografía humana advierten algunas características socioculturales de las familias migratorias latinoamericanas, entre ellas:
    “Los hogares de los menores extranjeros están constituidos fundamentalmente por personas con estudios primarios y nivel de ingresos bajo, predomina el sexo femenino, en contraste con el inmigrante varón de hace más de 10 años, las mujeres jóvenes que realizan trabajos principalmente domésticos y de campo, migran con sus hijos de corta edad”http://www.aepap.org/inmigrante/social.htm
    Esto se traduce en otra desventaja más para estos estudiantes, un contexto poco idóneo para afrontar a las demandas escolares; encargados legales con baja o ninguna escolaridad, además en muchos casos ausentes, debido a que deben poseen jornadas laborales tan largas como extenuantes.
    Los mismos estudios señalan como el principal motivo para la inmigración, el hecho de desear escapar de la miseria y entre las características de la segunda generación que el estudio determinó, destaca que la mayoría de los hijos de inmigrantes son de edad temprana, aunque ya existe un mayor número que empieza la enseñanza secundaria, además refleja que las generaciones más jóvenes y que se independizan de la tutela familiar se caracterizan por presentar una disminución de las referencias culturales de origen, llegando en algunos casos a ser mínimas, integrándose en la vida social y cultural del país receptor.
    Esto conlleva un vértice más a considerar para la reflexión, no solo se trata de aceptar la llegada del extranjero, no es solo abrir un espacio físico y permitir su ingreso, no es solo considerar una sociedad multicultural; el reto va más allá, se trata de crear una sociedad interculturalidad, donde converjan las diferentes culturas, compartir, conocer, comprender y ante todo respetar al otro, para que se dé una verdadera mezcla cultural que venga a enriquecer la sociedad.
    El Centro INTER de Investigación en Educación Intercultural de la UNED, concluye en uno de sus trabajos: “Las personas que hemos entrevistado comprenden los mecanismos que se emplean en actitudes y comportamientos racistas, y son capaces de detectar las causas complejas y asociarlos con mecanismos de conducta tales como los prejuicios y los estereotipos, aunque algunas veces de una forma vaga; sin embargo reconocen que no alcanzan a comprender cuáles son las razones de la existencia del racismo. (p. 116)
    Martínez y su equipo exhortan a las poblaciones a comprender que la inmigración no es la nueva amenaza para la sociedad. Lo que sí resulta nuevo en el fenómeno de los flujos migratorios cita: “son los cambios en las condiciones facilitadoras de la migración. Algunos de ellos son el desarrollo de la desigualdad a escala planetaria, la globalización económica y cultural, la mayor facilidad para los desplazamientos, las grandes catástrofes bélicas y naturales, etcétera”. (2001, p.11)
    El fenómeno de la pluralidad cultural no puede y no debe obviarse màs. La multiculturalidad de nuestras comunidades, demanda una reforma educativa que pueda responder a las necesidades del nuevo alumnado.
    Queda claro que resulta fundamental la integración social de la juventud inmigrante, para ello el mejor medio del que se dispone es la escolarización de ésta, sin olvidar que debe existir, además, una formación adecuada para los profesionales encargados de este proceso, porque como reza el trabajo realizado en la Escuela Pública Infantil de Verbena: (s.f) “educar es educar para la vida, que siempre es vida en sociedad y esto se traduce en aprender a vivir respetando al otro, que siempre es diferente, teniendo una percepción positiva de él”, solo así podrá ser el otro, legitimado en la convivencia.
    Aja agrega al respeto: “la interculturalidad representa un reto para todas las instituciones sociales, desde la familia hasta las empresas y las administraciones públicas que deberían abrirse al reconocimiento de la diversidad (cultural entre otros aspectos) sin eludir un paralelo cuestionamiento de aquellas barreras y desigualdades estructurales que se producen en todos los órdenes de la vida social.”.(2000 p. 211)
    Todos somos diferentes desde todos los puntos de vista, lo que tenemos, sabemos, sentimos y queremos; nuestras experiencias y la forma de ver la vida son diferentes, aun siendo hermanos, amigos, amantes, somos diferentes, el reto es quitarse la venda de los ojos para descubrir que en la diversidad radica la riqueza de la humanidad.

    Bibliografìa

    Aja, Eliseo y otros. (2000)La inmigración extranjera en España: Los retos educativos. Fundación La Caixa. Barcelona. España.
    Aula Intercultural. Escuela Pública de Educación Infantil “Verbena”. (s.f) ¡Viva la diferencia! Un Proyecto de Educación Intercultural en la Escuela Infantil. Madrid. España.Tomado de http://www.aulaintercultural.org/article.php3?id_article=672 el 10-10-2011 a las 20:32
    Centro INTER de Investigación en Educación Intercultural. Instituto de Investigación UNED (2007) Racismo, adolescencia e inmigración.España.
    Martìnez Luz y otros (2001) Inmigración y escuela de la educación intercultural a la educación para la ciudadanía: Una propuesta para el debate. Madrid. España.

    • dorisblog2007 dijo:

      La polémica de la interculturalidad hoy día es un tema obligado para la psicopedagogía, ya es parte de las necesidades educativas de los estudiantes que ingresan a las escuelas y que requieren no solamente de la comprensión directa de sus diferencias, sino también de un trabajo adaptativo personal, familiar y social dentro del entorno de aula. Creo necesario que el docente en su capacidad de administrar las experiencias de aprendizaje logre la sensibilización necesaria frente a estas diferencias culturales, que le permitan proyectar al grupo el respeto, la solidaridad y la adaptación en un entorno dinámico. La esperanza de muchos de los niños radica en la actitud consciente del docente de sus propias reacciones frente a la interculturalidad. Buen trabajo!!

      • Lucía Sáenz Villalobos dijo:

        Buenas tardes Jesi:

        Me fascina tu artículo, me parece que mostrás una realidad sumamente retadora no sólo para el psicopedagogo, sino también para los demás profesionales y seres humanos que se involucran en el quehacer educativo con esta población. Mi Trabajo Final de Graduación y tu artículo tienen un aspecto muy importante en común que debe ser considerado por la psicopedagogía para generar cambios significativos en la sociedad: el de eliminar la brecha entre poblaciones que son excluídos socialmente, de los que no. en mi caso, se trata de los(as) hijos(as) de padres y/o madres privados de libertad; en el tuyo los(as) estudiantes extranjeros, los cuales, como señalaste, experimentan una serie de experiencias intra e interpersonales muy diferentes a lo de una persona que se encuentra en su propio territorio. Coincido con voz en que las políticas educativas deben buscar proteger e incorporar las diferencias que tal población presenta a fin de hacer valer sus derechos como estudiantes y seres humanos. ¡Me pareció sumamente interesante tu nivel de compromiso y criticidad para con el tema!

      • Jenny Castro González dijo:

        Hola Jesi, me parece sumamente interesante tu artículo, porque efectivamente el tema de interculturalidad y su manejo en el aula es complejo. Lo que me parece que sucede actualmente, en el caso por ejemplo de estudiantes nicaraguenses, es que se tiende a discriminar y a invisibilizar su situación, obviando todo el proceso de duelo y adaptación a un nuevo mundo que implica para estos estudiantes. Como dices, vivimos en un país con un alto porcentaje de xenofobia, y eso se traduce en prácticas institucionales discriminatorias y hostiles, muchas veces desde los propios docentes. Trabajar la interculturalidad, es trabajar desde un enfoque inclusivo, que nos dice que todos y todas tenemos necesidades, y debemos ser considerados en el proceso educativo con igualdad y equidad, independientemente de cualquier condición. Un reto para nosotros ahora, y como futuros psicopedagogos, incluir estos temas como áreas de trabajo a nivel curricular en las instituciones.

    • Marianela dijo:

      Hola Jesi , muy bueno tu artículo, el tema de lo intercultural me encanta, fijate que relacionado con las consecuencias psicosociales del encuentro o choque intercultural, se habla de que las personas y en este caso niños y niñas siguen ciertas estrategias de aculturación para sobrevivir en el nuevo medio, el tipo de estrategias que se sigan van a estar mediadas por figuras o espacios significativos y en este caso la escuela y las y los docentes tienen un papel crucial para promover que se sigan estrategias de integración y no de autorechazo.
      Creo que la capacitación a docentes en este ámbito es un tema poco abordado pero muy necesario, y es urgente que tanto las universidades como el MEP desarrollen formación en cuanto a la atención de estas poblaciones, pues no son pocos los centros educativos que acogen a población inmigrante y la carencia de información que tienen los docentes ha sido evidenciada…

    • Karla Ramírez Lizano dijo:

      En cuanto a las preguntas que planteas sobre que hace el sistema educativo para responder a las características de los niños (as) inmigrantes, realmente desde mi profesión como educadora especial me lo he preguntado muchas veces, y considero que nuestro sistema educativo tiene un déficit impresionante en este aspecto.
      Como bien lo mencionas hay que considerar más que el terreno compartido con tantas personas inmigrantes, sino también es necesario que la cultura costarricense empiece a respetar la diversidad con la que contamos en nuestro país. Y más allá del respeto, es fundamental como bien lo mencionas enriquecer la sociedad a partir de las mezclas culturales.
      Considero un aspecto muy importante, lo que mencionas sobre el duelo por el cual, las personas inmigrantes atraviesan al dejar su país y su cultura en la búsqueda de una “vida mejor”, pero nosotros como costarricenses muchas veces estamos llenos de prejuicios que no nos permiten ni a nosotros y a los demás avanzar.
      Por último concuerdo totalmente, con lo que mencionas de que necesitamos darnos cuenta de que en la diversidad está la riqueza de la humanidad, si lográramos entender esto, cambiaría todo desde los planes educativos hasta las políticas costarricenses.
      Me gustó mucho tu artículo un tema sumamente interesante…

      Karla Ramírez

    • Paola Cruz dijo:

      Hola Jessi muy interesante tu articulo, es algo parecido a la realidad de mi país. Usted plantea la necesida de políticas públicas para la atención de los migrantes a sus país ya que querramos o no vivimos en la misma región pero cada país tiene sus costumbres y diferencias bien marcadas, pero es ahi donde entra como docentes y sobre todo como Psicopedagogo para trabajar en el respeto hacia la diversidad y aceptación de nuevos integrantes a nuestra socieadad en este mundo globalizado.

    • Carolina Bolaños Cubero dijo:

      Jesi: te digo de todo corazón, que me encantó leer tu artículo. Me parece fundamental para la educación nacional, partir del hecho de que somos una sociedad intercultural, de que no se trata de los costarricenses y las costarricenses, sino que se trata de los ciudadanos y ciudadanas de este país, es decir, de todas las personas que habitamos este territorio, de nuestra sociedad plural.
      Me emociona mucho que gente joven como vos esté preocupada por este tema, y que tu reflexión y compromiso, el cual está implícito en tu artículo, sea de un alto nivel académico y humano.
      Si en la escuela, nosotras/os como educadoras/es o psicopedagogas/os, logramos hacer la diferencia para integrar de manera digna a las personas migrantes, sobre todo a las más humildes que son por lo general las más maltratadas, estaremos contribuyendo con la construcción de una sociedad más humana, más solidaria, más justa. Estaremos posibilitando la convivencia pacífica y armoniosa.
      En las estrategias que se desarrollen en este sentido, la comunicación es fundamental, pues se trata, como lo plantearon los autores de la lectura 1 del curso (Comunicación humana) de un proceso de interacción entre personas. La relación intersubjetiva (comunicación humana) no solo propicia, desde el punto de vista psicopedagógico, aprendizajes verdaderos; sino que también propicia el desarrollo de habilidades para convivir en sociedad, en esa sociedad que anhelamos.

    • Nelly Rojas Castro dijo:

      Jesi, Tu artículo sobre la inmigración de extranjeros a nuestro país, principalmente mencionando a los estudiantes que vienen de una cultura diferente, que enfrentan muchas dificultades, ya que como se menciona en el artículo, tienen que soportar burlas y hasta insultos de parte de sus propios compañeros.
      Estas personas merecen la oportunidad( partiendo de los derechos humanos), de ser tratados buena manera y con las consideraciones que todo ser humano requiere.

    • Melania González Chinchilla dijo:

      Hola Jesi, hace días que leí tu artículo pero no había podido comentarlo, lo cual quería hacer debido a que su contenido hace referencia a un tema que muchas veces queremos obviar: la inmigración. Actualmente se dan muchos fenómenos sociales que quizás antes no se daban o que han ido modificando ciertos patrones y particularmente creo que el cambio siempre asusta, por ello desde nuestra ignorancia pensamos que el incremento de personas que vienen de otros países hacia el nuestro es algo que nos va a perjudicar.
      Esta percepción ha hecho que se formen muchos estereotipos hacia los inmigrantes, en especial hacia los nicaraguenses, quienes han sufrido nuestros malos tratos en muchos sentidos. Tu artículo es una llamada de atención que nos hace tomar consciencia sobre nuestra actitud, pues tal como lo citas la inmigración no es la nueva amenaza para la sociedad, necesitamos un cambio en nuestra mentalidad egoísta y ante todo debemos recordar que los inmigrantes son personas y merecen ser tratadas como tales. Nuestro país necesita reformas que permitan su acogida en distintos ámbitos de nuestra scociedad y como psicopedagogos debemos informarnos sobre el tema para que podamos actuar acertadamente en la adaptación y en el abordaje de necesidades de los estudiantes provenientes de otros países.

    • Karen dijo:

      Hola Jessi, me encanta tu propuesta sobre la situación real del niño inmigrante en Costa Rica, creo que con todo lo que expones en tu artículo, se refuerza una vez más la importancia transformar nuestros Centros de Estudio, en espacios inclusivos, donde los valores de tolerancia, comprensión y empatía, sean los que guien las interraciones entre los estudiantes y docentes. La inclusión es un campo que poco a poco a tomado fuerza en paises como España (que veo que de ahí surje una referencia utilizada) y Colombia, pero está en pañales en Costa Rica, te cuento que actualmente existe un proyecto iniciado por la UNED y seguido por el Ministerio de Educación Pública, donde se abren espacios para que Centros Educativos, evalúen su accionar y puedan formular propuestas de cambio, beneficiando así a toda la comunidad educativa que atienden. Muy interesante tu tema, te felicito.

    • Ileana Villalobos dijo:

      Jessi, que interesante el tema que presentaste…. Las diferencias de una persona a otra son bastantes, y de un lugar a otro son innumerables. La situación viene siendo muy compleja para los inmigrantes no solo en cuestión de país a país, sino que hasta de provincia a provincia.
      Uno de los temas que se les a dado importancia en cuanto a educación es a la integración en el pluralismo de la sociedad educativa o inclusión de la misma.
      Hablamos de estudiantes en un ambito nuevo y que pueden ser víctimas de discriminación, donde se vean afectados emocional, cognitiva, afectiva, etc.
      De ahí que el psicopedagogo deba tener las armas necesarias para evitar este tipo de males, no solo en los centros educativos sino en la vida en general.
      Debemos fomentar que de las diferencias nace las identidades y riqueza cultural, ideológica, etc.

  3. Arienne Giraud dijo:

    Buenas tardes compañeros comparto mi articulo con ustedes, el cual busca llevarnos a la reflexion de nuestras prácticas educativas y orientar a partir de ciertas recomendaciones conductas que propiciarian relaciones positivas entre docentes y alumnos.

    Los procesos de comunicación e interacción en el aula y sus consecuencias en el proceso de enseñanza – aprendizaje: Posibles recomendaciones.
    Elaborado por: Arienne Giraud
    INTRODUCCIÓN
    En el siguiente artículo se expondrá el concepto de comunicación, relacionándolo específicamente con el contexto en aula, con el fin de analizar las consecuencias de una comunicación ineficiente entre docente-alumno.
    Para ello, se expondrá en un inicio el concepto de comunicación desde una perspectiva social, que nos permita entender su relevancia en los procesos de intercambio e interacción humana.
    Asimismo, se expondrán los elementos que influyen en una comunicación dentro del contexto de aula, analizando la importancia de su estudio y evaluación con el objetivo de detectar posibles errores que estén generando comportamientos indeseados.
    Finalmente, se plantearán posibles recomendaciones, que podrían ser consideradas por los docentes para evaluar y modificar conductas que se estén presentando en las interacciones alumno-docente y que no sean las más beneficiosas para el trabajo de aula.

    ¿QUÉ ES COMUNICARSE Y POR QUÉ ES TAN IMPORTANTE?
    A la hora de definir el concepto de comunicación podemos encontrarnos con una multiplicidad de elementos interrelacionados que interfieren y se encuentran ligados fuertemente con este proceso. Es así como la comunicación se define como un término polisémico, en el que se entrelazan distintas perspectivas y elementos para definirlo. No obstante, definiendo la comunicación desde una perspectiva social, en la que todos nos vemos involucrados, podríamos afirmar que consiste en un “proceso básico para la construcción de la vida en sociedad, como mecanismo activador del diálogo y la convivencia entre sujetos sociales”. (Rizo, 2007, pág. 3)
    Por lo que la comunicación le ha permitido al ser humano desarrollar procesos de intercambio e interacción, empleando mensajes dentro de una variedad de contextos (Kearney, G.Plax y DeFleur , 2005) permitiéndonos acoplar nuestras conductas al entorno por medio del intercambio de códigos que han sido fijados arbitrariamente de forma previa (Rizo ,2007).

    Asimismo es que comunicarnos nos permite construir puentes de intercambio, constituyendo una base esencial en las interacciones humanas, al permitirnos expresar y compartir conocimientos, ideas, conceptos, sentimientos y entre otros. Dicho proceso es tan relevante ya que se constituye como la única actividad que todo el mundo comparte (Alva, 2005).
    Es así como este proceso ha formado parte de la historia humana, caracterizándonos como una raza de intercambio, que se ha visto favorecida por el uso del lenguaje en sus relaciones cotidianas. Saber comunicarse y hacerlo correctamente, constituye un elemento esencial en nuestras relaciones (Kearney, G.Plax y DeFleur , 2005).

    COMUNICACIÓN EN EL CONTEXTO AULA
    De tal modo es que estos procesos comunicativos con los que nos enfrentamos diariamente en distintas situaciones de la vida, son fundamentales en los acontecimientos que ocurren dentro de un aula, ya que no podemos olvidar que en este contexto acontecen un sin número de intercambios y comunicaciones entre estudiantes y docentes.
    No obstante, la comunicación en el aula, suele ser un proceso tan cotidiano y básico en las relaciones diarias, que olvidamos su relevancia en los procesos de enseñanza, omitiendo las consecuencias de los intercambios y relaciones entre docente-alumno y alumno-alumno.
    Este proceso tan significativo, constituye el éxito en diversos planos de los estudiantes, siendo esencial para el desarrollo personal de los mismos, donde se les brinde la posibilidad de construir simultáneamente conocimientos (Rey, 1995, citado por Alva, 2005).
    Hemos olvidado el valor de la comunicación en los procesos educativos, donde el docente ha de constituirse como un ente activador del proceso de intercambio, siendo quien organiza y dirige las interacciones, transmitiendo información, influyendo de forma educativa sobre sus alumnos y organizando las relaciones recíprocas.(Alva, 2005)
    De este modo es que el diálogo permanente entre educador- educando ha de ser valorado y estudiado. Reconociendo que modelos educativos donde se promueva una participación activa de los estudiantes y el intercambio, permitirán la construcción de aprendizajes significativos a partir de un producto social. (Alva, 2005)

    COMUNICACIÓN ALUMNO-DOCENTE
    La comunicación que se entable entre el docente y el alumno, es muy importante y requiere de una supervisión cuando estas interacciones están siendo perjudiciales para los estudiantes.
    En ocasiones, el docente no percibe que su forma de comunicar puede estar generando en lugar de un ambiente de tranquilidad y motivación, un lugar de repulsión y temor.
    La forma en que docente se comunique con sus estudiantes, puede favorecer su crecimiento personal y establecer una verdadera construcción de significados en donde se fomente una verdadera comunicación democrática dentro de un clima de paz.
    Por ello es que el maestro debe ser consciente del lenguaje que emplea en las clases, la forma en que se dirige a sus estudiantes y el tipo de comunicación que emplea con ellos ( Fragaso, 1999).
    Debe considerar su tono de voz, las posiciones de su cuerpo, las palabras que usa y los gestos que expresa a la hora de transmitir sus mensajes (Fragaso, 1999).
    Es importante que el docente haga primero una revisión de su forma de comunicarse a la hora de enseñar, valorando qué aspectos están siendo beneficiosos en los intercambios del aula y cuales deben mejorar. Recordemos que quien manifieste habilidades comunicativas, tendrá éxito no solo en el ámbito personal sino también profesional.
    Las interacciones según Fragaso (1999) entre docente y alumno tendrán éxito si el docente sabe escuchar, esta atento, siendo un receptor perceptible de los sentimientos de sus alumnos.
    Por lo que, el docente ha de mostrarse empático en sus relaciones de intercambio, siendo un modelo a seguir en los procesos comunicativos, respetando los derechos de sus alumnos y mostrándose interesado no solo en dar las clases sino que también en los acontecimientos sociales, emocionales y psicológicos que interactúan en el contexto de aula.
    El maestro ha de promover un diálogo horizontal donde se aprenda uno de otro y se respeten las distintas opiniones, dejando atrás concepciones tradicionalistas de metodología en donde el docente imparte sus clases magistrales y no se preocupa por entablar procesos dialécticos recíprocos.

    RECOMENDACIONES PARA UNA COMUNICACIÓN EFECTIVA ENTRE DOCENTE-ALUMNO.
    Es importante recordar que los procesos de comunicación en el aula deben considerar de forma ecuánime tanto al educador como al estudiante como entes activos de intercambio y dejar atrás concepciones antiguas en donde el maestro es percibido como la única entidad de conocimiento.
    Para favorecer los procesos de comunicación en el aula, el docente debe reconocer que sus alumnos pueden enseñarle y lograr un aprendizaje cooperativo.
    Alva (2005) afirma que el proceso de enseñanza-aprendizaje se conforma por una múltiple red de interacciones, donde los educandos no son vistos más como objetos receptores de aprendizaje, sino que estos aprenden a partir de la interacción en un proceso de construcción y recreación del conocimiento.
    Por lo tanto, una de las recomendaciones fundamentales a la hora de trabajar en el aula, es reconocer la importancia de los estudiantes como seres activos en sus procesos educativos, donde no olvidemos que aprenden a partir de la interacción con otros. Tal como lo propone Vigotsky en sus postulados, el intercambio en los procesos de aprendizaje ha de ser incorporado en el aprendizaje recordando que este se constituye como un producto social (Alva, 2005).
    Asimismo, es importante no caer simplemente en el intercambio académico donde el maestro llega al aula e imparte su lección sin interactuar personalmente con sus alumnos (Alva, 2005). Es esencial que el estudiantado conozca a su maestro y sepan que este siente y se preocupa por ellos.
    Además las interrelaciones han de ser siempre respetuosas, donde el docente manifieste su posición de líder en el proceso de enseñanza pero que a la vez tome en cuenta las personalidades e independencias de los estudiantes. (Alva, 2005)
    El docente así como debe respetar a sus alumnos y darles la libertad de expresarse en el aula, debe tener consciencia la existencia de las diferencias entre sus alumnos, reconociendo que su forma de expresarse puede generar mayor susceptibilidad en ciertos estudiantes que en otros (Alva, 2005).
    Finalmente, el docente debe evitar la crítica de forma dominante, aprender a reflejar las actitudes positivas de sus alumnos en el aula y analizar su propio proceso de comunicación, logrando determinar los errores en el empleo de su comunicación pedagógica (Alva, 2005).

    CONCLUSIONES
    Este artículo busca llevar a la reflexión a los docentes respecto a sus prácticas comunicativas pedagógicas, con el fin de orientar al cambio a aquellos que no analizan sus procesos comunicativos empleados y no reconocen la importancia de su consideración en los procesos de aprendizaje e interacción.
    Los conceptos y situaciones expuestas, permiten analizar con determinación la importancia de las relaciones entre docente y alumno, donde se busque mejorar no solo los procesos comunicativos, sino también los intercambios sociales en las aulas.
    Debemos recordar que el maestro a pesar de entablar una metodología horizontal donde respete y valore a sus estudiantes, sigue constituyéndose como líder del proceso educativo, mostrándose como una autoridad en la clase que promueva una filosofía de intercambio democrático.
    Por lo tanto, mostrarse como humanos, personas sensibles, preocupadas y empáticas hacia los sentimientos y acontecimientos que rodean a nuestros estudiantes, favorecerá las relaciones diarias que suceden en las aulas. Mejorando los procesos de enseñanza y las relaciones entre estudiantes y docentes. Recordemos que crear empatía con nuestros alumnos, no nos quita autoridad, debemos seguir siendo lideres, pero adaptando en nuestras prácticas valores como la humildad con el fin de reconocer que el aprendizaje no solo lo transmitimos nosotros como docentes, sino que ellos como alumnos tienen mucho que enseñar.

    Bibliografía
    • Alva, M. (2005). Importancia de la comunicación en la educación. Revista Avances en Salud de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Privada San Pedro (1). Recuperado el 20 de octubre del 2011, de http://manuelalvaolivos.obolog.com/importancia-comunicacion-educacion-60698.

    • DeFleur M., y col. (2005). Fundamentos de la comunicación humana. Tercera edición. México: McGraw Hill.

    • Fragoso, D. (1999). Comunicación en el salón de clases. Razon y palabra primera revista electronica en america latina especializadaen tópicos de comuncacion. Recuperado el 22 de octubre del 2011, de http://www.razonypalabra.org.mx/anteriores/n13/comsal13.html

    • Rizo, M. (2007). Interacción y comunicación en entornos educativos: reflexiones teóricas, conceptuales y metodológicas. Revista da Associação Nacional dos Programas de Pós-Graduação em Comunicação. Recuperado el 20 de octubre del 2011, de http://www.compos.com.br/e-compos.

    • María Teresa Gutiérrez dijo:

      Estimada Arienne,
      Su trabajo sobre la comunicación dentro del aula es muy interesante y aporta elementos claves para la discusión. En primera instancia considero que la función del docente es muy compleja, pues tiene en sus manos muchas funciones diversas, de las que depende, no sólo el éxito en la trasmisión de contenidos sino el bienestar emocional del estudiante. Un mensaje negativo de parte del docente puede marcar a un alumno de manera profunda. Por ejemplo, si un docente hace un comentario sobre el mal rendimiento del estudiante, puede influir en la formación del auto concepto del niño. De igual forma, un mensaje positivo puede alentar y motivar a nuestros estudiantes.
      El docente por medio de la comunicación verbal y no verbal envía mensajes a los alumnos constantemente, incluso de manera no intencional. Un alumno puede sentirse aceptado e importante cuando le hacemos una caricia cuando está triste. Pero también podemos trasmitir mensajes agresivos, ya que muchos, incluso de manera inconsciente, desvalorizan los sentimientos del niño, utilizan la ironía, sarcasmo o lo exponen frente al grupo. A veces pensamos que la agresión es solamente golpear a un alumno o insultarlo, pero hay formas más sutiles como la discriminación o el rechazo. Incluso permitir el maltrato por parte de otros compañeros.
      Concuerdo en que el docente debe revisarse constantemente, ya que muchos errores al comunicarse se vuelven automáticos y se naturalizan.

      • dorisblog2007 dijo:

        Precisamente en el último Foro por la Educación en Chiriquí que se celebró el pasado viernes, se mencionó la importancia de los modelos docentes en la transmisión de las competencias… comentaban que si bien la educación privada supera en calidad de conocimientos a la oficial, son los mismos docentes los que trabajan en ambas modalidades. Y hablando con una profesora que realiza trabajos en ambos ambientes comenta que si bien se encuentran personas inteligentes en ambos lugares y con muchas posibilidades, existen otros factores ( nutrición, nivel de capacidad de logro impulsado por sus familiares, valor de la educación y el éxito diferentes,,, y otros) que van en contra de esa transmisión, el problema es más de fondo que de forma.

    • dorisblog2007 dijo:

      El proceso de comunicación en las aulas se expresa a través de la acción directa que se establece entre los actores de un proceso educativo (aula). Es interesante percibir la preocupación que existe con respecto a la diferenciación entre los modelos de instrucción anteriores y los actuales basados en el enfoque constructivisata.
      Aprendizajes significativos, respeto, liderazgo, personalidad e independencia; son conceptos que se mencionan frecuentemente y que se podrían poner en práctica en la medida que sean valorados e integrados por el maestro en su quehacer.

      Aprendizaje cooperativo, diferencias, valores y capacidad de expresión; son términos que constantemente escuchamos cuando hablamos de relaciones positivas y que de igual manera debemos integrar para la formación del maestro y de las familias.

      ¿Cómo podemos lograr como psicopedagogos intervenir para que el diálogo y la comunicación con sus consecuencias sean asumidas o cambiadas en beneficio de la población atendida?. Me inclino a pensar que en esta línea se debería dar mayor énfasis a un aspecto que se ha descuidado en función de mantener un control disciplinario, las relaciones alumno – alumno. ¿Cómo lograr una mayor convivencia interna y a la vez mayor participación?

      Un buen tema de reflexión!, sería interesante ver soluciones prácticas al respecto

      • Arienne Giraud dijo:

        Efectivamente se nos ha olvidado el papel de la comunicacion en las relaciones que interactúan en el aula. Creo que el cambio esta primero en nosotros como docentes y luego de este modo de forma automática podremos observar beneficios tanto en nuestra convivencia escolar como en la participación educativa. Todavía observo con frecuencia clases magistrales en niveles de primer grado donde la docente es la suma autoridad y los estudiantes se convierten en entes pasivos que no preguntan ni interactúan en las aulas, simplemente reciben información masiva, omitiendo verdaderos procesos de enseñanza aprendizaje que sean de calidad. No puedo concebir como las docentes de niveles especialmente tan iniciales, prefieren dar clases donde se repite y repite la materia, como una grabadora. Es triste, debemos de empezar cambiando mentalidades y formaciones tan antiguas. Reconocer que nuestros estudiantes son personas, seres humanos que sienten y pueden enseñarnos a nosostros también . Profundizar en acciones donde los estudiantes trabajen en grupo, aprendan unos de otros, integren nuevos conocimientos con antiguos, tengan oportunidad de compartir y generar nuevos aprendizajes, son algunas prácticas a considerar con el fin de propiciar beneficios en nuestras aulas.

    • Paola Cruz dijo:

      Hola Arienne comparto la idea del proceso de comunicación dentro del aula, es necesario!!! Creo tambien necesario trabajar este proceso desde mucho antes es decir desde el preescolar donde es en esta epoca iniciamos el contacto alumno – profesor para estimular la retroalimentación desde los alumnos que muchas veces se pierde y nos haces ver de manera diferente lo que se enseña.

      • Lucía Sáenz Villalobos dijo:

        Buenas noches Arienne:
        Muy interesante tu artículo. Toca diversos temas similares a algunos que yo menciono en el mío. Quiero rescatar la importancia que mencionás con respecto al cambio de mentalidad. Definitivamente el cambio se debe dar no sólo ideológicamente, sino reflexivamente, en tanto que como profesores(as) y psicopadegogos no sólo tenemos que modificar los mecanismos de enseñanza para propiciar mejores ambientes interactivos, sino que también debemos interiorizar nuestra mirada hacian nuestras propias acciones y comportamientos para con los(as) estudiantes. Ser autorreflexivo creo que conlleva a un cambio actitudinal. Concuerdo con vos en que darle importancia a los mecanismos de interacción y comunicación en el aula debe ser una tarea de primer órden, ya que ello definirá las posteriores dinámicas que dentro de este espacio se desarrolle… Concuerdo en el planteamiento que hacés en torno a considerar las necesidades de los(as) estudiantes, así como en la relación horizontal profesor-alumno; esta perpspectiva como bien lo mencionás, es necesaria no sólo desde la investigación en comunicación-educación, sino también desde la visión del profesor(a) en primera instancia. ¡Me encantó!

    • Carolina Bolaños Cubero dijo:

      Estimada Ariene: al leer tu artículo, me gustó mucho el énfasis que das en él acerca de la importancia de la comunicación en el proceso de enseñanza-aprendizaje, pues encuentro en él un refuerzo de los temas que estamos investigando para el curso.
      Me parece muy importante que inicies con la conceptualización de lo que se entiende por comunicación, pues cuando se trabaja con algún tema, es necesario explicitar desde qué conceptualización se parte, pues muchos de los conceptos, principalmente en ciencias sociales, pueden tener diversas acepciones dependiendo del paradigma desde el cual se aborden.
      Sí quería hacerte una observación respecto al término “raza” que utilizas en el artículo, pues no estoy segura de que sea el más adecuado para expresar tus ideas, pues puede presentarse para confusiones o malos entendidos, cuando me parece que lo que estás tratando de expresar con él es especie humana (homo sapiens), raza se refiere a otra categoría filogenética que en la especie humana ha tenido históricamente serias dificultades o conflictos en su uso; cosa que no ocurre con otras especies. Te hago la observación para que la valores.
      Por otra parte, sí me gustaría resaltar que me parece fundamental de lo que señalas, respecto al aspecto afectivo, pues que tanto docentes como estudiantes estén consientes de que las otras personas son eso, personas, y que al igual que vos y yo tienen sentimientos, ideas, sueños, angustias, proyectos, intereses, etc. permitiría que la escuela, en particular, sea un mejor lugar para aprender a convivir, y en general poder construir un mundo mejor.

    • Ana Lucía Guevara Rivas dijo:

      Estimada compañera Arianne:
      Me parece muy importante tu artículo ya que en él se reflexiona sobre la importancia de los procesos de comunicación en el contexto educativo. Como bien lo dices, la mayoría de las veces, al planificar un proceso de enseñanza – aprendizaje, a los docentes se nos olvida la importancia de planificar también las estrategias de comunicación más adecuadas para desarrollar con éxito ese proceso. Algunas veces inclusive no es que se nos olvide, sino que no tenemos conocimiento sobre lo importante que es manejar correctamente todos los elementos que forman parte o que influyen en un proceso de comunicación.
      Ahora bien, ya sea en el contexto del aula o en cualquier otro contexto, cuando se inicia un proceso de comunicación este tiene un propósito y en el contexto educativo, el propósito principal del proceso es provocar una situación de aprendizaje; el docente pretende que el alumno aprenda algo que él considera significativo, pero para que también sea significativo para el estudiante, es necesario que el mensaje, al ser codificado, tome en cuenta una serie de variables que le darán efectividad.
      Como lo indicas en tu artículo, la forma de comunicarse del docente puede generar ambientes negativos, que no propician en absoluto el aprendizaje. Es por esta razón, que en los procesos de comunicación en el aula, el docente no solamente debe conocer y utilizar el vocabulario adecuado, es importantísimo que conozca y maneje también el vocabulario no verbal, el cual, si se utiliza adecuadamente, le va a ayudar a reforzar los significados que quiere transmitir en sus mensajes. Por medio del lenguaje no verbal el docente comunica interés, amistad, confianza, convecimiento, seguridad y otra serie de actitudes y emociones que van a generar un ambiente de aprendizaje agradable y armonioso.

      • Karla Ramírez Lizano dijo:

        Considero con respecto al artículo de Arienne y las preguntas que plantea la profesora, que la forma de lograr intervenir como psicopedagogos en cuanto al tema de la comunicación, para propiciar que de las personas con las que se trabaja sean beneficiadas, hay que promover estrategias mediante talleres o actividades tanto con los docentes como con los estudiantes de manera que aprendan a comunicarse en forma efectiva y adecuada, es decir que puedan expresar sus ideas pero siempre respetando el espacio del otro, además es necesario, enseñar a todas las partes de la comunidad educativa a aprender a escuchar, de tal manera que cada uno de los aportes sean valiosos.
        Por otro lado, para lograr mayor participación de parte de los estudiantes, sería necesario que el docente, en primera instancia promueva espacios de participación donde los estudiantes puedan proponer ideas o comentar sobre los temas que están viendo en clases o temas de la realidad o problemáticas que estamos viviendo, claro acorde con la edad de los estudiantes.
        Además considero, ya que el currículo del sector público está establecido y es rígido, como docentes o psicopedagogos podemos proponer metodologías diferentes para ver los temas, así como actividades evaluativas cualitativas, en donde realmente en conjunto con los estudiantes se encuentre la funcionalidad de lo que se ve, donde los estudiantes aprendan haciendo no memorizando, donde se construyan aprendizajes a largo plazo.
        Por ejemplo, hace poco realicé una gira con mis estudiantes de primer grado, a una clase de Ciencias en la Universidad Latina, en donde experimentaron sobre los elementos químicos por medio de unir diferentes sustancias como leche, vinagre y agua, elementos tan comunes dentro de nuestros hogares; para ellos (as) fue una experiencia única. Asimismo, en Ciencias estábamos estudiando las partes que conforman los insectos, y dentro del mismo laboratorio pudieron por medio de microscopios ver e identificar las partes de diferentes insectos, si bien es cierto, dentro de nuestras instituciones no contamos con laboratorios tan avanzados, sí contamos con los contextos de los estudiantes, experiencias y realidades que nos pueden servir para que los estudiantes aprendan haciendo. Creo que es fundamental, eliminar el temor a hacer algo diferente.

    • Ileana Villalobos dijo:

      Hola Arienne, me parece muy importante el tema sobre la comunicación en los diferetes contextos educativos; tales como alumno- alumno, docente- alumno y escuela- alumno.
      Ya que la práctica comunicativa pedagógica, debe concentrase y conformarse según el contexto en que se encuentre. Y debe definirse con estretégias para cada cual, y cada una a su vez se puede subdividir; por ejemplo de alumno- alumno se puede dar en grupos o de forma individual. Cada uno tiene su propio porceso y sistema y debe ser respetado y aplicado de la mejor forma para sacar el mejor provecho.

  4. Karla Ramírez Lizano dijo:

    Compañeros y compañeras comparto con ustedes mi ensayo:

    ¿Cuál es la importancia de estudiar el fenómeno del maltrato escolar o Bullying como futuros profesionales en psicopedagogía?

    En primera instancia, es fundamental mencionar que el tema del Bullying, es una de las problemáticas más graves que está afectando a nuestro país en todos los sectores de la sociedad.
    Por lo cual, para propiciar la óptima comprensión del concepto, que se va a utilizar en este ensayo se va a dar una definición del Bullying, descrita por Martínez (2006): “es un término inglés aceptado por todos los países, para el que no existe palabra castellana que lo defina literalmente. La que más se aproxima es “matonismo, pero como se trata de una traducción inadecuada, se utiliza “intimidación”, “maltrato”, “acoso” y “abuso”. (p.2). Por lo tanto, la definición de este fenómeno: es el poder que establecen unos estudiantes sobre otros, produciendo una victimización psicológica; que usualmente se da con consentimiento y es perjudicial e intencional para la víctima. (Martínez, 2006).
    Existen repercusiones que trae el Bullying, las cuales han sido ya durante años, titulares de los medios de comunicación en nuestro país. Lamentablemente, como bien menciona Arias (2009), ya para cada uno de nosotros no es la primera vez, que se leen titulares en nuestros periódicos costarricenses como los siguientes:
    • Un estudiante del Liceo “X” hirió con un puñal a dos compañeros. (2001)
    • En el Liceo “Y” en Heredia, en una riña, un estudiante pierde el conocimiento y debe ser trasladado de emergencia al hospital. (2001)
    • Muere asesinado por un compañero un estudiante del Liceo…(2003)
    • Dos niñas de 10 y 11 años resultaron heridas al dispararse por accidente un arma que estaba, al parecer, dentro de un bulto de un compañero, en la Unidad Pedagógica, San José.
    Es por ello que concuerdo en su totalidad, con este mismo autor, cuando hace un llamado de atención, al decir que somos un país con una sociedad violenta, no contamos con las estrategias necesarias para resolver los conflictos en forma adecuada. Ya que si fuera distinto, estos titulares no serían parte de lo que leemos o vemos en las noticias cada día.
    Ciertamente, es decepcionante leer que nuestra sociedad y más aún nuestra patria, la que internacionalmente se reconoce por ser un “lugar pacífico”, se está viendo amenazada por la violencia y que nos enfrentamos a la dura realidad y ésta se nos sale de las manos, y no sabemos cómo actuar ante esta realidad. (Arias, 2009)
    Si bien es un panorama, que no nos agrada enterarnos, es parte de los temas que como profesionales debemos dominar, y no quedarnos únicamente con su definición, sino indagar como podemos prevenir e intervenir el fenómeno, para evitar que este ciclo de violencia siga en aumento.
    Se hace referencia a la necesidad de ir más allá, ya que según el estudio realizado por Alfaro, Kenton, Panigua & Leiva (2010), en el circuito 03 de nuestra área metropolitana, abarcando docentes de escuelas públicas de Zapote, Curridabat, San Francisco de Dos Ríos y Guayabo; dio resultados que alarman a nuestro sector educativo, dentro de las conclusiones a las que llegaron un 82% de los docentes no ha recibido ningún tipo de capacitación en cuanto al Bullying; por lo cual destacan la necesidad de brindarle a los docentes de estrategias para trabajar con los estudiantes estos temas, con el fin de saber qué hacer si se enfrentan a esta situación.
    Por otro lado, uno de los estudios consistía en las interacciones violentas entre docente-educando, una investigación realizada en nuestro país, se llega a la siguiente conclusión: las formas de violencia que se dan por parte del educador hacia los estudiantes, son un antecedente importante, que propicia que el estudiante copie e imite este modelo y lo aplique en sus procesos de socialización con sus iguales; desencadenando aún más el fenómeno del Bullying fuera y dentro de las aulas. (Arias, Feoli & Fernández, 2001)
    Con lo anterior, concuerdan Blandón, Molina y Vergara (2005) citados por Martínez (2006), mencionan que en la escuela se producen prácticas educativas, en forma muy sutil, “generan cierta violencia y ciertas reacciones en el estudiante tendientes a repeler el tipo de modelo implementado por el maestro” (p.46).
    Por lo cual, los autores antes mencionadas, describen al imponer un currículo a los estudiantes, genera sentimientos de repulsión, a lo que agrega Arias (2009) otro factor predominante, el hecho de que el docente no se toma el tiempo necesario para conocer a sus estudiantes, éstos toman una actitud defensiva y poco positiva; ambos autores concuerdan en el hecho de que este tipo de situaciones no se pueden crear entornos de aprendizaje mutuos y una real producción del conocimiento.
    En este punto, es donde considero se puede rescatar el papel fundamental del psicopedagogo en la institución educativa, ya que como se ha presentado en este artículo, los profesionales en educación se quedan cada vez más sin herramientas para responder a las demandas de los estudiantes. Agregado a esto, no saben cómo responder ante situaciones de maltrato escolar y como eliminar estos sentimientos de desmotivación hacia al aprendizaje, es allí donde nosotros como futuros psicopedagógicos debemos intervenir en forma inmediata.
    Si bien es cierto, no somos el profesional con “la receta mágica”, para solucionar cada problema en particular, considero muy personalmente: tenemos mucho por hacer y decir, dentro de ello considero dentro de las acciones primordiales, las mencionados por Arias (2009):
    • Investigar el problema.
    • Diagnosticar los antecedentes, utilizando una comunicación que sea eficaz y dialógica.
    • Adaptar el currículo a las necesidades que los estudiantes realmente tienen, es decir acorde con sus características e intereses, y que respondan a la funcionalidad que ellos (as) requieren encontrar en los temas.
    • Indagar sobre otros modelos de intervención pedagógica dentro del aula, para que el docente pueda utilizar métodos más democráticos, participativos y menos imponentes.
    • Construir espacios para los estudiantes, en los que elaboran y desarrollan programas alternativos, de diversos temas tanto sobre el fenómeno del Bullying, como de otros temas que les puedan estar afectando o interesando.
    • Brindar la posibilidad de solucionar conflictos reales, mediante los cuales puedan poner en práctica estrategias de resolución de conflictos que hayan trabajado dentro de las aulas.
    Por último, desde mi perspectiva personal, el intervenir ante situaciones de maltrato escolar, no es responsabilidad única y exclusiva del profesional en psicopedagogía, ya que todos los contextos en los que se desenvuelve el estudiante deben intervenir y preocuparse por darle un seguimiento. Sin embargo, sí considero, nuestra responsabilidad como grande y primordial, para colaborar con todos estos contextos, e intentar disminuir los índices de violencia no sólo en la institución en que laboramos sino en la sociedad costarricense, pero queda a criterio de cada uno las decisiones que tomemos en el futuro…

    Referencias bibliográficas:
    • Alfaro, I., Kenton P., Panigua, K. & Leiva D. (2010). Conocimientos y percepciones del profesorado sobre violencia en los centros educativos públicos. Revista Enfermería Actual en Costa Rica [en línea]. 18, 1-10. Recuperado el 19 de octubre del 2011, de http://www.latindex.ucr.ac.cr/enf18/enf-2010-18-01.pdf
    • Arias, L. (2009). Una mirada al fenómeno de la violencia escolar en Costa Rica. Revista Electrónica Educare.13, 42-58. Recuperado el 20 de octubre del 2011, de http://www.revistas.una.ac.cr/index.php/EDUCARE/article/…/1475/1395
    • Arias, M., Feoli, D. & Fernández, M. (2001). Interacciones Violentas educador-educando en el aula y en ámbito escolar. Tesis de Maestría, Universidad Estatal a Distancia. Recuperado el 20 de octubre del 2011 de http://www.uned.ac.cr/posgrados/…/Interacciones%20Violentas.pdf
    • Martínez, R. (2006). Bullying y medios de comunicación. Revista Comunicación e Ciudadanía, 3, 2-16. Recuperado el 3 de octubre del 2011, de http://www.acosomoral.org/pdf/bullying%20y%20medios.pdf.
    • Parés, M. (2005). Proyecto de intervención escolar en un caso de Bullying. Recuperado el 19 de octubre del 2011, de http://www.acosomoral.org/pdf/ProyectoBullying.PDF

    • Arienne Giraud dijo:

      Hola Karla, el tema de Bullying sigue estando dentro de los temas de interés en diversos sectores tanto educativos como sociales. Me parece muy acertado su análisis respecto a las situaciones que están aconteciendo en nuestro país, ya que los datos cuantitativos que usted muestra en su articulo son preocupantes y deberían llevarnos a una reflexion más profunda del tema.
      El Bullying sigue siendo un tema poco tratado por los docentes que en ocasiones prefieren ignorar las situaciones agresivas que acontecen en las aulas, tomándolas poco en serio y dejando que acontezcan situaciones violentas. Nos hemos acostumbrado a ver la violencia como algo natural, cuando al contrario debemos analizar más estas situaciones y poner un alto antes de que sea muy tarde. Es cierto que el tema de bullying se encuentra fuertemente relacionado con los procesos comunicativos en el aula, ya que como usted bien lo menciona los docentes somos modelos de nuestros alumnos y en ocasiones con nuestras prácticas no estamos siendo modelos pacíficos a seguir.
      Sus aportes y reflexiones me parecen muy llamativas, ya que nos llevan a conscientizar la situación y ponernos a trabajar en función de buscar estrategias para capacitar al personal escolar respecto al tema. Debemos construir juntos como equipos de trabajo intervenciones que no solo se dediquen al trabajo en el aula con docentes y alumnos, sino que se establezcan acciones culturales, ya que el problema del bullying transciende las aulas.

    • María Teresa dijo:

      Estimada Karla,
      Concuerdo en su postura de la necesidad urgente de intervenir para bajar los niveles de violencia. Nuestros artículos encaran temas similares, lo cual me parece que surge de la gran preocupación que genera para nosotros los que trabajamos en educación.
      Me parece muy interesante el estudio que comentas sobre el circuito 03, ya que laboro en una escuela que pertenece a él. Este circuito, a partir de las estadísticas disponibles, ha realizado toda una labor de prevención de la violencia, promoviendo la convivencia armónica. Sin embargo, como lo he comentado en otros foros, no hemos recibido apoyo de las instancias superiores del MEP. A pesar de esto, seguimos trabajando arduamente, para que este programa tenga éxito.
      Este plan se realizó con participación de todos los actores del proceso educativo y ha tenido un desarrollo positivo durante este año. Hemos encontrado similitudes con planes a nivel internacional. Esto nos ha mostrado que en otras latitudes los expertos y entidades gubernamentales han cooperado con el fin de reducir la violencia y han logrado cambios importantes. Mientras que nuestro programa es desconocido y no ha tenido acogida y carente de apoyo.
      Me alegra que este tema se plantee aquí como una necesidad para que en nuestro futuro desarrollo profesional podamos buscar soluciones que trascender el miedo y la exclusión.

      • Lucía Sáenz Villalobos dijo:

        Buenas noches Karla:
        ¡Importantísimo el aporte! Creo que actualmente más y más son las noticias no sólo sobre la violencia en las aulas, ya que, tal y como lo menciona Arienne, el problema trasciende y se evidencia en hogares, trabajo, pareja, etc.
        Hace pocos días ví un reportaje especial en CNN en el cual se está intentando frenar el fenómeno del bullying de alguna manera, y un factor importante mecionado fue ¿qué se está haciendo con los(as) personas que «bullean»? por decirlo de alguna manera… Si bien es cierto que debemos (¡tenemos qué!) seguir en la lucha por eliminar este tipo de fenómenos y por hacer valer los derechos de los(as) niños(as) violentados, es de suma importancia para nosostros como futuros psicopedagogos analizar aquellas problemáticas que surgen dentro de la vida de los abusadores a fin de que las medidas implementadas contengan a todos(as) los involucrados… Los ambientes a los que se exponen los abusadores deben de tener fuertes repercusiones en estos(as) niños(as) para que lleguen a manifestar tales conductas en las aulas, por lo que me parece también válido «entrarle» también al problema por ahí. ¡Es sumamente cruel y atroz lo impregnado que puede quedar en la psique de un(a) niño(a) el ser víctima de bullying, y como vos lo mencionás, es vital que todos ¡todos! no sólo los profesionales, nos coprometamos a generar un cambio

    • Karen dijo:

      Hola Karla, creo que propones un tema poco explorado en nuestro contexto educativo. Me llama profundamente la atención los resultados del estudio sobre violencia realizado en Curridabat, específicamente sobre la capacitación dada a docentes del área de Curridabat, creo que sus resultados se pueden trasladar a la mayoría (por no decir todas) las Regiones Educativas del país. Esta es una realidad que como tu misma indicas no hemos asumido los profesionales del área pedagógica. ¿Cuántos casos de Bullying no se han registrado en periódicos? pero siguen sucediendo y lo peor ¿se han manejado de forma correcta?, cuando nuestro sistema de evaluación y conducta, propone que para estos casos lo «correcto profesionalmente» es levantar un debido proceso y suspender al estudiante por unos dias de la escuela o colegio, cómo si esto solucionará algo del problema. Me parece que el comentar y hablar de este tema ayudará a que los docentes y las autoridades, vean la necesidad de capacitar a la comunidad educativa sobre como se preveé y se maneja esta realidad escolar en nuestro país. de

    • dorisblog2007 dijo:

      Tema que ha tenido tanta polémica puesto que es el reflejo de la supervivencia del más fuerte y que se traslada a las escuelas, reflejo del caos socio cultural y político en el que estamos cayendo… no podemos evitar enfrentarnos a esta realidad y a la que muchas veces encontramos en sociedades más desarrolladas que la nuestra, sin embargo podemos desarrollar nuevos análisis y alternativas creativas desde nuestro terreno, la educación, para encontrar las causas (diversas) de la violencia y empezar a contrarrestarla. Surge aquí métodos y enfoques que pretenden estimular la criticidad, la creatividad, y la capacidad de transformación interna y externa asumiendo las responsabilidades que nos corresponden para poder enfrentar esta realidad. Hablamos más específicamente de evitar la evasión de la responsabilidad y ser creativos en las soluciones posibles, leer, investigar y plantear respuestas mas hacia la prevención de esta situación de violencia.

    • Melania González Chinchilla dijo:

      Muy interesante tu artículo, el bullying es una palabra que desde hace tiempo oigo mencionar pero de la cual no estoy bien informada y es por eso que me agradó leer sobre el tema. Definitivamente necesitamos asesorarnos acerca de esto, es nuestro deber actuar sobre este fenómeno que tan comúnmente se está dando no solo en nuestras escuelas y colegios sino también en otros ámbitos, mucho son los estudiantes que se están viendo afectados y como docentes no nos podemos quedar cruzados de brazos, es hora de que empecemos especialmente con planes preventivos tomando como premisa la frase que dice «es mejor prevenir que lamentar», y dentro de esta prevención entra el psicopedágigo con su capacitación a los docentes sobre cuál debe ser su papel y cuál es la mejor manera de actuar. Muchos son los fenómenos que confluyen en los espacios educativos y de ahí las múltiples acciones que deben llevar a cabo los psicopedagogos para que estos puedan abordarse adecuadamente, los temas como el bullying, las necesidades educativas y otros deben ser bien conocidos por los psicopedagogos.

    • Ileana Villalobos dijo:

      Karla comparto con usted la pasión por este tema, de hecho es mi tema de tesis, y te digo que considero fielmente que uno de los puntos que más estimulan esta problemática es la mala comunicación.
      Los niños, niñas y jovenes; muchas veces no saben comunicar sus sentimientos de enojo, frustración e ira, y se transforman en bombas de tiempo que terminan explotando en violencia, considero que los docentes, el personal de centros educativos como psicologos, psicopedagogos, etc. deberían trabajar en equipo con las familias para lograr que estos jovenes y niños aprendan otros medios de comunicar sus sentimientos lejos de los ataque que generalmente realizan, contra otros que por baja autoestima y malestares emocionales también lo permiten, muchas veces en silencio.

  5. Melania González Chinchilla dijo:

    La disciplina en el aula: Influencia de los procesos de comunicación

    En definitiva, en las aulas de nuestro país los docentes deben asumir el reto de que el proceso de enseñanza-aprendizaje se dé en forma efectiva. Muchos son los elementos que debe tomar en cuenta para que las metas establecidas sean cumplidas por la población involucrada: alumnos y profesor. El docente al puntualizar dichos elementos debe tomar en consideración la disciplina escolar, ya que constituye uno de los más influyentes para que del proceso de enseñanza aprendizaje se obtengan los mejores resultados.
    Sucede que en la actualidad los problemas de disciplina en los salones de clase costarricenses han aumentado, lo cual tiene estrecha relación con el papel de los procesos comunicativos en el aula. El sistema educativo predetermina las funciones que deberán asumir tanto el docente como el estudiante en el contexto escolar, las cuales, según Artavia (2005) están basadas en un enfoque vertical en el que el docente tiene la autoridad para disponer cómo se van a llevar a cabo las actuaciones con los estudiantes, y supervisará para tomar decisiones sobre cómo se van a dar las relaciones horizontales entre los estudiantes. En este sentido Cubero (2004) menciona:
    “Desde una perspectiva psicológica esto genera sentimientos de frustración para ambas partes. En el caso del docente, este no logra que se cumplan sus expectativas de tener alumnos autónomos y responsables; y para el alumno, que se siente incómodo de que lo traten como si fuera incapaz y cuyos logros son y dependen de otras personas” (p.11).
    Esta posición corresponde al modelo tradicionalista que imperaba en otros tiempos en el medio educativo y aún en los tiempos actuales, lo que sucede es que ya no existe congruencia entre este modelo y la realidad que están viviendo los estudiantes, ellos necesitan tener un papel activo que les permita ser constructores de su propio aprendizaje porque eso es lo que el medio demanda y porque el ser humano, por naturaleza, necesita comunicar y sentirse capaz de obtener sus propios logros.

    Ante esta situación, es necesario que el docente flexibilice su labor en función de las demandas de comunicación de sus estudiantes, ya no puede fungir el papel de único transmisor de conocimientos, sino que debe ser aquel que permita un fluir de conocimientos desde los distintos actores educativos. Al cambiar de dinámica en cuanto a su labor, el docente podrá lograr relaciones de respeto, afecto, seguridad, comprensión, lo cual sin duda mejorará el ambiente del aula.
    La comunicación está presente en todo momento en el salón de clases por medio de manifestaciones verbales y no verbales, las cuales envían señales al estudiante que le permiten determinar su papel dentro del aula, por lo cual es necesario que estas señales sean de afecto y aceptación. El maestro es quien establece el clima emocional en el que se llevan a cabo los procesos comunicativos por medio de sus actitudes y expresiones hacia los estudiantes. Al respecto Artavia (2005) menciona:
    Para lograr ese cometido, conviene que los docentes establezcan una relación de empatía, donde, el afecto, la confianza, el respeto, el diálogo y la comprensión estén siempre presentes, con el fin de crear un ambiente positivo basado en el afecto y la autoridad. (p.4)
    La relación existente entre el docente y los estudiantes se va fortaleciendo diariamente por medio de la afectividad que entre ellos se vaya construyendo, lo cual requiere de tacto por parte del docente para lograr una relación armoniosa que fomente este vínculo. Van Manen (1998, citado por Artavia, 2005) relaciona el tacto con la habilidad de la persona para interpretar los pensamientos, sentimientos y deseos de la otra persona a través de claves indirectas como los gestos, comportamientos y expresiones corporales.
    El docente que se identifica con su labor tendrá el tacto para hacer que se lleven a cabo procesos de enseñanza y aprendizaje en los que las necesidades socioemocionales de los estudiantes sean abordadas. El gusto del maestro por el papel que desempeña le permite tomar la importancia necesaria a la actitud para con los estudiantes, la cual debe ser comunicativa, comprensiva, cariñosa y de respeto para lograr que los estudiantes puedan establecer un sentido de pertenencia que les motive a colaborar con las metas educativas propuestas.
    El lenguaje verbal y el corporal permiten el desarrollo de los procesos de comunicación. En el nivel del aula la comunicación debe provocar el deseo por aprender, un buen docente debe ser un buen comunicador. Las manifestaciones de afecto como la caricia y el abrazo le permitirán al estudiante sentirse querido y aceptado y, por lo tanto, involucrado en el proceso de enseñanza-aprendizaje, lo cual le motivará a participar de las actividades educativas propuestas por el profesor dando su mejor esfuerzo.
    Un ambiente positivo en el que haya empatía entre los docentes y los estudiantes es clave para lograr una disciplina que favorezca la consecución de un objetivo común, en este caso, el aprendizaje. En definitiva, tal como lo menciona Cubero (2004) la disciplina dentro del salón de clases es imprescindible porque ningún grupo de personas puede trabajar exitosamente, sin establecer normas de conducta claras, respeto mutuo y un sistema de valores que lleven a cada persona a desarrollar autocontrol y autodirección.
    En síntesis, se puede afirmar que para lograr la colaboración de los alumnos con respecto a las normas de disciplina es necesario que el docente promueva espacios de comunicación en forma horizontal por medio de distintas actividades como el trabajo en grupos o la exposición de temas por parte de los estudiantes porque ello permitirá una sana convivencia en donde todos los alumnos son escuchados, lo cual fortalecerá su autoestima y les permitirá desarrollar destrezas para controlar su propio comportamiento.
    La ventaja de un docente que ha tenido el tacto pedagógico para generar un ambiente en el que los estudiantes se sientan queridos y aceptados es que logrará la colaboración de éstos en el seguimiento de las normas de disciplina propuestas en el aula y en la búsqueda de soluciones cuando se presenten conflictos, pues “el conflicto el conflicto es parte inevitable del proceso de crecimiento y desarrollo de cualquier grupo social y del ser humano, lo importante es ser capaz de tratar los conflictos de forma educativa” (concejo educativo, s.f, p.2)
    Se concluye así, que el docente que se preocupa por promover una sana convivencia logrará construir un espacio en el que haya respeto en las relaciones interpersonales y en el que las normas de conducta sean respetadas en pro de un adecuado desarrollo socioemocional del estudiante que le permitirá contribuir para alcanzar las metas establecidas.

    Referencias

    Artavia, J. (2005). Interacciones personales entre docentes y estudiantes en el proceso de enseñanza y aprendizaje. Revista Electrónica «Actualidades Investigativas en Educación» vol.5, número 002 , 1-19.
    Concejo Educativo. (s.f.). Recuperado el 20 de octubre de 2011, de http://www.concejoeducativo.org
    Cubero, C. (2004). Disciplina en el aula: Reflexiones en torno a los procesos de comunicación. Revista Electrónica: «Actualidades Investigativas en Educación» vol.4, número 002 , 1-39.

    • Jesi Chinchilla Alvarado dijo:

      Hola Melania. Muy de acuerdo con tu artìculo.
      Muchas veces se confunde disciplinar con castigar o corregir, inclusive la palabra disciplina es vista por muchos como sinònimo de aburrimiento o tedio; sin embargo disciplinar es simplemente educar, educar para la vida en sociedad; los educadores deben orientar a los niños y niñas sobre las normas sociales aceptadas y aquellas que no, para que èl encuentre la mejor manera de conducirse en sociedad.
      Lo que apuntas sobre la apertura y flexibilidad me parece muy acertado, siempre que vaya de la mano de un diàlogo claro y firme, donde los niños y niñas conozcan y aprendan a asumir las consecuencias de sus acciones; por ello es impotanteque en el salòn de clases las reglas sean siempre claras, conocidas previamente por todos (padres incluidos) y estèn tomadas en concenso por el grupo; (claro que se debe tener en cuenta las diferencias individuales en el momento de delimitar lo que se espera de cada uno de ellos, desde su edad hasta sus capacidades particulares), evitando etiquetas y sin olvidar felicitar y reconocer los logros de todos y todas por igual.
      Otro aspecto que en mi experiencia ha sido muy favorecedora es el hecho de que los niños y niñas reconozcan que el educador, es igualmente una persona llena de emociones, que modera sus reacciones (como el enojo ante un acto de indisciplina de un alumno) para favorecer el clima de clase y no herir susceptibilidades, o sea por el bien de todos, para que todos se sientan bien, de igual manera ellos deberan aprender a manejar sus emociones para no irrespetar a los demàs, asì podràn buscar medidas alternativas para solucionar conflictos y se deja de ver al docente como un ser ubicado en un peldaño superior ajeno a los sentimientos y necesidades de los niños, que coharta la libertad para ùnicamente dar òrdenes y castiga a quien no se comporta como èl lo desea.
      Claro, para lograr establecer estas relaciones horizontales que tanto enriquecen el proceso educativo se necesita ante todo constancia, ademàs de mucha coherencia entre el discurso y la pràctica y una buena dosis de paciencia!!!

    • Marianela dijo:

      Hola Melania, muy importante tu aporte, justamente mi tema de investigación de este curso está relacionado con la dificultad para el manejo de la disciplina, y esta es una necesidad muy sentida por las y los docentes que llegan a la ANDE, muchas veces se alegan situaciones de sobrecarga de trabajo, o el mal comportamiento de los chicos que impide que se puedan desarrollar estrategias para la promoción del respeto a las normas, y esto es muy válido, sin embargo, a veces el modo de accionar docente reproduce o promueve el que las normas se pierdan, por ello es muy necesaria la capacitación y motivación al docente para el desarrollo de competencias comunicativas desarrollar en los estudintes el sentido de las normas y así una mejor convivencia.

    • Hellen dijo:

      Saludos, Melania. En efecto, cuando hacés referencia a que la existencia de la comunicación vertical genera sentimientos de frustración para ambas partes, ocurre porque se construye una barrera en la que el estudiante no puede darse a conocer, lo anterior por miedo a la falta de consideración del profesor o a su poca accesibilidad, así lo menciona Sainz (1998), cuando trata el tema de la comunicación vertical y autoritaria en el aula, menciona que el docente dedica mayor atención a los temas puramente instructivos e informativos y, asegura, que una consecuencia de este hecho es que se anulan los temas de emergencia grupal, afectivos, relacionados con la dinámica entre sus miembros, ya que él se encuentra más interesado en el cumplimiento de la tarea docente programada al margen de otras necesidades también presentes de los individuos que participan en el proceso de aprendizaje.

      Por el contrario, se obtiene mayor ganancia cuando se da una comunicación horizontal en la que el profesor reste su autoridad para dar paso las nuevas ideas, gustos e intereses propuestos por los estudiantes; de esta forma ellos sentiran un verdadero proceso de acompañamiento.

      • Hellen dijo:

        Referencia bibliográfica:

        Sainz, L. (1998). La comunicación en el proceso pedagógico: algunas reflexiones valorativas. Revista cubana de educación media superior, 12, 26-34.

    • dorisblog2007 dijo:

      Disciplina y el ejercicio del autocontrol… es muy interesante preguntarse si la disciplina en el aula debe imponerse o debe ser aprendida a través de los límites naturales establecidos en el ejercicio de la interacción dentro de los grupos sociales.

      El tema de la disciplina considero que tiene sus raíces en el concepto internalizado que tengamos de esta palabra y del manejo que hagamos de las situaciones de convivencia.

      Pretender que un estudiante se encuentre atento y sentado en su silla por cuatro o cinco horas seguidas, sería algo que no estaría en la capacidad normal de un ser humano realizar. Las metodologías, el foco de interés, el aprender haciendo, podría ser la respuesta a este tema controversial.

    • Ana Lucía Guevara Rivas dijo:

      Estimada Melania: Me parece de gran relevancia tu artículo relacionado con la disciplina. Es un tema de gran actualidad ya que la indisciplina en las aulas en los últimos años se ha convertido en un problema difícil de manejar para el docente. El principal problema sin embargo, es el poco conocimiento que tienen los docentes sobre las formas de controlar la disciplina del grupo.
      La indisciplina se genera cuando existe un conflicto y como lo menciona Rodríguez, J. (2008, p. 3) “Los conflictos se producen constantemente de tal forma que lo que determina que sean destructivos o constructivos no es su existencia sino el modo en que se les maneja”. Además agrega la autora refiriéndose a las situaciones conflictivas “No es necesariamente sinónimo de indisciplina pero si de incomunicación”. (p. 3)
      Queda claro entonces que es necesario que los docentes manejen eficientemente las estrategias de comunicación adecuadas, no solamente para la enseñanza y el aprendizaje sean efectivos, sino que también sea capaz de mantener dentro del salón de clase, un clima de armonía, seguridad y confianza que permitan el desarrollo adecuado del proceso educativo.

  6. Marianela Román Solano dijo:

    Compañeros adjunto mi artículo.Marianela Román.

    La comunicación entre la Dirección y el Cuerpo Docente de los Centros Educativos. Caracterización de las reuniones de Personal.

    El tipo de relación entre la administración de los centros educativos y su personal marca una tendencia especial sobre cómo se establecen los modos de operación e interacción entre los miembros de la comunidad educativa y el funcionamiento general de ésta.
    Así cada instrucción, asignación, solicitud o mensaje está mediado por el rol que se desempeña en el espacio educativo, el contexto, la personalidad y experiencias previas que se hayan asumido.
    Como lo señala Fernández (2010), educar no implica simplemente proporcionar una instrucción determinada en materias o técnicas, el concepto de educación además implica proporcionar a los individuos las herramientas personales y sociales precisas para vivir en sociedad.
    Sin embargo, en ocasiones se pretende que las y los niños desarrollen pautas de comportamiento que ni los mismos adultos tienen, por lo que en la promoción de la convivencia en los centros educativos, se debe empezar por el rol y responsabilidad que tienen los adultos a cargo y sus relaciones entre sí.
    Artavia (2006), menciona que existen dos tipos importantes de comunicación bidireccional en las escuelas, y éstas son las reuniones formales e informales, y que las percepciones que tienen los docentes de este tipo de encuentros son muy diversas, además que existen dos tipos de comunicación marcados en los centros educativos, según el modelo administrativo que en la mayoría de los casos se sigue en nuestro país. Estos son la comunicación descendente, que se centra en mantener informados a los miembros de una organización, así la comunicación fluye de las personas que están en niveles superiores hacia los que están en niveles inferiores, o sea la información es vertida hacia abajo, para informar o influir, el medio principal para desarrollar este tipo de comunicación son las reuniones.
    Y por otro lado está el tipo de comunicación ascendente que busca el traslado de información del personal a sus superiores con el objetivo igualmente de informar o influir, entre sus mecanismos de transmisión se encuentran las reuniones privadas, informales y hasta el rumor.
    También Artavia (2006) nos menciona que existe un tipo de comunicación horizontal que se da cuando las personas en interacción tienen un mismo nivel organizacional, sin embargo, según mi criterio siempre hay cierta asimetría en la comunicación, por ello al comunicarnos buscamos un equilibrio entre las partes.
    Esta autora logró identificar que existen algunos problemas típicos y comunes en la comunicación bidireccional docente-dirección y viceversa, que también se han confirmado por la referencia de las y los docentes según atención en la Asociación Nacional de Educadores, a saber:
    – Se manejan expectativas no expuestas sobre el proceder del director – directora
    – Hay falta de claridad y precisión en los mensajes
    – Falta de atención y evaluación prematura.
    – Comunicación impersonal.
    – Desconfianza, amenazas y temor.
    – Canales obstruidos (personas que no se dirigen la palabra y usan intermediarios para comunicarse).
    – Sobrecarga de información, entre otros.

    Todo esto conlleva a que en algunos casos el clima institucional se vuelva tenso y que medien estrategias de lenguaje específicas según el contexto y la persona con la que se esté interactuando, estos mismos problemas de comunicación, se reproducen en ocasiones a lo interno del aula, en la relación alumnos – docente y replican un escenario de situaciones, que parecen conformar diferentes eslabones de un mismo fenómeno.

    En cuanto a las reuniones de personal, se encontró que tienen algunas particularidades que trascienden la ejecución propiamente de éstas pero que inciden de manera determinante en la actitud del personal docente hacia ellas, elementos como el uso de circulares como el método más común para convocarlas, el tiempo de anticipación para hacerlas, el lugar donde se llevan a cabo, el horario y reajuste del mismo, la duración, suelen ser factores que influyen en el grado de apertura que hay en el equipo de trabajo docente, para llevarlas a cabo.

    Artavia (2006) encontró que las personas participantes consideran que las reuniones de personal son para tratar temas de índole curricular, algunas veces para actualización docente y en otras para actividades de recaudación de fondos, festivales o ferias de la institución, un dato interesante es que esta investigadora encontró que alrededor de un 34% de los docentes participantes en su estudio no consideran importantes las reuniones de personal, además de poco motivadoras, quizá esto se deba a que se carece de un sentido de pertenencia y participación en las mismas, no se cuentan con mecanismos para un intercambio interpersonal entre docentes y jefatura; y lo que es aún más lamentable a veces en ellas se producen llamadas de atención o ventilación de asuntos personales de manera pública (quizá como estrategia de dominio muy caracterizada por el tipo de ejercicio de liderazgo que se maneje), lo que lesiona significativamente la integridad de las personas involucradas o aludidas.

    Por otro lado este estudio reflejó que las reuniones informales suelen ser espacios valiosos para la interacción docente, que tienen un carácter de relajamiento, aprendizaje, intercambio y satisfacción pues se comparten asuntos pedagógicos, emocionales y laborales. Sin embargo, un factor a considerar es que generalmente las reuniones informales se dan “entre pasillos” careciendo la mayoría de centros educativos de un espacio propio para el intercambio docente.

    Todo esto lleva a reflexionar sobre algunas pautas y recomendaciones que pueden ser útiles para propiciar espacios más proclives para el intercambio auténtico entre docentes y jefatura, más allá de los requisitos y formalismos, que son necesarios para la conducción de todo centro educativo, se hace necesario una posibilidad de comunicación centrada por ello mismo en las necesidades de las personas, para llegar a procesos de negociación en los que hayan grados de satisfacción mutua.

    Sucede entonces que las competencias comunicativas deben ser un proceso que se forme paulatinamente, en el caso docente y al tratarse de adultos, todas las personas en el centro educativo ya cargan patrones de comunicación que deben integrarse, así entonces se puede propiciar esa integración y desarrollo de la competencia a través de:
    -Reuniones o espacios alternativos en las que se traten no sólo directrices sino que haya oportunidad de expresión de las opiniones sobre la ejecución de éstas directrices.
    – Incentivar el debate y la discusión para llegar a acuerdos y consensos, según Fernández (2010), esto permite que todas las personas puedan reconocerse mutuamente y sentir que su opinión fue considerada, aunque no siempre el punto de vista prevalezca, la opinión pudo manifestarse.
    – Promover la participación del personal docente en espacios para reuniones informales en las que se pueda compartir y conocer las necesidades de todos y todas, esto también requiere de mucha disposición por parte del mismo personal.
    – Además es importante que si bien la escuela no cuenta con un espacio físico adecuado, periódicamente se realicen reuniones o intercambios en lugares que faciliten mejor la integración, donde haya suficiente espacio para todos, inclusive puede considerarse espacios abiertos si las condiciones lo permiten, e implementar juegos o actividades de entretenimiento para la interacción que no necesariamente implican un costo económico.
    – Tener espacios para compartir asuntos pedagógicos que naturalmente fluyan en el intercambio del quehacer y acompañamiento educativo (incluso pueden considerarse planeamientos conjuntos por nivel o área).
    – Necesidad de espacios privados para tratar asuntos personales, de tal manera que las y los docentes conozcan cuando y donde pueden acudir a su superior para conversar sobre un interés personal, y además que informaciones no proceden a tratarse en reuniones grupales.
    – Es necesario contar con un equipo de apoyo con experiencia en mediación para manejar conflictos entre el personal docente, de manera que no se posterguen situaciones a lo largo del tiempo, sino que el cuerpo docente sepa que cuando hay un problema pueda acudir como opción a la mediación si no pueden resolver sus situaciones personalmente.

    – Se requiere por parte del Ministerio de Educación capacitación a docentes y principalmente a las personas administradoras de los centros, quienes muchas veces en su formación para el cargo no cuentan con capacitación específica sobre liderazgo, comunicación y manejo de personal.

    Cabe considerar además que estas recomendaciones están mediadas por la cantidad de personas que conforman el cuerpo docente y administrativo, el contexto donde se trabaja, y hasta la procedencia y distancia geográfica de la residencia de los miembros de la institución, según estos aspectos debe evaluarse qué tipo de cambios o consideraciones se deben de preveer para que la comunicación en el personal docente y administrativo mejore.

    La vivencia de la convivencia en los centros educativos depende del grado de participación que todos los miembros de la comunidad tienen, debe cuidarse muy especialmente la relación entre docentes y entre éstos y su director o directora, pues cuando hay dificultades en la comunicación, aún y cuando se cuente con una sólida tradición, buena imagen y buena infraestructura; la columna organizativa y la capacidad de accionar de la institución va a verse afectada, de manera tal que todo centro educativo debe vigilar constantemente la forma en que la comunicación se gesta para promover el intercambio y participación de todos los actores del centro.

    Referencias:

    Artavia, J. (2006). Las reuniones de personal : una alternativa de comunicación entre la administración y el personal docente de una escuela. Revista Actualidades Investigativas en Educación,6 (3). Recuperado el 14 de Octubre del 2011, de http://revista.inie.ucr.ac.cr.

    Fernández, B. (2010). La competencia comunicativa como base del desarrollo de la competencia social y ciudadana en el aula. Revista Actualidades Investigativas en Educación, 10 (2). Recuperado el 12 de Octubre del 2011, de http://revista.inie.ucr.ac.cr.

    • Arienne Giraud dijo:

      Buenas tardes compañera, me parece que el tema que comentas es muy importante y ha sido muy poco estudiado y analizado por nosostros docentes como por administrativos. Realmente las interacciones que acontezcan en la institución educativa influyen en las relaciones diarias entre docente-docente, docente-administración y docente- alumno. Verdaderamente es fundamental, tomar en cuenta las conversaciones de intercambio que acontecen entre los docentes especialmente con el fin de determinar qué aspectos son comentados en la escuela y de qué forma. Un elemento esencial que no puede omitirse en las conversaciones de la escuela, es el de las capacitaciones. Este tipo de eventos debe transcender las meras reuniones donde solo se comentan aspectos técnicos y administrativos. Formar al personal, respecto a aspectos básicos como comunicación asertiva resultaría esencial para propiciar mejores relaciones. Poder capacitar al personal respecto a temas más interesantes y fundamentales que les brinden apoyo a los docentes en sus prácticas diarias, sería esencial con el fin de benefeciar a la institución en general. Capacitaciones que se necesitan establecer son aquellas que trabajen elementos de inclusión y preparación a profesionales respecto a la atención de las necesidades educativas y discapacidades, este tipo de actividades deben desarrollarse de forma dinámica donde los docentes no reciban la información magistralmente, sino que procesen las informaciones de forma significativa a través de distintas actividades que sean lúdicas y entretenidas. El objetivo es hacer que se interesen, muestren participación y motivación por los temas tratados.

      • María Teresa Gutiérrez dijo:

        Marianela, tu aporte me parece muy valioso, pues analizas la comunicación desde una perspectiva que probablemente no vemos los que estamos directamente dentro de la escuela. La diversidad de roles que desempeñamos los compañeros y compañeras dentro del ámbito educativo enriquece nuestra maestría.

    • Hellen dijo:

      Hola, Marianela:
      Muy interesante tu artículo. La manera de comunicar los mensajes entre los docentes y la dirección debería ser un ejemplo a seguir dentro de la comunidad estudiantil con la finalidad de obtener un ambiente agradable, pues como lo mencionas: «Así cada instrucción, asignación, solicitud o mensaje está mediado por el rol que se desempeña en el espacio educativo, el contexto, la personalidad y experiencias previas que se hayan asumido.»
      Sin embargo, esto no ocurre así; pues los educadores no siempre acatan las órdenes de la dirección y esta, en ocasiones, no transmite sus requerimientos de una manera adecuada. Se debería poner en práctica una comunicación centralizada, en la que tanto profesores como administrativos llegaran, en cada ocasión, a un acuerdo.

    • dorisblog2007 dijo:

      La comunicación docente – docente escencial para la buena salud mental del personal docente, debe ser tomado en cuenta por los administrativos, esos espacios de compartir, de expresar nuestras inquietudes y desesperanzas, esos momentos de cargar pilas con una muestra de afecto y comprensión de parte de los compañeros que viven y comparten diariamente con nosotros es vital para sobrevivir en ambientes cargados de tensión y de responsabilidades. Y es que no necesariamente en las reuniones formales se debe dar espacios para el diálogo abierto sino que en esos momentos de compartir informal es cuando más se transmiten las experiencias y se realimenta nuestro accionar.
      Sería muy valioso permitir que la convivencia del centro educativo integre dentro de su accionar este aspecto tan importante!

    • Melania González Chinchilla dijo:

      Hola Marianela, creo que nunca había leído nada sobre las reuniones de personal, leyendo tu artículo considero que es un tema al cual deberíamos tomarle importancia. Muchas veces nos quejamos de la forma en que está organizado un determinado centro educativo y es precisamente porque en ese centro no se le toma importancia al aporte que todos los miembros del personal pueden dar, es necesario para un buen funcionamiento de la escuela que todos se sientan identificados con ella y en consecuencia, colaboren para mejorarla, estos sentimientos de motivación, pertenencia y todas las estrategias organizativas, en mi opinión, son los temas que deben ser tratados en la reuniones de personal, así un director que pretende llevar por buen camino el centro educativo que administra debe preocuparse por desarrollar reuniones de personal en las que todos se sientan cómodos y tengan espacios para alzar la voz y dar ideas que sean tomadas en cuenta, solo así se lograran mejorar muchos aspectos del centro escolar, entre ellos, las relaciones que se desarrollan dentro de las aulas o entre los docentes y los padres de familia, los cuales son claves para impulsar el cumplimiento de las metas propuestas por toda la comunidad educativa.

  7. María Teresa Gutiérrez dijo:

    Interacciones violentas en el ámbito escolar.

    María Teresa Gutiérrez

    El conflicto es normal en la vida de las personas, ya que siempre se presentan diferencias entre los individuos o grupos. La escuela no está exenta de este tipo de situaciones, ya que en ella conviven distintos actores y por ende convergen múltiples intereses o necesidades, las cuales pueden ser divergentes o antagónicas. Así, cuando el conflicto no es bien manejado se generan interacciones violentas.
    La violencia es un fenómeno multicausal, relacionado con características personales que hacen a una persona más propensa a actuar de forma violenta, influencias sociales y otros factores relacionados directamente con el sistema escolar. Estas causas se describen a continuación.
    En relación a los factores personales que se relacionan con el desarrollo de respuestas agresivas desde la infancia, Antón, Carbonero, Rojo, Cubero y Blanco (2003), mencionan factores biológicos, ambientales, cognitivos, sociales y de personalidad. Indican que “los sujetos agresivos no tienen en su repertorio respuestas a situaciones adversas que no sean agresivas” (Antón, et al., 2003, p2). Además, Díaz- Aguado (2005), señala que estudios científicos han determinado como características de los alumnos agresores el razonamiento moral primitivo, la tendencia a abusar de su fuerza física, impulsividad, baja tolerancia a la frustración, dificultad para acatar límites, bajo rendimiento y relaciones negativas con los adultos.
    Entre los factores ambientales, Antón et al. (2003), indican que la agresión es una forma de interacción aprendida, por lo que las conductas agresivas se generan en el ambiente familiar. Este es un punto que debe ser analizado con detenimiento, pues en la familia se desarrollan los procesos de socialización primaria, surgiendo de ahí muchos de los modelos con los que se identifica el niño. Esta interacción con los otros significativos puede ser positiva o, por el contrario, el niño o niña podría identificarse con un modelo violento.
    Estévez, E, Murgui, S, Moreno, D y Musitu, G. (2007), realizaron un estudio donde encontraron que las conductas agresivas en adolescentes tenían una estrecha relación con la mala comunicación con los padres. De esta forma se hace notorio que los patrones de crianza y comunicación marcan la predisposición a actuar de forma violenta. Díaz – Aguado (2005), indica que existen estudios que relacionan la violencia escolar con ausencia de una relación positiva con los padres, especialmente la madre, las cuales suelen alternar permisividad con autoritarismo y castigo físico como patón de crianza.
    Otro factor relacionado con la violencia es el género, ya que distintos autores como Antón, Carbonero, Rojo, Cubero y Blanco (2003) y Ortega, Sánchez, Ortega- Rivera, Del Rey y Genebat (2005), indican que la mayor proporción estudiantes que agreden a sus iguales son varones. Generalmente estos cometen actos de violencia más directa o física, mientras que la ejercida por mujeres es de tipo relacional, es decir, el aislamiento, rechazo o indiferencia hacia la víctima. Esto puede estar relacionado con las expectativas y estereotipos de género, que fomentan la agresividad como una característica masculina, mientras que se espera que las mujeres sean más pasivas.
    Además de los factores personales, encontramos otras situaciones que afectan lo que acontece dentro de la escuela. Abramovay (2005), indica que la agresión está relacionada tanto con factores endógenos o propios como de factores exógenos, los cuales son de índole socioeconómica y externos a la escuela. Dentro de las causas endógenas se encuentran los reglamentos, los planes gubernamentales de educación, la pérdida de respeto entre los alumnos y profesores, la calidad de la enseñanza, la disponibilidad de recursos, entre otros factores que provocan tensiones y dificultades en la convivencia en la escuela.
    Dentro de los factores externos se incluye la exclusión social, racial y de género, el crecimiento de las pandillas, el tráfico de drogas, los cambios en la estructura familiar y la falta de espacios de socialización para los jóvenes. Así, “la escuela es vista como víctima de situaciones que están fuera de su control.” (Abramovay, 2005, p. 58).
    También en relación al componente social de la violencia, tenemos que esta se aprende, se reproduce y se ve afectada por las condiciones de vida en un lugar y momento histórico determinados. Por ejemplo, la socialización en un contexto donde se dan cotidianamente manifestaciones de violencia, genera una “potencialidad a la actuación violenta o a la desensibilización con respecto a sus implicaciones y consecuencias” (Ministerio de Salud, OMS, OPS, 2004, p.7). El uso de la violencia en todas sus formas se naturaliza hasta ser aceptada como un elemento normal presente en la vida.
    Como se indicó antes, los conflictos en las escuelas no se limitan al uso de la fuerza sobre otras personas, sino que se dan formas más sutiles de agredir. En este sentido es útil el concepto de violencia simbólica introducido por Bourdieu (citado por Calderone, 2004) para referirse a la violencia que no se ejerce directamente de forma física, sino por la imposición de una cosmovisión o rol social, por parte de los sujetos dominantes a los sujetos dominados. Para Liberman (2008), algunos ejemplos de violencia simbólica en los centros educativos son la desigualdad social, la imposición de roles patriarcales, el abuso de poder, entre otros.
    Un factor muy importante ante los conflictos y las interacciones violentas es el manejo que hacen los docentes y la institución educativa. En este sentido, en la Escuela tradicionalmente se han permitido las interacciones violentas, por ejemplo los comportamientos agresivos que algunos maestros ejercen como parte del grupo dominante hacia los niños, son conocidos, permitidos y callados. Para Díaz- Aguado (2005), en el sistema escolar hay un currículo oculto que potencia las situaciones de violencia en las escuelas. Este se manifiesta por medio de tres elementos. El primero de ellos es la tendencia a minimizar la violencia, ya que según esta autora, socialmente se fomenta que es normal que los niños, especialmente varones tengan. Otra es que los docentes suelen actuar de forma pasiva, intentando no involucrarse, haciendo sentir a la víctima desprotegida y al agresor apoyado (Díaz- Aguado, 2005). Finalmente, se apunta al mal manejo de la diversidad, pues esta autora indica que ser diferente, es un factor de riesgo para ser agredido, pues a los alumnos no se les enseña a respetar y valorar la diversidad.
    De esta forma vemos como la génesis de la violencia está relacionada con una multiplicidad de factores, tanto con características personales de cada uno de los entes que confluyen en la escuela, como las características en sí del sistema educativo general y de cada institución en particular. Además, de factores sociales externos que afectan las relaciones entre los individuos. A partir de este conocimiento se puede intervenir para prevenirla, a continuación se desarrollan algunas ideas en este sentido.
    Es importante que el docente asuma un rol claro ante las interacciones violentas entre el alumnado, el cual debe ser de rechazo ante cualquier forma de violencia, no de pasividad. Al asumir esta posición de manera clara implica, también, que debe evitar ejercer violencia contra los alumnos, sea esta directa o sutil.
    Barrigüete (2009), propone que para evitar la violencia, las instituciones educativas se deben conformar como una comunidad democrática y trabajar con valores democráticos. La educación debe estimular la criticidad, respetar los derechos de las minorías e incluir a todos en la toma de decisiones.
    La escuela tradicionalmente enfatiza lo racional sobre lo emocional. De esta manera, el control de las emociones queda relegado. Siguiendo el postulado de Antón et al. (2003) analizado anteriormente, que indica que los individuos violentos carecen de repertorios de conductas no violentas, es necesario enseñar el dominio de herramientas emocionales como parte del currículo. Algunas de ellas serían la tolerancia a la frustración, el manejo del enojo y de las emociones en general, necesarias para buscar respuestas alternativas a la agresión.
    Debido a que los estudios demuestran una relación entre las conductas violentas y los estilos de comunicación familiar, se debe capacitar a los padres de familia para que tengan estilos positivos de comunicación. Por tanto se debe buscar la participación de especialistas como psicólogos y psicopedagogos que den pautas para mejorar los procesos de comunicación en la familia y en la escuela, permitiendo prevenir dificultades y solucionar problemas existentes en este campo.
    En Costa Rica se deben realizar más investigaciones como las realizadas en otros países, que aporten datos claros de la incidencia, prevalencia y características de víctimas y agresores en las escuelas y la forma en que el profesorado enfrenta dichas situaciones.
    También es necesario, para detener la violencia escolar, realizar un trabajo conjunto con todos los actores del sistema educativo: alumnos, docentes, padres, directores y especialistas. Además de los medios de comunicación y las instancias gubernamentales. Para que cada grupo pueda señalar sus opiniones, intereses y necesidades, además de aportar ideas y soluciones.
    Es importante desarrollar programas tendientes a la promoción de la convivencia armónica, los cuales deben estar respaldados por políticas de las entidades gubernamentales. Todo programa de este tipo deberá iniciar con un diagnóstico serio de la situación de la violencia en cada institución, para poder aplicar las acciones de acuerdo a las necesidades detectadas. Además, esto permitirá, posteriormente, realizar un análisis comparativo que determine si la aplicación del programa aportó beneficios a nivel institucional. En dicho programa deberá incluirse actividades que permitan un clima escolar positivo que permita la prevención de la violencia, dando a los individuos oportunidades de expresarse.
    Pero lo más importante para el manejo de los conflictos y la prevención de la violencia es que todos los que conforman la comunidad educativa estén dispuestos al cambio y a buscar la armonía como parte de la vida escolar.

    Referencias bibliográficas.

    Abramovay, M. (2005).Violencia en las Escuelas. Un gran desafío. Revista iberoamericana de Educación, 38, 53-66
    Antón, Carbonero, Rojo, Cubero y Blanco (2002) Las agresiones en las escuelas percibidas por los alumnos. Revista Electrónica Interuniversitaria de formación del Profesorado, 5,1.
    Barrigüete, M. (2009). El profesorado ante la violencia y los conflictos escolares. Educatio Siglo XXI, 27.2, 207- 232.
    Calderone, M. (2004). Sobre Violencia Simbólica en Pierre Bourdieu. En La Trama de la Comunicación. Anuario del Departamento de Ciencias de la Comunicación. Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales, Universidad Nacional de Rosario. Rosario. Argentina. UNR Editora. Vol. 9,
    Díaz-Aguado, M (2005). Porqué se produce la violencia Escolar y cómo Prevenirla. Revista iberoamericana de Educación, 037, 17- 47.
    Estévez, E, Murgui, S, Moreno, D y Musitu, G. (2007), Estilos de comunicación familiar, actitud hacia la autoridad institucional y conducta violenta del adolescente en la escuela. Psicothema. Vol. 19, nº 1, pp. 108-113.
    Liberman, B. (2008). La violencia en las escuelas, una problemática que nos convoca. Que hacer educativo. Abril, PP. 28- 36.
    Ministerio de Educación Pública. Departamento de Análisis Estadístico. (2010). Casos de violencia en los centros educativos 2009. Indicadores Escolares, Boletín 04-10. Recuperado 15 de julio, 2011 de; http://www.mep.go.cr/Indicadores_Educativos/BOLETINES/BOLETIN-4-2010.pdf.
    Ortega, R; Sánchez, V; Ortega- Rivera, J; Del Rey, R y Genebat, R. (2005) Violencia escolar en Nicaragua. Revista Mexicana de Investigación Educativa. Vol. 10, Núm. 26, 787 -804.

    • Jesi Chinchilla Alvarado dijo:

      Saludos Marìa Teresa
      Me gusta mucho tu trabajo, ya que toca varios de los puntos que me interesan sobremanera en lo que respecta a los procesos educativos; considero que la mayorìa de los problemas a los cuales nos enfrentamos en las aulas y de hecho, en la vida en general, se solucionarìan si aprendieramos a valorar y sobre todo a respetar la diversidad, que todos somos diferentes como personas pero que esa cualidad de diferentes nos hace iguales, ¿Què tenemos en comùn?…pues que todos somos diferentes!!! eso nos hace iguales en derechos y deberes!
      Es màs que preocupante, es sumamente triste el aumento dado en materia de violencia en las instituciones educativas, conocer las causas es fundamental para la bùsqueda de soluciones; sentimientos de superioridad econòmica o por condiciòn social, estereotipos de gènero, xenofobia, intolerancia a las diferencias culturales, como cuestiones relacionadas con la religiòn, polìtica, tradiciones o costumbres, predominan.
      Todo lo anterior, aunado a la poca capacidad para tolerar la frustaciòn, un errado autoconcepto y una pobre inteligencia emocional, inevitablemente resultarà en expresiones de agresiòn y violencia.
      La educaciòn ha sido un pilar muy importante para consolidar la paz y la democracia de la sociedad costarricense, lo cual no debe cambiar y esta en manos de cada educador del paìs mantener esa herramienta activa, para que la escuela siga siendo un medio para lograr el progreso y el desarrollo integral del paìs; pero lo cierto es que los tiempos cambian y que la realidad actual muestra necesidades educativas diferentes que nos llevan a redoblar esfuerzos en pro de…es necesaria una revisiòn detallada del curriculo para que su enfoque principal sea la formaciòn de destrezas, valores y conocimientos que preparen para la bùsqueda de soluciones, la formaciòn de su propia identidad y la sana convivencia social.
      Segùn la UNESCO el ènfasis del curriculo ideal debe centrarse en cuatro pilares fundamentales: aprender a ser, aprender a aprender, aprender a hacer y aprender a convivir… trabajemos pues en ello!

      • María Teresa dijo:

        Jessi, considero muy interesante su comentario sobre la diversidad. A mi también me llamó mucho la atención cuando leía los estudios para realizar el artículo, en tanto indicaban que la «diferencia» era un factor de riesgo para convertirse en víctima de la violencia. Ya fuera por ser un alumno destacado en el área académica o por tener dificultades de aprendizaje. El punto era que no se debía destacar.
        Esto me pareció terrible, pues implica un rechazo a la realidad humana, pues como lo indicas la diferencia es una constante en nuestras vidas, eso que precisamente nos hace especiales…
        En la escuela en la que trabajo a veces se burlan de un chico porque no sabe jugar al fútbol o porque una niña no sabe bailar. Yo les digo que si todos fuéramos deportistas nadie iría a los estadios, y si todos fuéramos artistas, nadie iría a los conciertos o presentaciones artísticas.
        Creo que he logrado que ellos lo entiendan, pero es un trabajo constante.

    • Agnes dijo:

      Hola Compañera María Teresa
      Tu tema me parece de una alta pertinencia en vista de las sociedad tan violenta en la que estamos sumidos en la actualidad, lo que hace que profesionales o equipos multidisciplinarios se enfoquen en el estudios de las causas de estos hechos que son tan lamentables para todos.
      Un punto de los que destacas es el que más me llama la atención y que para mi ver requiere una revisión y abordaje muy profundo y es la relación entre problemas de comportamiento violento y la relación con los padres de familia, porque aún hoy en medio de tanta tecnología y de estar en una era de la «comunicación» es a veces lo menos que nuestros niños y jóvenes tienen en sus hogares, donde muchos pasan horas en soledad (o con suerte con una empleada) y se van generando sentimientos de enojo ante ese abandono emocional al que se siente sometidos, muchos probablemente no tienen carencias económicas, pero esto no cubre todo.
      Por otra parte, puede ser que si hayan situaciones económicas que provque situaciones en el hogar tensas que desencadenen episodios de violencia recurrentess, los cuales pueden ser emuladas por loos niños y adolescentes en distintos ambientes de su vida.
      Muy buen tema.

      • María Teresa Gutiérrez dijo:

        Agnes, esa arista del problema también me interesa mucho. He decidido hacer mi investigación de este curso sobre la relación de los estilos de comunicación familiar con las conductas violentas en la escuela.
        Muchas veces el docente obvia las situaciones familiares de sus alumnos y no se interesa por indagar que hay más allá de las conductas disruptivas, de las malas calificaciones o la agresividad. Como lo hemos comentado en otros foros, nuestros estudiantes como seres integrales se ven afectados por múltiples situaciones fuera de la escuela, tanto a nivel familiar como social.
        Creo que es un campo muy basto, pues a nivel de investigación e intervención el psicopedagogo puede aportar mucho al tema.

    • Natalia Obando Chinchilla dijo:

      Buenas noches María Teresa. La violencia es un fenómeno que se da en todos los rincones de la sociedad, no le importa el sexo, nivel socioeconómico, educativo, entre otros. La sociedad está experimentando una gran cantidad de fenómenos violentos así como inhumanos, por ejemplo pobreza extrema, hambrunas, asesinatos, el bullying en los centros educativos, entre otros. Me llamó la atención de su documento cuando menciona algunas causas de este fenómeno como el género, la comunicación y la exclusión.
      Las situaciones de violencia crecen cuando se aborda de forma inadecuada la diversidad que se vive dentro de las aulas escolares así como en la sociedad en general. Desde mi perspectiva, la comprensión juega un papel importante para evitar fenómenos violentos entre las personas.
      La comprensión no se trata solamente de entender al otro, va más allá, debe haber otros componentes como la comunicación, la inteligibilidad, el conocimiento entre sujetos, la identificación con el otro, entre otros. La comunicación es clave y sobre todo si se lleva a cabo de la mejor forma. Por su parte DeFleur señala que “La comunicación efectiva es importante en las interrelaciones, tanto a nivel personal como social ya que es una habilidad de la sociedad actual” (2005, p. 4).
      Los procesos de enseñanza – aprendizaje deben centrarse en un enfoque integral que vaya más allá de la teoría. Tales procesos deben ir acompañados de un ingrediente muy particular, el cual es la constancia. El deseo de continuar con lo que se propone y no darse por vencido a la primera, marca la diferencia de lo tradicional o lo innovador y de lo que puede realmente hacer cambios en la sociedad. En nuestras escuelas, se necesita fomentar la buena comunicación, la resolución alternativa de conflictos, con el objetivo de disminuir las situaciones de violencia que se dan actualmente.

    • dorisblog2007 dijo:

      La familia, sus valores, la integración y el manejo socio afectivo que brinda seguridad, confianza, productividad y una misión clara en la vida. Si se le pusiera interés a este aspecto en la formación educativa tendríamos cambios sustanciales en la forma en que se conducen nuestros alumnos y principalmente en esas características que deben tener para lograr el éxito futuro: resiliencia… término importante en estos momentos en que la sociedad esta enferma, y ante los síntomas que presenta necesitamos de valernos de todos los recursos y estrategias creativas para poder voltear la situación y recuperar aunque solo sea un poco la salud de la sociedad…

  8. Lucía Sáenz Villalobos dijo:

    El rol del psicopedagogo frente a la comunicación-interacción educativa en las aulas: Algunos aportes desde la investigación
    Lucía Sáenz Villalobos

    La disciplina de la psicopedagogía abarca diferentes áreas de conocimiento profesional, en la que se analiza, planifica, desarrolla y modifica la manera en la que aprenden y se desarrollan las personas (Coll, s.f.). Dentro de dicha disciplina se van desarrollando diferentes procesos comunicativos, no sólo por medio de las expresiones que se realizan de manera verbal, sino por medio de mecanismos más inconscientes como manifestaciones no verbales que de la misma manera influenciarán el quehacer del psicopedagogo, sea cual sea su espacio profesional.

    Algunos(as) profesionales de la psicopedagogía se han interesando particularmente por los procesos comunicativos que intervienen en su quehacer, el cual generalmente se circunscribe dentro del espacio educativo, por lo que se han desarrollado diversas investigaciones y planteamientos teóricos en torno a dicha temática, desde varios enfoques. Ello no sólo ha permitido ubicar la temática de la comunicación dentro de uno de los fenómenos más importantes de analizar, sino que también ha posibilitado que, dentro de un espacio temático tan amplio como lo es el del proceso comunicativo, los diferentes investigadores realicen análisis y propuestas importantes a considerar, debido a que todo nuestro quehacer como psicopedagogo de alguna u otra manera “comunica”. En el presente artículo se analizarán tres importantes aportes que han brindado algunos(as) investigadores(as) en torno a la relación existente entre educación y comunicación, donde se rescatan tanto las diferencias como las semejanzas presentes en sus trabajos.

    El primera artículo que acá se analiza y que considera el proceso de la comunicación desde el quehacer del psicopedagogo es el publicado por Bravo y Cáceres (s.f.) titulado “El proceso de enseñanza-aprendizaje desde una perspectiva comunicativa”. En él, las autoras señalan la importancia que ha ido adquiriendo para la psicopedagogía la relación existente entre educación y comunicación. Explican que mientras se educa, se construyen significados por medio de diversos recursos. Éstos no sólo se utilizan para transmitir conocimientos sobre una ciencia que explica, sino que también transmiten emociones, entre otros elementos. Este aporte es relevante en tanto a que pone en evidencia que no sólo por medio de la interacción humana directa se comunica, sino que también por medio de las propuestas curriculares o estrategias metodológicas que se implanten en las aulas (para reducirnos a este contexto en particular), se está transmitiendo un mensaje.

    Más adelante, explican que en este proceso de construcción, la comunicación que se desarrolle debería pretender posibilitar en medida de lo posible “el desarrollo de un clima favorable entre todos los participantes del proceso” (p.1). Sin embargo, ellas señalan que este proceso de enseñanza-aprendizaje no se está dando de esta manera, debido a un problema en su concepción y sus procesos, por lo que indican que, para realizar los cambios que se requieren, éstos deben modificarse a fin de que en las aulas el proceso educativo fomente a la independencia y a la creación. El llamado que aquí se hace gira en torno a realizar también un cambio en la visión de los procesos de comunicación, ya que no se toma en cuenta que los procesos de enseñanza-aprendizaje “dicen mucho” de acuerdo al sistema de componentes que lo respalden y la manera en la que estén propuestos. Se sugiere entonces no sólo analizar la interacción de las personas, sino la interacción de las medidas o estrategias de enseñanza diseñadas para esas personas.

    En este artículo se ven específicamente los objetivos del proceso enseñanza- aprendizaje como un componente de éste proceso, desde una dimensión comunicativa. Según analizan las autoras, el criterio dominante actual en la práctica educativa, consiste en darle prioridad al objetivo en la programación de la enseñanza, apegándose de manera rígida a relacionar objetivos y resultados a lograr, sin dar cabida la flexibilidad. Sin embargo, no desmeritan el hecho de utilizar objetivos para orientar acciones, ya que éstos son necesarios para el cumplimiento de metas. Lo que sí señalan como importante es el comprender la forma en la que se concibe el objetivo en la enseñanza y su significado en relación con el aspecto de la realidad que éste abarque, ya que no son algo fijo, sino más bien guías orientadoras del proceso.

    Si se consideran los objetivos desde un carácter abierto, se consideran además de las diferencias sustanciales entre cada estudiante; éstas son incluidas en el proceso de aprendizaje potenciando éste en su máxima expresión, ya que cada estudiante aprende de una manera particular, de acuerdo a sus propias características. De igual manera según las autoras, se debe considerar el contenido de la formulación de éstos y el tipo de lenguaje que se utiliza, así como la necesidad de adecuarlos al contexto dentro del cual se están éstos formulando. Así, la visualización de todas estas variables invita que el espacio de diseño procesual de enseñanza “dialogue” con las particularidades del estudiante y del contexto, a fin de potencializar su aprendizaje, haciendo de éste un “proceso comunicativo, activo, creador, y transformador de la propia personalidad del estudiante, a su condición de sujeto activo de su aprendizaje” (p.4).

    Desde esta postura, se debe considerar que no sólo se consideren las particularidades presentes de las personas, sino que lo que se diseñe sea también comprensible, viable y susceptible de ser valorado (Bravo y Cáceres, s.f.). Para comunicar y que haya comprensión, el mensaje debe crear sentido, por lo que el artículo brinda una premisa importante para el quehacer del psicopedagogo en tanto a la construcción no sólo de objetivos, sino de estrategias y diseños curriculares que reflejen en su construcción y contenido la intención de desarrollar posibilidades en los(as) estudiantes para que participen en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Es “mirar” más allá de los procesos de interacción personales y profundizar el análisis de los procesos de interacción entre la construcción de estrategias de enseñanza y el sentido que el estudiantado le dé a estos procesos, considerando entonces factores externos y contextuales, y factores internos como los cognitivos y afectivos que están presentes.

    Ahora bien, también el análisis de los procesos directos de interacción en el aula deben ser importantes a considerar, a fin de diseñar espacios educativos promotores de aprendizaje, razón por la cual otras investigaciones igualmente relevantes, han aportado al estudio del la comunicación e interacción en el aula. Un ejemplo de ello es un estudio realizado por Villalta (2009) en el cual se analiza la conversación a fin de estudiar la interacción didáctica. En este estudio se muestra una propuesta metodológica de análisis de la conversación aplicada al estudio de la interacción didáctica en sala de clase. Siendo el estudio de la comunicación un espacio en el cual convergen diferentes áreas de estudio, la propuesta metodológica articula los aportes de la etnografía de la comunicación, la lingüística interaccional y la pragmática de la comunicación.

    Este aporte es importante para la disciplina psicopedagógica en el hecho de que brinda estrategias para poder estudiar una de las formas de comunicación más utilizadas (la verbal), además de que brinda información básica sobre cómo debe de visualizarse dicho proceso a fin de que el análisis cumpla sus objetivos; posibilita verlo como algo que sucede de forma secuencial y con interrelación de fases y “secuencias temáticas, intercambios verbales, intervenciones y actos de habla, que configuran la estructura de significados que distinguen un contexto educativo determinado. Ofrece elementos para comprender las prácticas pedagógicas del docente y sus posibilidades de innovación” (p.221).

    De igual manera que en la primera investigación, Villalta (2009) resalta el valor del contexto en el proceso de comunicación en tanto a que es un ente transformador y modificador del mismo. Para que el psicopedagogo pueda comprender mejor el proceso comunicativo, el autor sugiere visualizar el contexto como un cuadro comunicativo que “ofrece los elementos para el desarrollo de competencias comunicativas, es decir, formas de participar de modo pertinente en una conversación” (p.224). Este elemento va indicar la manera en la que las competencias se desarrollen; es una referencia importante e imprescindible para analizar no sólo la conversación, sino también todo tipo de proceso comunicativo. Ese cuadro comunicativo que plantea Villalta, está compuesto por un contexto socio-espacial, el cual incluye espacios y tiempos (posibilitan o limitan interacción), un contexto extrasituacional (propósitos y cualidades de los participantes) que puede ser dado o construido y por un proceso de participación o cuadro participativo (configuraciones o estructuras de diálogo que establecen los interlocutores en una situación conversacional). Todos los elementos incluidos en este cuadro serán de pertinencia para el psicopedagogo a la hora analizar el proceso comunicativo. Nuevamente, no sólo se trata de una mera descripción de cómo ocurre el proceso, sino de comprender y estudiar las partes que intervienen en él.

    Por otro lado, se explica la cualidad cambiante y dinámica de roles y la manera en la que los rasgos del contexto condicionan su estabilidad o cambio en el tiempo, así como la configuración de tipos de receptor (directo e indirecto), de roles interaccionales (gestos y palabras), de tipos de interacción (complementarias o simétricas), a fin de señalar los diversos elementos de análisis presentes en el cuadro comunicativo de la interacción didáctica de sala de clase, el cual es visto como una construcción espacio-tiempo con propósitos educativos curriculares específicos, “que posee una estructura comunicativa donde los roles interaccionales de profesor y alumnos preexisten a los interlocutores” (p.225). Ello implicaría comprender que, para que exista comunicación adecuada o satisfactoria en el aula, se debe generar una especie de acuerdo entre los roles e identidades que desempeñarán los interlocutores. Este aporte para la psicopedagogía, es relevante, en tanto a que nos posibilita establecer una base analítica importante que nos permite distinguir cuando se trata de procesos de comunicación satisfactoria y cuando no, además de brindar conocimientos sobre las distintas maneras de interpretación de contexto que pueden surgir entre los participantes; aspecto tan igualmente pertinente para el análisis de la interacción como los otros.

    El proceso de comunicación desde la explicación de Villalta (2009) está compuesto por fases y secuencias temáticas importantes a considerar a la hora de realizar un análisis de la conversación a fin de poder comprenderla y poder generar un acercamiento propicio al discurso dialogal. Estas fases de inicio (primeros momentos de la conversación, como un saludo) de desarrollo (cuerpo central o propósito de la conversación) y de cierre (tiempo previo al término de la interacción verbal, como la despedida), tendrán marcadores discursivos y no verbales que organizarán la interacción, y estarán constituidas por secuencias temáticas (bloques de participación con coherencia semántica y pragmática), las cuales a su vez están compuestas por intercambios (unidades mínimas del lenguaje en una perspectiva dialogal, que pueden ser simples, complejos e inconclusos). Todo esto evidencia la necesidad del autor de sugerir descomponer el proceso en diversas partes y analizarlas una por una dentro de su contexto específico, así como el considerar dentro del análisis del discurso, las producciones no verbales; todo ello con el fin de realizar una conceptualización del rol del psicopedagogo, como un profesional que, nuevamente, debe ir “más allá” de lo que está a simple vista, ello enriquece la calidad de recomendaciones y de señalamientos que éste(a) brinde a la institución educativa, una vez que se haya involucrado en sus dinámicas interactivas.

    De igual forma, Villalta (2009) menciona la presencia de intervenciones (unidades funcionales del intercambio) que se constituyen en actos de habla. Éstas hacen que un interlocutor particular genere un intercambio específico en diversos grados durante una conversación. Éstas pueden ser diferentes en un mismo interlocutor, configurando estructuras de significados que hacen de las intervenciones actos directores o subordinados. El analizar la manera en la que éstas intervenciones y actos del aula estructuran la dinámica relacional e interaccional debe ser una tarea de primer orden, debido a que muchas veces los actos directores se prestan para el desarrollo de discursos autoritarios que implícitamente generan un control de poder poco productivo para el desarrollo del aprendizaje. Si bien los actos directores los generará en su mayoría el(la) profesor(a), muchas veces existen estudiantes que abusan de éstos en la interacción con sus compañeros(as), razón por la cual, en ambas instancias, la consideración de los actos para un análisis e intervención efectivos, serán estrictamente necesarios. Por el contrario, el encuentro de actos directores que sirvan de guía para orientar las demás intervenciones y que abogue por el diálogo, serán elementos importantes a considerar no sólo a nivel de análisis, sino como posibles ejemplos de cómo las intervenciones pueden tener un papel modular en el desarrollo de relaciones productivas, promotoras del aprendizaje y propagadoras de los derechos de las personas involucradas.

    Todos los elementos estipulados, se integran e interpretan, por medio de organizaciones jerárquicas u organizaciones temporales o secuenciales, a fin de comprender los significados de las acciones en el contexto de la comunicación, y los propósitos y cambios a lo largo del tiempo que dura el encuentro e intercambio no sólo verbal, sino comunicacional en todo su sentido. Al igual que Bravo y Cáceres, Villanta sugiere la innovación de la práctica pedagógica por medio del establecimiento de nuevos aprendizajes en el caso de las primeras para diseñar objetivos en el aula, y en el caso del segundo para negociar con los(as) alumnos(as), formas de relación que transformen el rol e identidad profesor-estudiante en la interacción.

    Ambos artículos partes de que el modelo de instrucción y diseño tradicional imposibilita el desarrollo de la enseñanza y el aprendizaje en el (la) estudiante, ya sea por objetivos desvinculados de las particularidades de los(as) estudiantes, o en el caso de los discursos conversacionales, por el dominio de un solo hablante (el profesor) para desarrollarse como una conversación.
    De manera pertinente y complementaria a lo estipulado anteriormente, Villalonga de García y González de Galindo (2001) desarrollan propuestas no para analizar los procesos de interacción, sino para favorecer la comunicación en las aulas, específicamente en una clase de matemáticas para estudiantes universitarios. Este aporte es importante para la psicopedagogía debido a que sirve como herramienta posterior al análisis, en caso de encontrar algunas series de problemáticas en el establecimiento de la comunicación e interacción en el aula. Según las autoras la propuesta radica en que el establecimiento de una buena comunicación “favorece el aprendizaje, optimiza el intercambio y recreación de los significados, además de contribuir al desarrollo de la personalidad de los participantes” (p.25). Además, concuerdan con los demás artículos en que la organización del proceso educativo y las maneras en las que se enseñe (estrategias) serán fundamentales en la determinación del tipo de relaciones que se generen en el aula.

    Las autoras realizan una revisión bibliográfica y teórica en lo referente a la relación existente entre comunicación y educación utilizando planteamientos de Pichón Riviere, Vygotski, Paulo Freire, entre otro. Con ello, logran establecer una propuesta que invita a reflexionar sobre cómo los procesos comunicación-educación son inseparables y la manera en la que constantemente estos procesos se afectan de manera dialéctica, reafirmando lo que los anteriores autores planteaban en lo referente a los climas psicológicos que se generan y las funciones que cumple la comunicación educativa.

    Además, sugieren la aplicación de diversas técnicas o propuestas metodológicas en diversas clases en las que se promueve el diálogo, el desarrollo del pensamiento crítico y el planteamiento de situaciones problemáticas que inviten a los(as) estudiantes a buscar soluciones. Esta es una simlitud encontrada tanto en la propuesta de Villalonga de García y González de Galindo como en las otras dos anteriores en lo referente a la transformación de un rol más activo y autónomo del estudiante. No obstante, es importante señalar que si bien, se sugieren estrategias interesantes y válidas, éstas se podrían implementar siempre y cuando se haya establecido un análisis contextual previo, ya que, como se señaló anteriormente, las características grupales e individuales en el espacio educativo varían de manera significativa, y no todas las medidas propuestas son efectivas para todos los contextos.

    Las autoras concluyen que una buena comunicación educativa posilita elevar la calidad de conocimientos y rendimiento de los(as) estudiantes, lo cual requiere de una nueva asunción de roles. Esta conclusión es importante ya que al concordar con los aportes de Bravo y Cáceres y de Villalta, devela una necesidad urgente no sólo de analizar los roles desempeñados por profesores y estudiantes en el aula, sino de establecer parámetros de cambio que promuevan la modificación de tales roles en pro del desarrollo de procesos de enseñanza-aprendizaje, en los que se promueva la una mayor participación e independencia del alumnado y un rol menos autoritario e inflexible del profesor, por uno más empático, transformador que sirva de guía y no de mero transmisor de la información.

    En general, en los artículos aquí analizados, se busca generar cambios en la visión y concepción de la educación, a fin de colocar los procesos de comunicación, su análisis, sus formas más productivas, y sus estrategias como retos actuales que requieren un mayor estudio a fin de seguir brindando propuestas transformadoras. La comunicación predomina en todos los ámbitos de interacción, por lo cual no sólo a los psicopedagogos debe competerles, sino también a los investigadores en el área de la educación, ya que bajo dichas dinámicas se pueden surgen procesos importantes que intervendrán para frenar o potenciar el aprendizaje y la enseñanza. El análisis no gira solamente entorno a los sujetos, sino a su contexto y a las estrategias y decisiones que en él se toman, ello implica un conocimiento a profundidad de las prácticas curriculares, de los medios y técnicas comunicativas (explícitas e implícitas), de las repercusiones que producen tipos de dinámicas comunicativas específicas, etc. Por lo tanto, es trabajo de nosotros(as) como profesionales el fomentar e incrementar la apertura e inclusión de los procesos comunicativos en los estudios de las dinámicas de interacción en el aula y en los programas diseñados para establecer modelos de enseñanza- aprendizaje.

    Biblografía:

    Bravo, G. y Cáceres, M. (s.f.) El proceso de enseñanza-aprendizaje desde una perspectiva comunicativa. Centro de Recursos Documentales e Informáticos CREDI. Biblioteca digital de la Organización de Estados Iberoamericanos para la educación la ciencia y la cultura. Recuperado el: 6/ octubre/ 2011 en: http://www.rieoei.org/deloslectores/1289Bravo.pdf

    Villalonga de García, P. y González de Galindo, S. (2001) Propuesta para favorecer la comunicación en el aula en la Facultad de Ciencias. Números, Revista Didáctica de Matemáticas, 48, p.25-35.

    Villalta, M.A. (2009) Análisis de la conversación: Una propuesta para el estudio de la interacción didáctica en la sala de clase. Estudios Pedagógicos, 35, p. 221-238.

    • dorisblog2007 dijo:

      Este artículo incluye aspectos relevantes y necesarios dentro de la formación del educador, hablamos de metodos, técnicas y procesos implicados en la dinámica de aula que nos llevan a propiciar esos intercambios necesarios en el aprendizaje para la vida.
      La metodología como reflejo del estilo comunicacional que se establece entre los actores en el entorno educativo y que es seleccionado o sugerido por los formadores y acompañantes de los educadores y administrativos institucionales, el psicopedagogo.

      Invito a los lectores a revisar detenidamente este artículo, me parece que recoge la visión holística del tema comunicativo desde diferentes perspectivas y logra explicar desde adentro la trascendencia de la formación que se pudiera reflejar al entorno en el que se maneja el estudiante y su familia y sociedad.

  9. Natalia Obando Chinchilla dijo:

    Una adecuada comunicación en el aula
    Los procesos de enseñanza – aprendizaje se llevan a cabo en cualquier parte del mundo con diferentes actores que se involucran de forma directa o indirecta en el proceso. La comunicación igual que la enseñanza – aprendizaje es un proceso interactivo que influye en la vida de las personas y en la sociedad en general. En este documento se pretende analizar y brindar estrategias de comunicación que favorezcan este proceso en el aula escolar como una medida de sana convivencia entre los participantes del proceso.
    Para iniciar se definirá el proceso de comunicación. Heinemann (1980) menciona la comunicación como un “Proceso dinámico entre individuos y/o grupos, que mediante un intercambio informativo sirve para establecer la comprensión o un estado de comunidad. La estructura de este proceso es expresión de las relaciones que median entre los participantes de la comunicación” (Cuéllar, García, Rodríguez, Fragoso, Rodríguez & Rodríguez, 2011).
    Durante el proceso pedagógico intervienen varias relaciones interpersonales como por ejemplo docentes ↔ estudiantes, estudiantes ↔ estudiantes, docentes ↔ padres de familia, entre otros, que influyen en el desarrollo de la personalidad del estudiante y en una adecuada comunicación entre los participantes del proceso educativo. Una buena comunicación es un elemento clave para el éxito escolar y es el docente la persona encargada de mediar tal proceso. Fernández (1994) señala que “Un buen profesor no es sino un incansable buscador de codificaciones óptimas para la comunicación de lo que desea que sus alumnos aprendan” (Cuéllar et al., 2011). Es importante recalcar, que la comunicación, va más allá de transmitir contenidos, ésta abarca la expresión de pensamientos, sentimientos, opiniones, entre otros, dentro de un contexto micro (aula escolar) o macro (sociedad). En fin, toda expresión debe ser escuchada por los educadores y éstos deben tomarle la importancia del caso.
    En el aula escolar debe crearse un espacio para dialogar e intercambiar información. El docente no es el único que tiene conocimiento, ni el único que se puede expresar, los y las estudiantes también, por lo que se debe trabajar desde los primeros niveles, la comunicación horizontal, en donde todos los participantes interactúen sin miedo a ser señalados o enjuiciados por lo que dicen. Fernández (2009) indica que “Los maestros podrían reducir los problemas de disciplina en el aula, si promovieran una comunicación efectiva en la que los alumnos tuvieran la posibilidad de interactuar, intercambiar opiniones y criterios libremente”. Por tal razón, es importante trabajar en una comunicación efectiva dentro y fuera del aula ya que es una habilidad que se requiere para establecer buenas interrelaciones a nivel personal y social.
    La comunicación como proceso interactivo entre todos los miembros del proceso educativo favorece el ir y venir de la información. Para Fernández (2009) este diálogo comunicativo es un “factor influyente en la formación de la personalidad, porque al comprometerse como persona, al considerar sus necesidades y motivos en el aprendizaje, intervienen activamente en la formación de sus valores y de su preparación para la vida”. De esta forma, se resalta la importancia de crear y desarrollar habilidades para una comunicación eficaz.
    Por su parte Vaccarini (s.f., p. 10) indica algunas sugerencias para una comunicación eficaz en el aula escolar. A continuación se mencionan estrategias que facilitarán la comunicación:
    – Hable en afirmativo y trasmita lo que quiera.
    – Cambie la palabra pero por en vez de, además, y, sumado a, dándole a sus estudiantes otras ideas y posibilidades.
    – Sea congruente. Que sus palabras, tono de voz y expresiones faciales concuerden con el mensaje que quiera transmitir.
    – Sea consistente. Transmita lo que realmente crea.
    – Para enseñar, utilice los diferentes estilos (visual, auditivo y kinestésico).

    En conclusión, la comunicación es un proceso interactivo en donde la retroalimentación es un elemento clave dentro de un proceso horizontal que favorece el desarrollo de habilidades comunicativas para las interrelaciones personales y sociales. Comunicación es sinónimo de comprensión de ideas, sentimientos y expresiones en donde se trabajan diferentes valores como el respeto, la solidaridad, la responsabilidad, entre otros. El docente es la persona encargada de crear espacios para una comunicación eficaz y bilateral, dentro y fuera del aula escolar, en donde los y las estudiantes se sientan con toda la seguridad y la libertad de expresar sus ideas y sentimientos.

    Referencias
    Cuéllar, A., García, Y., Rodríguez, F., Fragoso, O., Rodríguez, R., & Rodríguez, R.
    (julio – diciembre 2011). La comunicación educativa y pedagógica. Un reto para los docentes de Logofonoaudiología. Odiseo, 9(17). Recuperado de http://www.odiseo.com.mx/correos-lector/comunicacion-educativa-pedagogica-reto-para-docentes-logofonoaudiologia/

    Fernández, J. (2009). La comunicación en el aula. Recuperado de
    http://www.xing.com/net/comunicacioneficaz/general-409298/la-comunicacion-en-el-aula-26617624/

    Vaccarini, V. (s.f.). La comunicación en el aula: estrategias para mejorar el
    aprendizaje y fortalecer el vínculo alumno-docente. Recuperado de http://www.vilmavaccarini.com.ar/docs/comunicacionenaula.pdf

    • Marianela B dijo:

      Buenas noches, Natalia:
      Una vez realizada la lectura de su trabajo, me parece muy interesante la reflexión. Considero que efectivamente, la comunicación es sumamente importante y necesaria dentro y fuera del aula escolar. En el caso de la labor que realiza la docente con sus estudiantes, resulta fundamental para crear un ambiente de empatía entre todos los miembros que integran el grupo y para que el estudiante se sienta parte del proceso, donde puede ser partícipe de la construcción del aprendizaje de forma significativa. Pero como usted lo señala, la comunicación no solo se establece entre estudiantes y docente, sino que también se encuentran inmersos quienes les rodean, como es el caso de los padres de familia y el entorno social.
      En este sentido es importante rescatar, que muchas veces en las aulas, no se enseña al estudiante a expresarse libremente, y evidentemente se limita al mismo a ir construyendo una comunicación crítica y reflexiva sobre diverso temas. Por tal motivo, se promueve una comunicación en algunos casos, casi inexistente entre el estudiante y el docente, quien es en este caso, en donde uno es el que escucha y el otro es el que cree conocer “todo” y por tanto el que trasmite la información.
      Es muy enriquecedor para un docente, encontrarse en una aula, donde la comunicación que exista entre las partes, promueva un dialogo abierto, constante basado en el respeto, comprensión tolerancia y anuencia para escuchar las ideas y expresiones de los demás, por tanto, esa construcción se logra con una adecuada mediación pedagógica por parte del docente.

    • dorisblog2007 dijo:

      Tomar en cuenta las diferencias en ritmos y espacios, así como en esstilos de aprendizaje hace la diferencia entre los educadores que se acercan humanamente a la comprensión de las diferencias individuales. El educador que tiene esa convicción es aquel que ha cambiado su esquema mental y ha evolucionado hacia enfoques más constructivos y significativos. De eso va a depender muchas veces la calidad de nuestro mensaje y a quienes va dirigido.

  10. Marianela Barrantes Bermúdez dijo:

    El papel del psicopedagogo en las instituciones educativas con respecto al proceso de comunicación interpersonal
    Durante el curso lectivo, los procesos de comunicación son necesarios para las relaciones interpersonales que se establecen en el aula. Esto implica que una adecuada mediación pedagógica, así como una buena comunicación por parte de los miembros del grupo (docentes – estudiantes), sean fundamentales no solo para la comunicación, sino para que exista una adecuada comprensión de los temas que se están trabajando.
    En un aula escolar, pueden ser muchos y muy variados los factores que podrían incidir, ya sea de forma positiva o negativa, en el proceso de enseñanza – aprendizaje. Pero, podrían darse interrogantes como: ¿Qué sucede cuando en este ambiente de aula donde están presentes docentes –estudiantes se convierte en un lugar, donde aspectos como el irrespeto, la indisciplina y la falta de comunicación asertiva, no permiten realizar las actividades de mediación que se desean implementar, ni contribuye a una buena relación entre los presentes?, o bien, ¿Qué hace el docente ante la indisciplina en el aula?. Las razones pueden ser diversas y las soluciones también, pero aún así ¿cuál de todas las opciones para mejorar las relaciones interpersonales y la indisciplina, podrían considerarse las correctas?
    Muchas veces, se atribuye como el principal causante de esta indisciplina al estudiante, sin embrago, es importante cuestionarse, sobre la labor que el docente ejerce en el aula, la comunicación y relación que estable entre ellos. Tal y como lo señalan Giner y Onieva (2009) “Es nuestra total responsabilidad el hecho de reflexionar sobre nuestra actividad diaria en el aula ¿Hacemos todo lo que está en nuestras manos para que las clases sean interesantes, motivadoras y significativas?”(p.2), por tal motivo es importante que el docente autoevalúe su mediación pedagógica y de esta manera, elabore dentro de su plan, estrategias que abarquen tanto la diversidad, inclusión y ritmos de aprendizajes en los estudiantes, para que estas puedan ser atractivas y se eliminen en muchos casos los problemas de indisciplina.
    Pese a esto, pueden existir otros factores que repercutan para que la indisciplina en el aula se encuentre presente, como aspectos externos o internos del estudiante y que se reflejan en su actitud dentro del aula. Por tal motivo, el decente debe tratar de conocer a los estudiantes que están a su cargo para poder comprender dicha situación y por consiguiente buscar alternativas que ayuden a disminuir las malas actitudes en el aula. Una buena comunicación tanto con el estudiante como con la familia, puede ayudar a que esta conducta disminuya, tal y como lo señala Carrasquillo (s.f) al indicar que “(…) una disciplina basada en la cooperación, en el respeto mutuo y en compartir responsabilidades lo que hace más efectiva la convivencia diaria que en una disciplina donde prevalezca el control absoluto o la falta de éste”. (p.4), por tal motivo, la comunicación es importante para este proceso.
    Al observar que la comunicación es una herramienta necesaria en el aula, es importante que el docente, tome en cuenta este aspecto, dentro de su labor, ya que “Una buena comunicación educativa, optimiza el intercambio y recreación de significados, además de contribuir al desarrollo de la personalidad de los participantes” (Villalonga y Gonzalez, 2001, p.25). Como parte de la construcción continua de aprendizaje, tanto el docente, como sus estudiantes deben estar en una permanente retroalimentación, en donde la comunicación esté presente, e influya para eliminar conductas inapropiadas que perjudican las relaciones interpersonales en el aula.
    Es fundamental, garantizar un clima en donde el respeto, la tolerancia, sean parte de un proceso contínuo y a su vez, debe estar bien delimitado, de tal forma que no perjudique el ambiente de aula, garantizando de esta manera, la disciplina y autocontrol de cada uno de los estudiantes.
    En consecuencia es elemental garantizar en las aulas un ambiente donde la comunicación, el diálogo y la reflexión, entre otras, representen factores que conjuntamente con la disciplina, posibiliten el manejo adecuado en el aula, de manera que se constituyan y contribuyan en el beneficio, el aprovechamiento y la empatía que debe existir entre las partes involucradas.

    Referencia
    Carrasquillo, C. ( s.f). Disciplina positiva, herramientas para los padres. Recuperado de
    http://www.cop.es/disciplina%20positiva%20Herramienta%20para%20los%20pade [1]pdf
    Giner A y Onieva M. (octubre, 2009). ¿Qué hacer ante la indisciplina en las aulas?. Compartim 4, Recuperado de http://cefire.edu.gva.es/sfp/revistacompartim/arts4/20_au_indisciplina_aulas.pdf

    Villalonga, P y González, S. (2001). Propuesta para favorecer la comunicación en el aula de una facultad de Ciencias, 48, 25-36. Recuperado de http://www.sinewton.org/numeros/numeros/48/Articulo03.pdf

    • dorisblog2007 dijo:

      Aspectos importantes que toca este artículo y que no podemos dejar de mencionar, retroalimentación docente – estudiante, clima de aula. Se ha dicho que el aula puede ser considerada como un «nicho ecológico – interacciona» donde se establecen las relaciones que se reproducirán posteriormente en la sociedad… consideremos esta idea en el análisis que hagamos de nuestros grupos de clase, sus relidades y diferencias personales, entorno sodial y contextos específicos para poder dar respuestas a los requerimientos y necesidades de los mismos.

  11. Carolina Bolaños Cubero dijo:

    LA COMUNICACIÓN EN LA EDUCACIÓN:
    Diálogo pedagógico y aprendizaje
    Carolina Bolaños Cubero

    El lenguaje es la forma de comunicación típicamente humana que permite regular el comportamiento mediante la interacción recíproca existente entre el proceso de la comunicación y la actividad. (Bernardo Fuentes y otros. 2004, p.3)
    En los últimos años el interés por investigar la importancia del proceso de comunicación en la educación, ha derivado en importantes aportaciones teóricas y sus consecuentes implicaciones prácticas o metodológicas. En los años noventa, nos indica Ortíz Torres (1998), a pesar de que se tenía por sentada la íntima relación entre aprendizaje y comunicación pedagógica, no se contaba con claras y profundas explicaciones acerca de esta relación. Por tanto desarrolla un estudio con el fin de “valorar argumentos a favor del fuerte condicionamiento mutuo y la unidad existente entre ambos fenómenos dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje”. (Ortíz Torres, 1998, p.141)

    Así, en el ámbito más específico de la educación, este autor conceptualiza la comunicación pedagógica (la que debe primar en el proceso educativo, para promover aprendizaje) como “la comunicación interpersonal que establece el maestro con sus alumnos, padres y otras personas, la cual posee grandes potencialidades formativas y desarrolladoras en la personalidad de educadores y educandos, con cierto carácter obligatorio para que pueda tener lugar la continuidad necesaria del proceso pedagógico.” (Ortíz Torres, 1998, p.142). Vemos entonces como cuando se habla de comunicación pedagógica, la que posibilita la formación y el aprendizaje, ésta no queda restringida únicamente a la interacción docente-estudiante; o lo que Monereo (2007) define como contexto interpsicológico diádico asimétrico; sino que implica los otros contextos de interacción; así como el aprendizaje y el desarrollo por parte de todas las personas involucradas.

    Esta conceptualización explica entonces el proceso educativo, pedagógico, como un sistema complejo de interacciones, cuyas vinculaciones e interrelaciones están determinadas por la confluencia de múltiples factores interpsicológicos e intrapsicológicos.

    Consecuentemente, se comprende el aprendizaje como producto de la relación intersubjetiva alrededor del objeto de aprendizaje, en el que participan docente y estudiantes (docente-estudiante; estudiante-estudiante en variedad de formas), así como otras que se desarrollan dentro y fuera de la institución educativa.
    Por tanto, en la enseñanza a todo nivel, la comunicación es fundamental para propiciar la construcción, tanto del conocimiento de los objetos de aprendizaje, como de las estrategias para posibilitar dichos aprendizajes; desarrolladas tanto por quienes aprenden, como por quienes enseñan. En definitiva, como lo plantea Ortíz (1998), “no puede haber aprendizaje escolar sin una comunicación pedagógica y viceversa, no puede haber comunicación pedagógica sin lograr aprendizaje.” (p.143)
    Lo anterior señala entonces, a la planificación curricular de las instituciones educativas y al diseño y selección de estrategias didácticas por parte de docentes, un camino, una orientación para promover los contextos y condiciones necesarios para lograr procesos pedagógicos verdaderos. Como propone Bernardo Fuentes y otros (2004), se requiere que
    “el aprendizaje se produzca bajo condiciones de intercambio de conocimientos, experiencias y vivencias de los sujetos y grupos que intervienen en el acto comunicativo, estableciendo una unidad entre lo cognitivo y lo afectivo, de significativo valor desde la perspectiva curricular. (p.3)
    ¿En qué se sustentan teóricamente estas aseveraciones? Como se ha podido observar, la relación entre la comunicación y la educación, particularmente en lo que respecta a la explicación del vínculo entre el aprendizaje y la comunicación pedagógica, se sustenta en una mirada histórico-cultural del desarrollo humano, desde la cual se establece la relación dialéctica entre el desarrollo cognitivo y el desarrollo del lenguaje. La teoría socio-histórica de Vigotzky indica que el lenguaje es la herramienta mediante la cual se desarrollan las funciones psíquicas superiores.
    “La herramienta media la actividad y así conecta a los humanos no sólo con el mundo de los objetos sino también con otras personas. Debido a esto, la actividad del humano “asimila la experiencia de la humanidad”. Esto significa que los procesos mentales humanos (sus funciones psicológicas superiores) adquieren una estructura necesariamente ligada a los medios y métodos sociohistóricamente transmitidos por otros en el proceso de labor cooperativa y de interacción social.” (Gómez y Mejía, 1999, p.2)

    El aprendizaje es posible, entonces, gracias a la interacción de las personas, que, a través del lenguaje construyen social e históricamente el conocimiento, en un proceso intersubjetivo, para luego asimilarlo personalmente en un proceso intrasubjetivo.
    La ley genética general del desarrollo cultural de Vigotzky aporta las explicaciones teóricas para comprender la importancia de la comunicación como parte inherente del proceso pedagógico.
    Esta es la base conceptual desde la cual se realizan las indagaciones empíricas y se construyen las reflexiones teóricas referentes a la relación entre la educación y la comunicación; y en el plano psicopedagógico, más concretamente, la función del diálogo pedagógico en el aula.
    Encontramos este sustento teórico en los trabajos de Bernardo Fuente y otros (2004), Abarca Mora (1993 y 2001), Monereo (2007), Rodríguez (2008), y muchos otros más.
    Esta última plantea que la educación
    “…está mediada, ante todo, por un acto de comunicación, ya que los procesos comunicativos posibilitan las relaciones sociales intersubjetivas que permiten la formación y el crecimiento de los seres humanos. Las dimensiones e instancias de la educación y la comunicación se encuentran y determinan entre sí a través de roles interpretados por las personas, quienes a su vez conforman comunidades y grupos en la familia, en la escuela, en el país y en la sociedad en general, para integrarse alrededor de reglas, valores, ideologías, prácticas culturales que construyen, comparten y transforman de acuerdo con las necesidades que promuevan el desarrollo sostenible de la humanidad.(Rodríguez, 2008. p.63).

    Además de todo lo señalado anteriormente respecto a la comunicación y la educación, en la formación escolar la comunicación constituye en sí un objeto de aprendizaje, pues parte de la socialización es el desarrollo de las habilidades comunicativas (verbal, no verbal) fundamentales para la convivencia. Así encontramos, para ir llegando a elementos más concretos de esta reflexión, que por ejemplo en la formación a nivel superior, la comunicación es un contenido que forma parte, de manera explícita, de una amplia gama de propuestas curriculares de carreras universitarias, mientras que para otras puede identificarse como contendido implícito.
    Encontramos así por ejemplo como Bernardo Fuentes y otros (2004) en su artículo El vínculo educación-comunicación en la formación integral de los profesionales de la Salud, abordan la problemática del aprendizaje de la comunicación en la formación de los y las profesionales de la salud, e indican, respecto a su importancia que, específicamente para la formación de profesionales en medicina,

    “El médico general básico, pilar en que se sustenta la calidad de la Atención Primaria de Salud, debe ser un profesional bien entrenado, que trabaje como miembro de equipos de salud en la comunidad, para lo cual requiere habilidades en la comunicación y en la coordinación grupal.
    El perfeccionamiento del proceso de enseñanza-aprendizaje conlleva la necesidad de crear condiciones pedagógicas esencialmente comunicativas que favorezcan, en un clima de confianza, la receptividad, la crítica y la reflexión valorativa, en un proceso de interacción y comunicación educativa (p. 2)

    Recapitulando entonces, el desarrollo de competencias comunicativas en los y las estudiantes, posibilita por una parte el aprendizaje o asimilación de los contenidos de aprendizaje, así como también (y sería lo más importante) organizar la propia interacción, en palabras de Monereo (2007) aprender estratégicamente. Plantearía yo también, para el caso de la formación profesional universitaria, posibilitar el establecimiento de relaciones estratégicas con las otras personas profesionales con quien desempeñará sus funciones futuras, así como con las personas que se vean implicadas en dichas funciones, sean estas usuarias de servicios como en el caso de las profesiones liberales, o con los grupos de trabajo en los diferentes ámbitos laborales.
    Por tanto, promover en todo el sistema educativo, el diálogo pedagógico, contribuirá con el establecimiento de un verdadero proceso pedagógico, con el cual superar la problemática planteada por Estévez (2011, citado por Bernardo Fuentes, 2004) quien dice que “entre las causas que influyen en la reducción de la calidad de la educación están las dificultades de la comunicación entre estudiantes y profesores”(p.5).
    Así, el interés por comprender profundamente los mecanismos por los cuales la comunicación y la educación se vinculan en estrecha relación y de la cual depende el proceso educativo, ha sido, y sigue siendo, analizado e investigado con el fin de que dicho campo de investigación aporte significativamente a la educación. Es así como se otorga vital importancia al diálogo pedagógico (Abarca, 1993) como mecanismo de interacción en el aula, que posibilita la construcción de un contexto intersubjetivo idóneo para el aprendizaje, el desarrollo y la convivencia.

    Referencias:
    Abarca, Sonia (1993). Psicología de la Educación. San José, Costa Rica, CIPED-MEP.

    Abarca Mora, Sonia (2001) Repensando la formación de docentes: oportunidades y desafíos. En: Educare. No 1, 77-83.

    Bernardo Fuentes, Manuela; García Galano, Elsa y Pomares Bory, Eduardo. (2004) El vínculo educación-comunicación en la formación integral de los profesionales de la Salud. En: Educación Médica Superior. vol.18, n.4.

    Gómez, Felipe y Mejía, Rebeca (1999). Vygotsky: La perspectiva vygotskyana. En: Correo pedagógico, 4, 3-6.

    Monereo, Carles. (2007). Hacia un nuevo paradigma del aprendizaje estratégico: el papel de la mediación social, del Self y de las emociones. En: Revista electrónica de Investigación Psicoeducativa, N. 13 Vol 5 (3), 497 – 534.

    Ortiz Torres, Emilio (1998) COMUNICACIÓN PEDAGÓGICA Y APRENDIZAJE ESCOLAR. En: Revista Cubana de Psicología. N.15, No 2, 141-146.

    Rodríguez Romero, Nana (2008) La comunicación en la educación, la pedagogía y la didáctica. En: Cuadernos de Psicopedagogía. N.° 5, 61-70

    • Marianela B dijo:

      Buenas noches, Carolina:
      Considero que el aporte que usted hace con su documento, esta muy ligado a lo que se espera en un aula escolar: una buena comunicación entre todos los participantes, ya que sin lugar a duda la comunicación es necesaria dentro de la formación integral de cada individuo. Por tal motivo, en la práctica pedagógica, podría decirse que la comunicación es fundamental dentro de la construcción del aprendizaje, ya que permite en el aula, un ambiente de empatía que influye de manera significativa en los procesos de mediación pedagógica que se desarrollen en el aula. Esto, es posible observarlo en la realidad que vivimos en la aulas, los docentes, ya que muchas veces es necesario replantear la forma en la cual nos estamos comunicando con los estudiantes, para poder continuar con la labor tan importante que tenemos en las aulas. Por tal motivo y como usted lo menciona, es elemental que el docente pueda retroalimentar su conocimiento, con aprendizajes que le ayuden a mejorar su proceso de comunicación y por ende su proceso de mediación pedagógica.

    • dorisblog2007 dijo:

      La comunicación pedagógica, introducido como parte del diálogo que debe establecerse en los salones de clase, impotante la profundización que se realiza en este tema. Principalmente rescatamos la implicación que tiene en el diálogo las características psicológicas tanto del sujeto que aprende como del que media en las situaciones de aprendizaje para que esto se produzca.
      La personalidad, las peculiaridades, valores y formas de convivencia van a converger en la interacción maestro – alumno y demás actores dentro del entorno educativo…

  12. Agnes dijo:

    Saludos a todos y aquí esta mi artículo, feliz semana.

    Importancia del uso seguro de las redes sociales de Internet por parte de los niños y adolescentes en Costa Rica

    Por Agnes Salas Mena

    En la actualidad los padres de familia y docentes ven ante sus ojos el surgir de una nueva manera de socializar por parte de la niñez y la adolescencia en Costa Rica: las redes sociales de Internet.
    Dicho fenómeno es una realidad que se fortalece y despliega de manera importante a lo largo y ancho de nuestro territorio nacional, como un reflejo de una moda internacional que cada día se ve extendida con rapidez vertiginosa en cada país, lo que nos invita a observar de manera activa, dinámica, analítica y responsable dichos eventos para poder comprender la magnitud del fenómeno, del cual tampoco escapan los adultos quienes por curiosidad o por interés también son usuarios de estas redes, pero el énfasis de este breve análisis radica en los grupos que por sus condiciones –ya sea edad o madurez- se pueden considerar vulnerables.
    Para el caso costarricense ya se hace mención que la red social Facebook cuenta con casi un millón de usuarios en el país, lo que muestra de manera muy evidente el alcance de esta, y sobre todo en grupos de edades escolares y adolescentes, por esta razón, ya existen esfuerzos nacionales de organizaciones como PANIAMOR, RACSA y la Fundación Omar Dengo que buscan capacitar a aquellas personas que se encuentran inmersas dentro del sistema educativo para que sean entes orientadores del uso seguro de estas redes al afirmar que buscan en las poblaciones jóvenes: “reforzar su capacidad de analizar, discernir y de anticipar las consecuencias de las decisiones que toman cuando utilizan su red social favorita y navegan en línea sea cual sea el propósito.”(Lemineur, 2011).
    Del párrafo anterior se puede destacar que es vital que tanto docentes como padres de familia se capaciten en el uso adecuado y seguro de estas redes sociales, porque de otra manera, no podrán guiar en dicho uso a sus estudiantes o hijos, porque el punto no es debatir si deben emplear estos medios o no –porque el hecho es que ya se usan- sino, buscar que se haga de una forma en que nuestros niños y adolescentes no se expongan de manera peligrosa ante los demás, de esto se puede resaltar lo que nos señala Lemineur (2011) al decir que más que satanizar el uso de estas redes sociales lo que se debe de hacer es enseñar a los niños y adolescentes a autorregularse para ejercer una ciudadanía digital efectiva, esto implica el ser responsables consigo mismos y con los demás, este punto se respalda por los criterios de expertos internacionales que se han encargado de estudiar este fenómeno, en vista de que nuestros estudiantes podrán acceder a un mundo de información que los ayudará en su desarrollo y se disminuirá el riego de peligros potenciales.
    Muchos autores que han trabajado el tema de la seguridad en las redes sociales coinciden en que los peligros a los que están sometidos tanto niños como jóvenes son casi los mismos que existen desde el surgimiento del Internet, pero el funcionamiento de estas en sí, incrementa el riesgo en estas poblaciones. (Flores, 2009).
    La manera en que afectan la seguridad estas redes sociales, puede presentarse de manera muy diversa, pero para Flores (2009), los puntos a destacar en esta materia son los de:
    a. Pérdida del criterio de referencia: se promueven relaciones a través de otras relaciones, o sea, se aceptan dentro de los contactos a amigos de mis amigos aunque sean desconocidos.
    b. Exceso de operatividad sin intervención directa y consciente del usuario: cuando las personas sin estar en conexión a la red forman parte de servicios, a los que no sabe aceptó, en acuerdos de uso que ni leyó.
    c. Funciones demasiado potentes y de efectos desconocidos a priori: esto significa que otras personas pueden hacer públicas fotos, vídeos, entre otros, en las que aparece etiquetado un usuario que tal vez no sabe de este hecho.
    d. Concentran el universo de relaciones de manera intensiva: falta de consciencia de la magnitud de alcance y repercusiones de lo que se publica.
    e. Guardan, explícitamente o no, información muy precisa: los usuarios se vuelven víctimas de un rastreo intensivo a partir de la publicación de sus intereses y demás acciones que quedan registradas dentro de la red.
    f. Presentan al usuario las opciones de manera demasiado interesada, lo que suele implicar pérdida de la privacidad: las políticas comunes entre las plataformas en las que se solicitan datos mínimos de registro para el ingreso a las mismas o para darse de alta.

    En el caso de los docentes, el desinterés marcado por el capacitarse en seguridad en las redes sociales, radica en que los medios de comunicación como la televisión o la prensa escrita nos muestran los casos negativos en el empleo de esta redes sociales por los jóvenes cuando se presentan hechos como: “Estudiantes que se reúnen virtualmente para conformar pandillas y citarse con otros grupos de jóvenes, en un sitio físico, para pelear; jóvenes y niños contactados en estas redes por adultos con turbias intenciones; delincuentes que utilizan datos y fotos personales publicados en ellas para realizar todo tipo de fechorías; estudiantes que difaman y calumnian a sus profesores por este medio; docentes que despotrican del comportamiento de sus estudiantes, etc.” (López, 2011).
    Pero este tipo de actos en vez de generar temor, deberían de convertirse en entes que motiven en la educación a trabajar en una correcta ciudadanía digital en las redes sociales de Internet, más que un factor que sirva para justificar la falta de interés por comprender el manejo adecuado de estos sitios virtuales, la realidad del país nos obliga a volver nuestra mirada para generar los espacios de educación en esta materia, hechos como el ocurrido en Orotina donde las publicaciones de un joven en su cuenta de Facebook significaron la muerte del mismo y de su agresor nos hacen reflexionar de la importancia de convertirnos en agentes protectores de los niños y adolescentes que tenemos en nuestro haber cotidiano, en lugar de ignorar que muchos usan estas cuentas de manera irresponsable.
    Se necesita ante esta situación, conocer en primera instancia el funcionamiento de la red social en sí y lo correspondiente a las configuraciones que la misma presenta, para el caso de Facebook (la más empleada en el país) se tiene que: “Resulta fundamental que los estudiantes se responsabilicen por controlar la privacidad de su cuenta de Facebook; además, que aprovechen y configuren correctamente los mecanismos de seguridad que ofrece esta herramienta, para protegerse así de personas inescrupulosas. Para ello, basta con hacer clic en la opción “Configuración de la privacidad” que se encuentra en la pestaña “Cuenta” ubicada en la esquina superior derecha de Facebook. Esta opción permite configurar la seguridad de una cuenta de Facebook en dos sentidos: a) las conexiones (contactos) que se hacen y b) lo que se comparte a través de esta red.” (López, 2011).
    Evidentemente de este fenómeno no se puede dejar pasar el hecho ya mencionado, de que también es responsabilidad de los padres de familia conocer las redes sociales a las que acceden sus hijos, por las implicaciones de este uso, no para prohibir (es obvio que sus hijos lograran de una manera u otra tener y mantener una cuenta en alguna red social), sino, para generar espacios de diálogo dentro de los hogares en los que se promueva la seguridad cibernética y el aprendizaje conjunto, en este sentido por el bienestar y seguridad de nuestra niñez y adolescencia, que es un derecho de esta población.

    Bibliografía

    Flores Fernández, Jorge. (2009). Seguridad en las redes sociales. [en línea] Recuperado el martes 18 de octubre del 2011, de
    http://www.pantallasamigas.net/proteccion-infancia-consejos-articulos/seguridad-en-las-redes-sociales.shtm

    Lemineur, Marie-Laure. (2011). El uso responsable de las redes sociales. Sección Opinión del 28 de enero. [en línea] Recuperado el jueves 15 de octubre del 2011, de
    http://www.nacion.com/2011-01-29/Opinion/Foro/Opinion2666125.aspx

    López García, Juan Carlos. (2011). ¿Cómo promover con Facebook temas de ciudadanía digital?. [en línea] Recuperado el 15 de octubre del 2011, en
    http://www.eduteka.org/FacebookUsoResponsable.php

    • María Teresa Gutiérrez dijo:

      Agnes, tu tema me parece muy actual y nos recuerda la necesidad de mantenernos al tanto en temas de actualidad, incluso en este campo.
      Es interesante ver como através de las redes sociales comunicamos cosas que no deberíamos compartir. Tal como lo indicas en el caso de los niños y adolescentes, incluso muchos adultos se ponen en riesgo al no saber discriminar la información o al emitir mensajes que no saben quién va a recibir o cómo va a utilizar la información.
      Me llama la atención porque los alumnos de la escuela e incluso los padres de familia, pasan enviandonos solicitudes de amistad a las docentes. Es interesante, lo veo como que quieren comunicarse con nosotros, formar parte de nuestra vida y tener acceso a nuestra información personal, la cual generalmente desconocen, como cuando la gente quiere saber qué hacen los famosos.
      A mi sinceramente me parece que no es adecuado y debe haber una diferencia entre amigo y alumno. De pronto uno sube una foto de una fiesta y los niños lo pueden malinterpretar. O se encuentra con alumnos haciendo comentarios sobre la fiesta…
      Lo que hemos optado con mis compañeras es abrir cuentas sólo para intercambiar información con los alumnos, que tengan fotos del colegio, entre otros.
      También el colegio tiene su propia cuenta oficial, así ellos suben fotos y todos las comentamos y también se supervisa el contenido

  13. Karla Ramírez Lizano dijo:

    Buenas Estimada Carolina:
    Definitivamente, el artículo que construiste fue sumamente interesante, además que rescatas elementos muy importantes, dentro de ellos el hecho de cómo la comunicación es primordial dentro de la construcción del aprendizaje y todo lo que tiene relación con éste. Considero de real importancia el hecho de que en la profesión en la que trabajemos, aprendamos a comunicarnos en forma correcta y adecuada, aún más cuando trabajamos con personas, que se encuentran en proceso de construcción de sus identidades y personalidad.
    Asimismo, otro factor elemental dentro de lo que mencionas es la necesidad de promover el diálogo pedagógico y esto podría disminuir las dificultades que presentan los estudiantes en la comprensión de un determinado tema… Es por ello, que este punto también rescato la necesidad como docentes de entrenarnos e investigar en el aspecto de la comunicación, con el fin de comunicarnos en forma objetiva y adecuada, logrando el éxito en las relaciones interpersonales tanto con nuestros estudiantes como nuestra vida en general.

    Karla Ramírez

    • Carolina Bolaños Cubero dijo:

      Gracias Karla por tu comentario tan positivo. Creo, como vos, que el diálogo pedagógico sería la estrategia o forma de interacción en el aula, que posibilita el aprendizaje por parte de todos y todas las estudiantes, y no solamente de aquellos que tiene una condición, más bien extraordinaria, y que aprende a pesar de los y las maestras, a pesar de los padres, a pesar del contexto familiar y social del que provengan, a pesar de las limitaciones materiales que tienen y tiene la escuela. No, en este caso estaríamos apostando por el aprendizaje de la mayoría, que requiere acompañamiento, condiciones adecuadas, afecto y más.

  14. Paola Cruz dijo:

    Las Conductas Agresivas dentro del Aula de Clases

    En la actualidad definimos conducta agresiva: “como el comportamiento cometido para causar intencionalmente daño a otra persona”. (Ramírez S & Justicia F. 2006. Revista electrónica de Investigación Psicoeducativa).También podemos definir agresión, como: “una forma de conducta que pretende herir físicamente o psicológicamente a alguien”. (Berkowitz 1993)
    La agresividad puede originarse según su desarrollo evolutivo, social y ambiental en que se desarrollan y estos acompañados generalmente de ciertos descadenantes tales como: la frustración, sentimientos de inseguridad, el tipo de disciplina que utilizan los padres y madres de familia, la sobreprotección, el maltrato físico, la inmigración de los padres, la crianza con familiares, timidez, y poca aceptación social. (Greciano I. Alteraciones del Comportamiento en el Aula. 2001).
    Dentro del aula escolar los comportamientos son diversos como por ejemplo: enojos, rabietas, peleas entre compañeros, golpes, agresiones verbales, ademanes para los profesores y los compañeros, levantarse de la silla asignada, corren por toda el aula, hacen bulla. Lo que en algunos momentos estas conductas provocan repudio dentro de los centros escolares, por no mantener la disciplina dentro de sus aulas.
    El reto esta que cada una de esta conducta no trae una receta específica para tratarlo. Lo que en alguno momentos provocan que a estos niños se aíslen, los manden a la dirección, lo expulsen, o no los dejan participar en las clases donde ellos muestra mayor interés, esta última la que más nos interesa, ya que desde ciertos lugares donde se atiende este tipo de problemas encontramos que cinco niños atendidos tres presentan agresividad dentro del aula escolar y estos son excluidos por su comportamiento dentro de las clases que ellos muestran mayor interés y donde sería más fácil su tratamiento psicopedagogo.

    Por ejemplo Oseguera (Exp. 2008 – 2410 – 2003 del Centro de Salud Ramón Villeda Morales) es remitido hacia mi consulta por problemas de comportamiento la profesora expresa en su remisión “niño con bajo rendimiento escolar, dice malas palabras, pelea con sus compañeros nunca se está quieto”, la mamá comenta que: “lo cuida su abuela (mi mamá) y que ella deja de hacer todo, siempre se encuentra con primos mayores que él”
    En esta caso se realizo un estudio afectivo emocional donde el presenta una personalidad de acuerdo a su edad cronológica, dentro de cada una de las sesiones que asistió mostro interés por los celulares, computadoras, juego de videos) se le recomiendo la madre que haga uso de horarios específicos, y ciertos premios cuando él haga las tareas como se le pido, su comportamiento mejora dentro de la casa, pero en la Escuela sigue su mal comportamiento no hay ayuda de la profesora y esto no le permite asistir a la clase de computación que es la que más le gusta, al hacer esto inician los gritos, las peleas entre los compañeros.
    Núñez Sauceda (Exp. 2008 – 250605 – 1992 del Centro de Salud Ramón Villeda Morales) es remitida por la directora de la Escuela que asiste por “problemas repetitivos de agresividad contra compañeros de clases suspensiones” la paciente comenta que sus compañeros le dicen: “gorda, fea, cuatro ojos”. Se trabaja con ella autoestima para lograr la aceptación de su cuerpo y ciertas tareas para lograr conciliar con sus compañeros.
    Los intereses que muestran los niños con agresividad ante ciertas materias o actividades muchas veces pasan desapercibidos ya que las conductas que predominan son las impulsadas por las frustraciones al no ser atendidos en tiempo y forma que ellos lo exigen debido a la sobrepoblación estudiantil para los profesores.
    En general lograr conductas menos agresivas dentro de las aulas escolares en nuestro reto debemos realizar procedimientos básicos: escuchar al niño, permitirle expresarle, dialogar con los padres y compañeros, compartir ciertas actividades lúdicas, didácticas, cooperación e inclusión, para lograr a minorar sus conductas agresivas.

    Bibliografía.
    1. Greciano I. Alteraciones del Comportamiento en el Aula.
    http://www.eskolabakegune.euskadi.net/c/document_library/get_file?uuid=a1a1b8cb-8317-4fcf-a492-5e4656def19f&groupId=17984.
    2. Henao. La prevención temprana de la violencia: una revisión de programas y modalidades de intervención.

    Haz clic para acceder a V4N204la_prevencion_temprana.pdf

  15. Jenny Castro González dijo:

    EL PAPEL DEL DOCENTE EN LAS INTERACCIONES EN EL AULA

    “El docente juega entonces un papel fundamental en la vida de la y el estudiante, pues por una parte, es el encargado de facilitar el aprendizaje, pero también se espera que provea a la niña y al niño de seguridad emocional, lo conduzca o guíe y atienda la diversidad, en cuanto a comportamientos” (Artavia; 2005, pág.4).

    Al analizar los procesos de enseñanza-aprendizaje que se desarrollan en las instituciones educativas, se cae en cuenta de la diversidad de factores que influyen de una u otra manera en estos procesos. Y es que cualquier dinámica que implique el trabajo con seres humanos se va a revestir de variabilidad en tanto cada persona constituye un mundo cargado de historia, valores, emociones, actitudes, conductas, derivados de sus procesos de socialización y experiencias vitales. Contar por lo tanto en un aula, con veinte o más estudiantes cada uno con sus particularidades, además de las propias del docente, implica comprender que la dinámica de aula es dialéctica, está en constante movimiento y transformación, y que cada uno de los elementos integrados en la misma, se realimentan, para mal o para bien.
    A partir de esta reflexión, surge el interés por profundizar en el conocimiento de lo que sucede en el salón de clase, a nivel de las interacciones que se producen, y entender además de qué manera estas interacciones determinan aspectos propios del aprendizaje, desde elementos motivacionales con los que se mueven -o no- los estudiantes, hasta el desarrollo de habilidades y destrezas para la adquisición y construcción de conocimientos.
    En este caso en particular, se hizo la revisión documental de tres investigaciones desarrolladas en esta línea de análisis, a saber: “Interacciones personales entre docentes y estudiantes en el proceso de enseñanza y aprendizaje”, “Las interacciones sociales que se desarrollan en los salones de clase y su relación con la práctica pedagógica que realiza el docente en el aula” y “Contexto, interacción y conocimiento en el aula”. En todos los casos, los investigadores se avocaron a observar situaciones concretas de aula, y a partir del análisis de la información recopilada, derivar conclusiones. Precisamente, un elemento reiterativo en todas las situaciones, tiene que ver con el papel que juega el docente en la dinámica del aula, y es justo este elemento el que merece la atención en el presente ensayo.

    ¿Cuál es el papel que asume el docente en el aula?, la respuesta a esta pregunta va a depender del lugar en el que se posicione el profesional, y ésto a la vez no es más que el resultado de cómo comprenda el maestro el aprendizaje, cómo conciba a sus estudiantes y cómo se defina a sí mismo. Las investigaciones revisadas nos ilustran claramente dos tipos de rol docente implementados en las clases; por una parte, el rol tradicional, desde un enfoque fundamentalmente conductista, caracterizado por una relación vertical docente-estudiantes, en la cual el maestro es el poseedor del conocimiento, decide qué y cómo se trabaja, mientras que los alumnos son receptores pasivos de la información. Por otro lado, se identifica el rol del maestro como facilitador, ubicado en una relación horizontal con sus alumnos, generando ambientes de aprendizaje estimulantes, con relaciones afectivas, respetuosas, posibilitando a los estudiantes ser propositivos, analíticos, críticos y generar sus conocimientos en relaciones de mutua colaboración.

    No es difícil suponer en cuál de los dos ambientes de aprendizaje se generan más, y más productivas interacciones. En el primer ambiente de aprendizaje, y según se detalla en las observaciones, las interacciones son pocas, y se caracterizan por una dinámica de pregunta-respuesta entre docente y alumnos, siendo el docente quien habla la mayor parte del tiempo, abriendo pocos espacios para la comunicación verbal de sus estudiantes, quienes se limitan a responder sin mostrar mucho esfuerzo de comprensión y análisis. En el segundo ambiente, las interacciones son ricas y variadas, pues al establecer la docente diferentes estrategias metodológicas permite diversidad, estimulando la creatividad de sus alumnos y llevándolos a producir conocimiento con técnicas participativas y desde un enfoque de trabajo cooperativo. Además, se percibe en la docente una actitud cálida y afectuosa que estimula a los alumnos y les da seguridad.

    Pero, ¿qué implicaciones tiene en el proceso de enseñanza-aprendizaje el tipo de interacciones que predominan en el aula?. Evidentemente, ésto tiene un impacto directo en el ambiente y dinámica de aula, y por lo tanto en el factor motivacional de los estudiantes. Cuando las interacciones son tan pobres, distantes y rutinarias, los alumnos se sienten poco atraídos por la temática, reaccionan al mínimo al no planteárseles desafíos mayores; es decir, el aprendizaje no resulta significativo y no se sienten identificados con el proceso. Por el contrario, un ambiente estimulante, lleno de desafíos, en un ambiente de trabajo dinámico, agradable, seguro, definitivamente va a despertar en los estudiantes el interés por el trabajo, les va a fortalecer en aspectos fundamentales como confianza en sí mismos, capacidad de análisis, trabajo en equipo, comunicación, entre muchos otros aspectos relevantes. En esta dinámica llena de interacciones positivas y placenteras, los alumnos se van a sentir no sólo involucrados en el proceso de aprendizaje, sino además gestores del mismo.

    Ahora bien, conviene preguntarse, en este punto de análisis, ¿cuál estilo de enseñanza predomina en nuestras aulas?. Lamentablemente, desde la experiencia personal y en los relatos de muchos funcionarios institucionales, se puede percibir que continúa predominando en un alto porcentaje de nuestro sistema educativo el enfoque tradicional, de relaciones verticalizadas y metodología poco participativa y memorística. Tal parece que a los docentes les resulta complicado descolocarse de ese lugar de poder en el que si bien es cierto creen tener el control absoluto de la dinámica de aula, no miden el costo de inhibir la expresión y creatividad de sus estudiantes. Para muchos docentes, aún hoy en día, se constituye una falta de respeto el que sus alumnos cuestionen y propongan. Muchos de estos profesionales creen que un aula con movimiento, interacción y diversidad, es un aula “desordenada” en donde se está perdiendo el tiempo. Probablemente éste sea uno de los factores que propician la expulsión del sistema educativo de muchos estudiantes que no encuentran en el mismo un factor motivacional, que no se sienten identificados ni tomados en cuenta en el aprendizaje.
    En este contexto, ¿cómo lograr un cambio en actitudes y prácticas docentes tan arraigadas y reforzadas además por un Sistema que parece no responder ya a muchas de las necesidades de nuestros estudiantes?. La respuesta a esta interrogante no es sencilla, pues implica desde un cambio en la formación de los futuros profesionales en educación, incorporando en las universidades temáticas de sensibilización y ética, hasta una reestructuración de nuestro sistema educativo que permita modificar sustancialmente el trabajo que los docentes realizan en las aulas.
    Muchos podrán decir que ésto no es viable, pues ¿cómo cambiar un sistema?… Desde adentro. Somos quienes trabajamos actualmente en las instituciones educativas, los que tenemos el desafío de darle un giro nuestra práctica profesional, haciéndola más humana, dirigiéndola a procesos de crecimiento para los estudiantes, crecimiento que no es sólo intelectual, sino también emocional y espiritual.
    Lo que tenemos en las aulas son seres humanos, con muchísimas potencialidades y también muchas necesidades; es nuestra responsabilidad responder a esa diversidad brindando ambientes de aprendizaje estimulantes e inclusivos. No es tarea fácil, pero tampoco es imposible. Una vez más, se llega a la misma conclusión: hay que empezar por cambiar uno mismo, y ese cambio personal, proyectado en nuevas estrategias, impactará al sistema hasta que un día, de alguna manera, éste se modifique.
    Se lo debemos a nuestros estudiantes, y nos lo debemos a nosotros mismos…

    BIBLIOGRAFÍA
    Arias Sandoval, Leonel. (2009). Las interacciones sociales que se desarrollan en los salones de clase y su relación con la práctica pedagógica que realiza el docente en el aula. Revista Posgrado y Sociedad, Vol. 9 (2). Recuperado el 20 de octubre del 2011,

    Haz clic para acceder a Interaccionessocialesquesedesarrollanenlossalonesdeclase-LeonelAriasSandoval.pdf

    Artavia Granados, Jenny María (2005). Interacciones personales entre docentes y estudiantes en el proceso de enseñanza y aprendizaje. Revista electrónica “Actualidades investigativas en educación”, Vol. 5 (002). Recuperado el 20 de octubre del 2011, http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=44750208
    Correa Restrepo, Miralba. (2006). Contexto, interacción y conocimiento en el aula. Revista Pensamiento Psicológico, Vol.2 (7). Recuperado el 20 de octubre del 2011, http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2756012

    • Natalia Obando Chinchilla dijo:

      Buenas noches Jenny, concuerdo con usted en que según el papel que desarrolle el docente durante el proceso de enseñanza – aprendizaje así será el rol que asuma, pero es preocupante observar que en muchas aulas se repite la misma historia de un enfoque tradicional. Los y las estudiantes vivencian una comunicación unilateral, en donde solo reciben información por parte del docente pero no se desarrolla un adecuado proceso comunicativo en donde todos los y las participantes crean un proceso bilateral de comunicación.
      La retroalimentación es un elemento clave que enriquece todo proceso ya sea educativo o comunicativo. Por su parte DeFleur menciona que “Al introducir la retroalimentación en el modelo hace que el proceso se vuelva interactivo. Es decir, la comunicación ya no es simplemente lineal —una serie de etapas en un solo sentido, del emisor al receptor— sino aquella en la que ambas partes envían y reciben mensajes en forma simultánea” (2005, p. 17). Es necesario que en nuestras aulas y principalmente en nuestra metodología se refleje este ingrediente de intercambio, con el fin de llevar a cabo un proceso más realista que prepare al estudiante a la sociedad actual que solicita una comunicación efectiva.
      El docente tiene un gran reto, el cual es crear comunidades de aprendizaje en donde todos los participantes del proceso de enseñanza – aprendizaje se involucren de lleno y aporten conocimientos a todos los miembros de la comunidad por medio de una adecuada comunicación.

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